«Mañana, y mañana y mañana
Se desliza en este mezquino paso de día a día,
A la última sílaba del tiempo testimoniado:
Y todos nuestros ayeres han testimoniado a los tontos
El camino a la muerte polvorienta Muere, muere vela fugaz!
La vida no es más que una sombra andante actor deficiente
Que apuntala (Jason) y realza su hora en el escenario
Y después ya no se escucha más. Es un cuento
Relatado por un idiota, lleno de ruido y furia,
Sin significado alguno.»
MACBETH (Williams Shakespeare)
Tomando el verso shakesperiano, el escritor norteamericano William Faulkner inspiró su cuarta novela "El Ruido y la Furia", en el que se describe la vida como una historia contada por un discapacitado mental. Como el exceso de drama y el tono trágico tan vehemente es uno de los muchos defectos del lenguaje del periodismo deportivo, a veces conviene saber que un partido es un partido, por mucha trascendencia clasificatoria que tenga. A la salida de la cancha, el pabellón, el estadio... la Tierra seguirá con sus movimientos de rotación y traslación, los problemas aparcados durante un par de horas ahí seguirán y que, si bien el equipo ganador podrá hacer cábalas para mirar hacia arriba y el derrotado deberá sacar la hoja de cálculo para saber cómo deshacer el desaguisado, al final, lo que ha sucedido en el ámbito deportivo ahí se va a desvanecer.
Toda esta larga introducción viene a presentar el duelo que Surne Bilbao Basket disputará este sábado en Miribilla ante el UCAM Murcia a partir de las 18.00. Últimamente hablar de UCAM Murcia es hacerlo en términos de equipo peleón, casi barriobajero, con el dominicano Sadiel Rojas erigido en su estandarte, como una suerte de jugador violento que no hace sino buscar camorra allá donde va.
Y en parte, como muchas de las leyendas, tiene su razón de ser. El dominicano es conocido por sus trifulcas y por sacar los codos a pasear a veces a destiempo, pero sí es cierto que, al mismo tiempo, por momentos la propia Liga ACB ha contribuido a aumentar la leyenda de un jugador que demasiadas veces pasa la frontera que divide al jugador duro del sucio, pero al que la fama a veces castiga injustamente.
Y más injustamente se castiga al UCAM Murcia de Sito Alonso, algo que ha tenido en cuenta Alex Mumbrú en su previa del partido del sábado. «Muy pocos hubieran esperado estos resultados de UCAM Murcia. Ellos son la cuarta mejor defensa y están practicando un buen baloncesto. Sito ha conseguido que ellos hayan estado dentro de los puestos de play-offs durante el 80% del tiempo y hay que darle ese mérito. Nosotros, por nuestro lado, solo podemos alejarnos de ese ruido y tratar de buscar el practicar el mejor baloncesto posible para poder ganarles», ha dicho.
Lo cierto es que el propio Alex Mumbrú, que en su etapa de jugador tampoco dejó charco alguno sin pisar, tuvo en su día un encontronazo más que serio con el bueno de Sadiel Rojas. Sin buscar más allá el calentar el partido, el badalonés ha admitido que «Rojas es un jugador duro, necesario para su equipo», pero se ha limitado a señalar que «por algo hay tres árbitros, y más teniendo en cuenta que los de la Liga ACB están entre los mejores de Europa, para determinar si una jugada no es nada, es falta, es antideportiva o es descalificante por agresión». No ha querido ir más allá, toda vez que ha recordado que las diversas cuitas que ha tenido el club pimentonero por sus maneras más o menos duras o violentas, no han tenido nada que ver con Bilbao Basket.
«La intencionalidad»
Donde sí ha tenido algo que decir ha sido, una vez más, en la defensa sobre Ángel Delgado. El dominicano, a cuenta de su pésimo porcentual desde la línea de tiros libres, ha sido más de una y de tres veces víctima de las personales de los rivales, al punto de que en muchas ocasiones, los entrenadores rivales no han tenido empacho en exigir a sus jugadores durante los tiempos muertos –con las cámaras de televisión grabando el momento– «pegar» (sic) al bueno de Delgado. Con el agravante de que en varias oportunidades, los árbitros han obviado algunos de esos golpes y solo han pitado algo por pura reiteración –rozando a veces la violencia– o cuando el propio Delgado se ha revuelto –como ante San Pablo Burgos o Breogán–.
«La falta antideportiva es cuestión de la intencionalidad de quien hace la personal. Y si en un tiempo muerto se dice de forma clara ‘falta a Ángel Delgado’ eso es ya un acto de falta antideportiva clara, porque no se quiere buscar el balón, sino que la idea es golpear a Ángel», se ha quejado Mumbrú, disculpando un tanto a su propio jugador, de paso: «sabemos que él es un tipo temperamental y a veces le es difícil controlarse».
Como se ve, abstraerse del ruido y de la furia en vísperas de un partido como este no es nada fácil. Y más cuando todo el mundo se juega cosas. «El que no quiere huir del descenso, quiere luchar por meterse en play-offs y el que no, quiere el factor cancha a su favor. En las últimas jornadas todos los rivales juegan por algo», ha advertido Alex Mumbrú.
En ese sentido, Bilbao Basket afronta este choque con un balance de 13-16, en una cómoda duodécima plaza, pero con los puestos de play-offs a tres victorias a falta de cinco partidos. Es decir, hablar de los hombres de negro como candidatos a meterse en el top 8 es ser muy optimista con el cuadro vizcaino, pero sus posibilidades siguen existiendo. «¿Por qué no vamos a poder mirar hacia arriba?», se ha preguntado Mumbrú.
En ese sentido, UCAM Murcia pasaría a ser un rival directo. Después de caer por 93-83 ante Bitci Baskonia y 103-93 frente a Manresa, el conjunto pimentonero ha caído a la novena posición con un balance de 15-14, amén de tener el average perdido con los gasteiztarras. Los de Sito Alonso, ruido y furia al margen, ya han demostrado esta campaña que son capaces de competir ante cualquiera, al punto de que consiguieron entrar en la Copa y llegaron a jugar las semifinales pese a padecer un fuerte brote de covid-19. Y en sus diversos partidos, aún en los que han perdido, los rivales no han podido respirar tranquilos hasta el bocinazo final.
En el choque de ida, UCAM Murcia ganó por 92-87 a los hombres de negro. Y acordándose de la derrota ante Gran Canaria del pasado domingo, el técnico bilbaino ha advertido que hay que reducir el número de pérdidas –fueron 19 ante Gran Canaria–, sobre todo ante un adversario que «aprovecha esos errores».