Maitane Aldanondo
Portugalete

Soluciones abiertas, flexibles y adaptables para el sector industrial

La startup vizcaina HardSoftKoop desarrolla soluciones dirigidas a la Industria 4.0 basada en hardware y software libre. El deseo de trabajar con base en otros valores es la principal motivación de Javier Álvarez y Óscar Fernández para seguir adelante.

Óscar Fernández y Javier Álvarez forman el equipo de HardSoftKoop, startup dedicada crear soluciones basadas en software y hardware libre.
Óscar Fernández y Javier Álvarez forman el equipo de HardSoftKoop, startup dedicada crear soluciones basadas en software y hardware libre. (Hardsoftkoop)

A postar por otras formas de hacer, así como potenciar el uso del hardware y software libre –open source– impulsaron a Javier Álvarez a crear HardSoftKoop en febrero de 2021. La compañía, con sede en el vivero empresarial Zitek de la UPV-EHU, en Portugalete, ofrece productos y servicios para el ámbito de visión artificial, automatización y ciberseguridad.

Su promotor es físico especializado en electrónica y automática, y durante años ha tenido como hobby el software y hardware libre. Intentó introducirlo en su trabajo, pero no fructificó, «no había ningún afán de seguir por ese camino». Valoró cambiar de rumbo dentro de la empresa, pero al final decidió acogerse a una baja incentivada. Llevaba años dándole vueltas a esa opción, pero fue un excompañero que ya había dado el paso previamente el que le animó a emprender. «Me presentó a una empresa que tenía una necesidad de visión artificial y ahí se desencadenó todo. Hemos estado un año con ellos haciendo nuestra aplicación HSK Vision», apunta.

Tiró de recursos propios para la inversión inicial de 9.000 euros y en noviembre se sumó Óscar Fernández. El alicantino es matemático y estaba haciendo un máster en la universidad, a través de la cual logró las prácticas. El deseo de Álvarez es que siga en el proyecto, incluso sumándose como socio. Su intención inicial era crear una cooperativa, pero no fue posible al estar solo; aunque no descarta retomarla en el futuro. Reconoce que sin el dinero de la baja incentivada, tal vez lo habría mantenido como hobby. Tuvo que cambiar el chip pero ahora no volvería atrás, «de hecho, es un incentivo para hacerlo lo mejor posible». Comparada con su experiencia laboral, Fernández también prefiere la actual. «Es mejor hacer las prácticas en una startup que en una empresa grande. Allí no se centraban tanto en mí, aquí, Javi me va guiando», reconoce.

Todo el dinero que lograron el año pasado lo ha reinvertido en la empresa, y a diferencia de Fernández, Álvarez no tiene sueldo. Han recibido una ayuda de 5.000 euros de la Diputación de Bizkaia y ahora están en proceso de que les concedan otra. Precisamente, la burocracia es uno los principales obstáculos, en opinión de los dos compañeros. «Lleva muchísimo tiempo» y, a veces, para lograr las ayudas hay que adelantar las facturas. Álvarez considera que «está bien que haya control, pero a las empresas pequeñas lo que les hace falta es liquidez. Muchas veces se va muy lento y las startups necesitan ir rápido, porque sino se les puede morir la empresa antes de ayudarla». Pese a las dificultades, están satisfechos con la experiencia. «Aprendemos cómo, cuándo y para lo que queremos. Somos pequeños e independientes, no hay cortapisa para entrar en otros ámbitos que nos interesen».

Ética y potencial

Su primer producto estará presente en la Bienal de Máquina Herramienta en junio. HSK Vision es una solución de control de calidad que han desarrollado para una empresa que hacer tarjetas inteligentes, «un sello de calidad» de cara a sus clientes, que puede ser útil en otros sectores. Al ser software libre tiene la ventaja de ser un producto «abierto, flexible, y adaptable a las necesidades del cliente, lo que conlleva un ahorro en costes de licenciamiento y desarrollo más rápido». Junto con esa parte «ética», el software libre tiene una parte técnica «muy fuerte» que puede hacer que las empresas «tiren adelante sin grandes inversiones, con trabajo ya hecho, y con posibilidades de mejorar el software».

En breve prevén entrar en la parte de hardware, donde, en palabras de Álvarez, es más complicado acceder. Trabajan en una cámara termográfica que esperan tener lista en unos meses. Procuran que sus proveedores sean lo más abiertos posibles, «nos da flexibilidad y fuerza». Tiene un acuerdo con el fabricante catalán Industrial Shields y el hardware que utilizan tiene certificación industrial.

Se dirigen al sector industrial, como la automoción, los componentes o el control de calidad de piezas; también a la alimentación, asimismo tienen un proyecto sobre seguridad. No descartan introducirse en la educación, a futuro. En este primer año ha logrado participar en el programa BIND 4.0, lo que les está sirviendo para conocer las necesidades y oportunidades que la visión artificial puede tener en otros sectores.

De cara al futuro, quieren seguir desarrollando productos en el sector de la visión artificial, donde se han centrado al ser sólo dos, y generar nuevos en las áreas de automatización y ciberseguridad. El equipo de HardSoftKoop da gran importancia a la I+D+i; por eso, su intención es dedicar el 20% de la facturación a este objetivo. No obstante, consideran que a día de hoy le dedican más. «Prácticamente todo el día es I+D+i, aprender cosas nuevas. Ahora mismo, casi se va más tiempo en aprender cosas nuevas, ver cómo aplicar, tanto a nivel técnico como de aplicación», matiza Fernández.