El espionaje con Pegasus ha tomado centralidad total en la agenda de las Cortes españolas. Este miércoles hay previstas hasta seis preguntas al respecto en el Pleno del Congreso, que van desde EH Bildu hasta Vox, y el martes tarde ha sido interpelada en el Senado hasta tres veces la ministra de Defensa, Margarita Robles. Sus respuestas a EH Bildu, JxC y ERC han sido machaconamente insistentes pero a la vez abiertamente contradictorias: dice que el CNI no ha practicado este espionaje pero, a la vez, que no podría admitirlo porque supondría vulnerar el secreto oficial.
Horas después de que fuentes del CNI reconocieran en ‘El País’ este espionaje, tras quedar más que acreditada su autoría por distintas fuentes, y alegaran un aval judicial que no consta, la ministra ha insistido en negar la mayor: «¿Dónde ha visto usted una declaración de un dirigente del CNI haciendo alguna manifestación así? El CNI no ha reconocido nada», le ha espetado al senador de JxCat Josep Lluís Cleríes.
«El CNI cumple la ley. Hay una ley que expresa que todas sus materias son secretas. Si alguien dice algo, cometería algún delito, así que fíjese usted qué indefensión. No se preocupe, que la directora del CNI comparecerá en la comisión de secretos oficiales que se va a constituir. Si habláramos, cometeríamos un hecho delictivo», ha insistido.
Posteriormente ha sido Gorka Elejabarrieta (EH Bildu) quien ha hecho ver a la ministra que debe dar «una respuesta acorde a la gravedad de los hechos». Pero Margarita Robles se ha enrocado y ha añadido nuevos sarcasmos a su intervención, como este: «Cualquier Estado democrático como es España tiene unos hombres y mujeres que trabajan por la seguridad interna y externa y que cumplen escrupulosamente la ley. Ustedes manchan el buen nombre de miles de personas que trabajan para que usted y yo tengamos garantías», le ha dicho a Elejabarrieta, obviando que EH Bildu es una de las formaciones espiadas, al menos en las figuras de Arnaldo Otegi y Jon Iñarritu.
Elejabarrieta prevé quejas de otros Estados
Elejabarrieta ha añadido en la réplica que está convencido de que el espionaje al independentismo se sigue realizando incluso tras este escándalo, «con Pegasus o con otros medios, por el CNI o por la Guardia Civil». Y le ha recordado a la ministra que según se está publicando estos representantes catalanes y vascos fueron espiados también en otros Estados «que ya me extrañaría que hayan sido informados. ¿Alguno le ha pedido explicaciones? Créame que lo harán», ha vaticinado.
Robles no ha querido entrar en ello y ha seguido con las evasivas, también ante la tercera pregunta, formulada por Mireia Cortes (ERC): «Lo que yo no le puedo explicar ahora ya lo conocerá cuando se constituya la comisión de secretos oficiales».
En este afán de seguir negando hasta lo ya reconocido, Robles ha dicho que «no conozco ‘The New Yorker’ ni los informes de laboratorios privados. Esas informaciones no se sabe de dónde vienen o igual están teledirigidas. No tenga ninguna duda de que cuando se comete un hecho delictivo hay unos procedimientos judiciales. Este gobierno no esconde la cabeza como el avestruz, cumple la legalidad, y si tienen dudas vayan a los tribunales, no hay ningún problema. La denuncia falsa también es un delito en ocasiones».