Semana de alegría pero también de trabajo en Zubieta, donde las futbolistas de la Real recuerdan que «la temporada no ha acabado». El domingo se aseguró el billete a la Champions League pero todavía puede redondearse la que ya es la mejor Liga de su historia haciéndose con el segundo puesto de manera definitiva.
«Todavía nos queda ese punto para completar esa temporada redonda», recordaba este mediodía Gemma Gili, que en cualquier caso acabará feliz por haber alcanzado ya una meta «histórica para el club. Para nosotras como grupo es un paso enorme. Desde principio de temporada la evolución del equipo ha sido increíble. Es la constatación de que se han hecho las cosas bien, de que vamos en la línea correcta y de que éste es el camino. Y, obviamente, ahora a pelear por intentar quedar segundas porque de cara a la Champions cambia bastante entrar como segundas o como terceras», insistía.
Más especial aún que para la castellonense está resultando el año para Ane Etxezarreta, una futbolista de la casa que ya pudo disfrutar de la Copa y ahora lo hará también de la mejor competición de clubes del mundo. «Es bastante difícil de expresa –reconocía–. Era un sueño, algo que imaginabas pero realmente era muy difícil pensar que lo conseguirías. Es una felicidad diferente, que además la puedo compartir con las compañeras, que es muy bonito».
La beasaindarra, que este año se ha ganado la confianza de Natalia Arroyo que le faltó el pasado –es la 11ª futbolista con más minutos de la plantilla–, ha admitido que el objetivo cuando arrancó la Liga no era precisamente el que se ha conseguido. «Lo importante era hacer un grupo, que las que venían se amoldaran lo más rápido posible a lo que es Zubieta, lo que es el equipo, a las compañeras. Básicamente es en lo que pensábamos para intentar hacer un buen año. Que íbamos a ir a Europa o ser subcampeonas, no lo pensábamos».
Pero se ha logrado y ahora toca disfrutarlo. En cierta manera, también sufrirlo. Porque como explica Gemma Gili, que tiene experiencia en el torneo, «la Champions es una competición muy exigente, te toca viajar a campos difíciles, hay rivales que han ganado sus Ligas… Cada partido es de un nivel altísimo. Evidentemente, en esta Liga también hay mucho nivel, cada fin de semana nos exige muchísimo y creo que eso nos va a ayudar de cara a la Champions. Mi consejo es que no desperdiciemos ni un minuto porque cada minuto cuenta y cada partido es único».
Antes de debutar en competición europea, las donostiarras disfrutarán de sus vacaciones. Y, antes aún, cerrar el curso sumando el punto que les asegure la segunda plaza y disfrutar de un fin de fiesta inmejorable en Anoeta, que el próximo 15 de mayo acogerá el derbi de la última jornada entre Real y Alavés. «Estamos supercontentas de poder acabar un año tan perfecto todas juntas y celebrando con la afición en Anoeta y espero que venga mucha gente y lo disfrute con nosotras», enfatizaba Etxezarreta, mientras su compañera deseaba que «lleguemos a ese partido con los deberes hechos y podamos celebrarlo con la gente, que sea un día que lo disfrutemos todos. Creo que sería el punto final perfecto a una temporada increíble».