La reelección de Emmanuel Macron como presidente de la República francesa da un balón de oxigeno durante cinco años más a la Unión Europea para consolidar la solidez del bloque, en un momento geopolítico incierto y con la guerra de Rusia contra Ucrania en pleno apogeo.
No obstante, el club comunitario tendrá que esperar aún a las elecciones legislativas francesas de junio para saber si puede respirar a pleno pulmón.
En sus primeros cinco años en el Elíseo, el liberal Macron se distinguió por su impulso decididamente europeísta y por su visión estratégica sobre la UE, lo que explica que los mandatarios de las principales instituciones comunitarias hayan respirado profundamente aliviados al conocer el dictamen emitido por las las urnas al escogerle frente a la ultraderechista Marine Le Pen.
Con este segundo mandato de Macron, la UE sortea el que habría sido un terremoto sin precedentes para la ‘construcción europea’ y una hipoteca en su equilibrio geopolítico, ya que Le Pen apuesta desde siempre por ‘una Europa de las naciones’ y defiende una alianza con Rusia cuando termine su guerra contra Ucrania.
Un «caluroso ¡bravo!» desde Bruselas
Así se entiende la rapidez con la que los presidentes del Consejo, la Comisión y el Parlamento –el liberal Charles Michel y las conservadoras Ursula Von der Leyen y Roberta Metsola, respectivamente– reaccionaron nada más conocerse los primeros resultados, que variaron solo unas décimas en el recuento final provisional: el 58,54% de los votos para Macron y el 41,46% para Le Pen.
Michel lanzó un «caluroso ¡bravo!» a Macron, contento de poder «contar otros cinco años con Francia» en «estos tiempos difíciles» en los que se necesita «una Europa fuerte y una Francia plenamente comprometida con una Unión Europea más soberana y estratégica», dos banderas que siempre ha enarbolado el político galo.
También Von der Leyen hizo hincapié en continuar con su «excelente cooperación» para hacer «avanzar a Francia y a Europa», mientras que Metsola destacó que la «gran reelección» de Macron permite «afrontar los retos de un mundo cada vez más incierto y preocupante», ya que una «UE fuerte necesita una Francia fuerte».
Para la conservadora francesa Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE), un liderazgo fuerte «es esencial en estos tiempos inciertos», por lo que la «incansable dedicación» de Macron al proyecto comunitario «será muy necesaria para atajar los desafíos que estamos enfrentando en Europa».
Macron fue vital para la aprobación en 2020 del fondo de recuperación por la crisis de la pandemia, algo único en la historia de integración presupuestaria y fiscal de la UE, y cuya prolongación está a debate debido a la incertidumbre económica provocada ahora por la guerra en Ucrania.
La «tercera vuelta» con las elecciones legislativas
La victoria del campo de los «valores europeos y democráticos» que representa Macron, cuando París ostenta la presidencia de turno semestral del Consejo de la UE, es un éxito incuestionable para el actual presidente francés, que aún no ha cumplido 50 años.
Ello en un contexto de fuerte abstención electoral e incremento sin precedentes de la extrema derecha, y tras superar durante su primer quinquenio una crisis doméstica con las protestas de los ‘chalecos amarillos’ y otras internacionales.
Pero, aunque el dictamen de las urnas de este domingo supone un alivio para los europeístas de la UE, no despeja toda la ansiedad que se vivía en los últimos días por el duelo Macron-Le Pen, ya que el liderazgo del recién reelegido presidente francés dependerá de los resultados de las elecciones legislativas de junio.
Macron tiene solo dos meses para superar ese obstáculo y evitar un bloqueo que impida el despliegue de políticas contundentes.
El peso que la ultraderecha podría tener en la próxima Asamblea Nacional (Cámara Baja) es, precisamente, el punto en el que pusieron el acento los presidentes de los dos principales grupos políticos en la Eurocámara, el conservador Manfred Weber y la socialdemócrata Iratxe García, quienes, junto con el liberal Renovar Europa, conforman mayoría en el Parlamento Europeo.
