El Tribunal Correccional de París ha condenado este martes a la empresa de reparto a domicilio Deliveroo a una multa de 375.000 euros, la máxima prevista por ley por emplear a falsos autónomos, y ha impuesto una pena de un año de cárcel exenta de cumplimiento a dos antiguos directores de la firma en el Estado francés.

El tribunal ha sentenciado, en el que ha sido el primer proceso penal en el Estado francés sobre el uso de falsos autónomos, la pena solicitada por la Fiscalía. En su dictamen, el tribunal ha confirmado que la multinacional británica tejió «un camuflaje jurídico ficticio».

En la práctica, había más de 2.000 repartidores que colaboraron con la empresa entre 2015 y 2017, muchos de ellos en bicicleta o moto, con estatuto de trabajador autónomo y no de asalariado, que ofrece una mayor protección social para el empleado y supone más cargas para la empresa.

El tribunal ha afirmado que existía «una relación jerárquica permanente» entre la firma y los contratados, a los que presionaba para realizar entregas más rápidas y que eran objeto de vigilancia.

Deliveroo, que ya fue condenada previamente por el Tribunal Supremo español por emplear a falsos autónomos, ha anunciado que contempla recurrir la sentencia, que también castiga a dos antiguos administradores de la filial francesa.

Además del año de prisión para cada uno, que no tendrán que cumplir salvo en caso de reincidencia, tendrán que pagar 30.000 euros de multa. Un tercer ejecutivo ha sido condenado a una multa de 10.000 euros y a cuatro meses de prisión también exentos de cumplimiento. Junto a los 375.000 euros, la multinacional ha sido sentenciada al pago de otros 50.000 euros por daños morales a cinco sindicatos.