El principio de acuerdo entre Partido Socialista y La France Insoumise era un hecho desde la mañana de este miércoles. A primera hora de la tarde, mediante un comunicado conjunto, ambas formaciones han confirmado haber cerrado un compromiso sobre programa y candidaturas.
El compromiso debería ser validado en las próximas horas por el consejo nacional de la formación que lidera Olivier Faure, lo que a la vista de las persistentes tensiones en el partido no es un simple trámite.
De confirmarse, como se espera, la fumata blanca, la Nueva Unión Popular Ecológica y Social (NUPES) estará formada, al menos, por La France Insoumise, Europe Écologie-Les Verts, Partido Comunista y Partido Socialista, a expensas de que cristalice un posible compromiso con otras fuerzas como los anticapitalistas de Philippe Poutou.
La pequeña marca Génératio-n-s, escisión del PS que apoyó al ecologista Yannick Jadot en la elección presidencial, ya expresó su compromiso con la alianza incluso antes de que FI rubricara el compromiso que dejará un centenar de cabezas de lista en manos de los verdes.
El compromiso suscrito hoy por PS-FI, según las primeras filtraciones, colocaría a los socialistas como cabeza de lista de unas 70 circunscripciones en las próximas elecciones legislativas, cuya primera vuelta se celebrará el próximo 12 de junio.
El acuerdo, sellado de forma definitiva ayer mismo con los comunistas, y esta tarde con el equipo negociador de los socialistas, se produce en un contexto cargado de reminiscencias históricas.
Efectivamente, ayer, 3 de mayo, se cumplieron 86 años de la victoria del Frente Popular en las elecciones legislativas.
El Partido Comunista, que en 1936 apoyó desde fuera al ejecutivo de Léon Blum, se ciñó a esa fecha para comunicar su decisión de sumarse a la Nueva Unión Popular Ecológica y Social.
A cambio, los comunistas encabezarán medio centenar de las 577 circunscripciones en las que se elegirán a otros tantos diputados.
El «principio de acuerdo» con el PS se hacía esperar unas horas más. Y la dirección socialista se veía sometida, entre tanto, a una fuerte campaña de presión, encabezada por antiguos cargos de la formación, descontentos con la idea de integrar una coalición liderada por Jean-Luc Mélenchon.
Pierre Jouvet, el jefe de las negociaciones por el PS, trataba ayer de mantener viva la llama del optimismo al asegurar que «estamos a unos cuantos pasos de un acuerdo histórico», mientras que el propio primer secretario de los socialistas remarcaba, vía Twitter, que de la mano del Frente Popular llegaron para los trabajadores franceses la semana laboral de 40 horas, las vacaciones pagadas y el aumento de los salarios.
«Nuestras raíces están ahí y en ningún otro lugar», aseveraba el primer secretario de los socialistas franceses.
Esa reinserción de la sigla de la rosa no era sustentada por destacados antiguos cargos del PS. Un millar de exresponsables de la formación hacían pública una carta y el ex primer ministro Bernard Cazeneuve, advertía de que abandonará el partido de hacerse bueno el acuerdo. Hoy, una vez que se ha confirmado el comprimiso, también el expresidente socialista François Hollande se ha expresado en contra de la alianza.
Investidura doble el 7 de mayo
Así las cosas y a la espera de los últimos flecos, el frente amplio de la izquierda gala es ya una realidad y según el calendario que barajan los integrantes de la nueva unión popular, la alianza debería presentarse de forma oficial en un acto público el próximo sábado, 7 de mayo.
Ese mismo día, a las 11.00, Emmanuel Macron será investido para un segundo mandato en el Palacio del Elíseo.
De esta forma se visualizarán los dos proyectos, antagónicos, que se disputarán, de dar por buenos los sondeos, la mayoría de los escaños de la próxima Asamblea Nacional.
De hecho, además de la efemérides histórica, de aquel gobierno de 1936, el factor demoscópico ha pesado de manera importante en la fase final de las negociaciones para constituir ese frente amplio electoral a la izquierda.
Un sondeo del instituto Harris Interactive, publicado ayer, situaba a la alianza de la izquierda en disposición de disputar con la formación macronista la primera plaza, y otras encuestas la sitúan en un 28% frente al 24% de LREM, lo que implicaría que la la ultraderecha de Marine Le Pen quedaría en tercera posición en la primera vuelta de las legislativas, el próximo 12 de junio.