«Está claro que no es una victoria convincente. Cinco años del presidente Macron han hecho que los populistas y los extremos sean más fuertes que nunca. Este era quizás el último disparo de advertencia», según Weber.
Para Weber, el Estado francés necesita «alternativas fuertes en el centro democrático», ya que «una lucha entre progresistas y populistas es el enfoque equivocado y pone en riesgo la integración europea», por lo que, en su opinión, «su concepto político ha fracasado».
También a García le parece «preocupante» que la ultraderecha francesa haya obtenido el mejor resultado de su historia.
«Sí, esta Francia tiene dudas, pero ha tomado la decisión correcta. Estaremos a la altura», indicó, por su parte, el presidente de Renovar Europa en la Eurocámara, Stéphane Séjourné. Para él, la victoria de Macron y la derrota del primer ministro saliente de Eslovenia, el populista derechista Janez Jansa, en las elecciones legislativas celebradas en ese país también este domingo frente al ecologista liberal Robert Golob, «confirman nuestra nueva era de política europea».
Felicitaciones de Putin, Biden y Zelensky
Dentro de lo esperado en términos diplomáticos, aunque en un contexto inusitado como el que marca la guerra en Ucrania, Macron ha recibido las felicitaciones de los principales mandatarios del mundo sin excepción.
En un mensaje difundido a través de Telegram, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha deseado a su homólogo francés «buena salud y bienestar», y ha expresado su «más sincero deseo de éxito en sus actividades estatales».
Más efusivo ha sido el presidente de EEUU, Joe Biden, en su perfil de Twitter: «Felicidades a Emmanuel Macron por su reelección. Francia es nuestro aliado más antiguo y un socio clave para abordar los desafíos globales. Espero con interés nuestra estrecha cooperación continua, incluso en el apoyo a Ucrania, la defensa de la democracia y la lucha contra el cambio climático».
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, ha felicitado a Macron como «un auténtico amigo de Ucrania». «Le deseo nuevos éxitos por el bien del pueblo (francés). Agradezco su apoyo y estoy convencido de que avanzamos juntos hacia nuevas victorias comunes. ¡Hacia una Europa fuerte y unida!», ha añadido.
Y de Xi, Modi o López Obrador
El presidente de China, Xi Jinping, ha mostrado su voluntad de seguir «profundizando su cooperación en varios campos» establecida durante el primer mandato de Macron y ha hecho hincapié en que han trabajado «codo con codo» en la lucha contra la pandemia de coronavirus.
Xi ha hecho hincapié en que está dispuesto a trabajar con Macron para reforzar las relaciones bilaterales a partir del «entendimiento mutuo, el beneficio mutuo y los resultados beneficiosos para ambas partes», así como para llevar los lazos entre ambos estados «a nuevas cotas».
El primer ministro de India, Narendra Modi, ha felicitado a su «amigo» Macron, señalando que espera seguir fortaleciendo sus relaciones en materia de defensa, economía o energía solar.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, optó por un lenguaje con más carga política al indicar a través de Twitter que «el pueblo francés volvió a ponerse cera en los oídos para no escuchar 'el canto de las sirenas'», en referencia a la derrota de la ultraderechista Marine Le Pen. Y también presumió de su llamada telefónica con su «compañero de izquierda» Jean-Luc Mélenchon, que obtuvo 22% de los votos en la primera vuelta, lo que celebró con el mensaje: «Francia tiene futuro».
Por su lado, el presidente de turno de la Unión Africana y jefe de Estado senegalés, Macky Sall, saludó la victoria de Macron y le expresó sus «mejores deseos de éxito».
Volviendo a Europa, el primer ministro británico, Boris Johnson, ha felicitado a Macron por su reelección calificando al Estado francés como uno de «los aliados más cercanos e importantes». «Espero que sigamos trabajando juntos sobre los problemas que más importan para nuestros dos países y el mundo», escribió anoche Johnson en su cuenta de Twitter cuando las proyecciones de los comicios franceses ya daban la victoria a Macron.