En un intento por reducir el uso del veto en el Consejo de Seguridad, la Asamblea General de la ONU ha acordado este martes nuevas medidas para tratar de forzar a las potencias a dar explicaciones al resto de Estados miembros cuando usen ese privilegio.
A partir de ahora, cada vez que un país ejerza el veto en el Consejo de Seguridad, se convocará automáticamente en un plazo de diez días una sesión plenaria de la Asamblea General para discutir el asunto, donde los 193 Estados miembros de la organización tendrán oportunidad de expresarse.
El debate arrancaría con una intervención del país responsable del veto para explicar su postura y justificarla ante el resto de Naciones Unidas.
El ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, se ha mostado dispuesto a esta limitación del uso del veto en el Consejo de Seguridad, pero lo ha desvinculado de la reforma de la ONU.
La medida «está dirigida a la democratización de la toma de decisiones. Estamos dispuestos a unirnos al consenso, si se hace realidad. Aquí es muy importante trabajar sobre la base del consenso», ha señalado Lavrov en rueda de prensa conjunta con el secretario general de la ONU, António Guterres.
Sin embargo, ha dejado claro que Moscú no va a renunciar a ejercerlo.
Lavrov, que ha abordado con Guterres la actual campaña militar rusa en Ucrania, ha subrayado que dicha propuesta es, «en principio un proceso saludable», ya que «si un país utiliza el veto, significa que sabe cómo explicar su voto».
«En los casos en los que afecta a Rusia podemos explicar de manera convincente unas y otras posturas que asumamos en el Consejo de Seguridad», ha añadido.
Eso sí, ha descartado que dicha iniciativa pueda repercutir de alguna forma en las actuales conversaciones sobre la reforma de la ONU.
«El derecho de veto no se va a ninguna parte. Eso lo puedo confirmar. El derecho de veto es uno de los pilares de la ONU», ha defendido.
A raíz de Ucrania
La propuesta de cambio llega después de que Moscú vetara el pasado 25 de febrero una resolución de condena de su operación en Ucrania que había planteado Estados Unidos y que obtuvo una clara mayoría. Desde entonces, el resto de países se han abstenido de presentar nuevas iniciativas sabiendo que no pueden salir adelante sin Rusia.
El poder de veto es un prvilegio exclusivo que se aseguraron Estados Unidos, Rusia, China, Gran Bretaña y Estado francés en la creación de la ONU, Desde 1946, el veto ha sido utilizado en casi 300 ocasiones, casi la mitad de ellas por parte de la Unión Soviética o Rusia, que heredó su asiento, aunque en las últimas décadas ha sido Estados Unidos el que más lo ha utilizado.