Con la fábula ecologista ‘Un pequeño plan... como salvar el planeta’ ganó el Premio Lurra en Donostia. Garrel y Laetitia Casta (su pareja en la vida real) dan vida a un matrimonio burgués que ha de enfrentarse al activismo de su hijo, miembro de un grupo de niños y jóvenes de todo el mundo, que proyecta una serie de acciones parevertir los efectos del cambio climático.
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​En esta película usted retoma los mismos personajes que protagonizaron su anterior película, «Un hombre fiel». ¿Qué le llevó a ello?

Me resulta estimulante la idea de concebir mis películas como si se tratase de una serie. Cuando uno ve los filmes de Truffaut protagonizados por el personaje de Antoine Doinel, es interesante asistir a la evolución del personaje y a los propios cambios fisiológicos que van dándose en Jean-Pierre Léaud, el actor encargado de interpretarlo. Eso genera un vínculo entre espectador y realizador que yo quería explorar. De hecho, es muy posible que haga una tercera película protagonizada por Abel, Marianne y por su hijo, Joseph.
 
Llama la atención el modo en que aborda un tema tan serio como el de la crisis climática de una manera tan ligera. ¿Por qué eligió ese enfoque?

Este fue el último guion en el que participó Jean-Claude Carrière. La crisis climática era algo que le preocupaba mucho pero tanto él como yo convinimos que la única manera de abordar este asunto era desde el humor. Nos interesaba crear una sátira donde, pese a todo, hubiera lugar para la esperanza. Yo creo que ese enfoque permite que el espectador pueda tomar conciencia sobre el tema sin sentirse abrumado.

¿Cree que el modo en que nos situamos frente a un asunto como éste denota una cierta brecha generacional?

Lo único que puedo decirte es que yo, ahora mismo, me siento terriblemente acomplejado frente a los más jóvenes. Ellos tienen una conciencia mucho más sólida sobre los peligros de la crisis climática. Y no solo eso sino que están impulsando una lucha perfectamente estructurada y coordinada en sus acciones reivindicativas. Tienen un espíritu militante del que los de mi generación adolecemos.
 
El personaje de Joseph dice que deberíamos desprendernos de lo superfluo y acostumbrarnos a vivir con lo esencial ¿El inicio del cambio ha de ser ese?

Si todos nos desprendiésemos de esos objetos que guardamos como reliquias y que no nos reportan ninguna utilidad en nuestro día a día, contribuiríamos a generar un mundo más sostenible. Dicho esto, con esta película lo último que pretendo es dar lecciones de vida.

¿Qué reflexión le gustaría trasladar entonces al espectador?

Ante todo me gustaría que pasase un buen rato y, después, conferirle una cierta esperanza. Yo creo que, hoy por hoy, la crisis climática es un tema que nos sobrepasa, sabemos que hay que hacer algo pero muchas veces no sabemos el qué. Por eso cuando abrimos el periódico y vemos las últimas noticias científicas al respecto, normalmente lo que hacemos es pasar de página. No se trata de ignorar las evidencias pero tampoco podemos estar recibiendo continuamente mensajes apocalípticos.
 
Pero igual después de esta pandemia, sí que estamos preparados para gestionar ese tipo de mensajes ¿no?

Bueno, más que estar preparados lo que estamos es advertidos. De hecho en Francia se ha comentado mucho que la crisis del COVID ha sido un ensayo general para lo que está por venir, para todas aquellas derivas que traerá consigo la crisis climática si no nos ponemos las pilas y reaccionamos pronto. Y el único modo de hacerlo, como hemos visto con esta pandemia, es tejiendo estrategias de colaboración internacional.
 
Volviendo a la película, ¿trabajar con un equipo integrado por personas que forman parte de su propio círculo afectivo facilita o dificulta su labor como director?

Cuando me preguntan por esto siempre pongo el ejemplo de John Cassavetes. Al margen de sus muchos talentos como cineasta, en sus películas existe un amor por los personajes que no es sino reflejo del amor que él sentía por aquellos actores que los interpretaban. A mí me ocurre exactamente igual cuando ruedo junto a mi mujer o a mis amigos.