Desde hace una semana la incineradora de Zubieta no valoriza los residuos que quema y ni genera electricidad ni la vierte en el red, que debería ser uno de sus objetivos para justificar su actividad. Así lo denuncia el colectivo GurasSOS, que informa de que el transformador central de la instalación se ha vuelto a averiar, en medio del silencio de los responsables técnicos e institucionales.

La asociación ha dado cuenta de que «los equipos técnicos de la incineradora de Zubieta, que las instituciones guipuzcoanas habían presentado como los más avanzados en la materia, vuelven a fallar estrepitosamente: El transformador principal se ha vuelto a ‘quemar’ y de ello podrían derivarse consecuencias medioambientales aún más graves que las ya existentes por el funcionamiento habitual de la planta».

Según informaciones a las que ha tenido acceso GuraSOS, «la semana pasada se sucedieron repetidos disparos y rearmes del transformador principal de la planta. Como resultado ‘se han cargado’ dicho transformador, en palabras de nuestros informantes, y ya no es posible ni generar ni verter electricidad alguna». Apuntan que «ese era precisamente el objetivo de la planta de Zubieta, es decir, transformar los residuos sólidos urbanos en energía eléctrica para su posterior consumo».

Lo que técnicamente y en términos administrativos se define como «accidente industrial grave», se produjo la pasada semana, a tenor de las informaciones recabadas por GuraSOS.

Recuerdan que «no es la primera vez que ocurre. Con éste son ya tres los casos en los que el transformador queda inutilizado. El 11 de junio de 2019 sufrió una explosión e incendio durante su primera prueba. El 1 de septiembre de 2020 ocurrió lo mismo durante su segunda puesta en marcha».

En ocasiones anteriores, el transformador averiado fue enviado a Alemania, de donde procede, para su reparación. Pero esta vez no parece estar claro que se proceda de igual manera, y las autoridades podrían intentar que se reparara en alguna instalación especializada dentro del Estado español.

Semanas sin valorizar

Se tome la decisión que se tome finalmente, GuraSOS asegura que «durante ese tiempo, no se va a valorizar nada, tampoco en el caso de que se instalara un sistema provisional para ello». Recuerdan que «ya en otoño del 2020 se procedió a una medida similar, como consecuencia de la avería acaecida entonces, pero la solución provisional solo fue capaz de verter a la red un tercio de la potencia generada».

Asegura la asociación que de adoptarse ahora la misma solución, «el sistema provisional no cumpliría con el nivel de eficiencia energética requerido para alcanzar el objetivo de la  valorización. La planta estaría incinerando, pero no valorizando». E incide en que «la planta de Zubieta ni ha sido diseñada ni autorizada para incinerar, sino para valorizar».

«Una mala elección»

GuraSOS da cuenta de que «en opinión de ingenieros de experiencia contrastada consultados sobre las posibles causas del accidente, el ‘transformador de tipo seco y con ventilación forzada de aire’ (no refrigerado por aceite) fue una mala elección, como prueba el hecho de sus continuos accidentes».

Como consecuencia de ello, la última reparación realizada en el transformador apenas ha durado un año escaso, según constata este organismo. Y afirma que los técnicos señalan que «si un equipo no está funcionando bien por problemas de temperatura, como parece desvelar el presente caso, sería aconsejable hacerle operar por debajo de su capacidad, y no por encima de sus posibilidades, con el fin, por ejemplo, de obtener mayores rendimientos económicos».

GuraSOS denuncia que «según esta hipótesis, la avaricia por obtener grandes beneficios derivados del alto precio de la electricidad en la coyuntura de mercado actual habría roto el saco que representa el transformador».

«Caduco, opaco y fallido»

La asociación GuraSOS manifiesta que el proyecto de la incineradora de Zubieta «se vendió como de última generación, avanzado tecnológicamente, transparente y verde. La realidad, sin embargo, está demostrando que nos hallamos ante un proyecto caduco, opaco y fallido».

En su opinión, «la planta que se nos ha vendido como moderna y segura ha demostrado ser, además de mediambientalmente agresiva y regresiva, un fracaso sistémico de seguridad, al que hay que poner remedio antes de que sea demasiado tarde. Estaría bien empezar por reconocer esa realidad y el fracaso del proyecto».

Concluyen que «no podemos seguir así. Son más de diez los accidentes ocultados –que se recogen en la cronología que acompaña a estas líneas– Algunos muy graves e incluso objeto de investigación judicial por delito ecologico.

GuraSOS denuncia «opacidad» y exige «control democrático»

Al tiempo que da cuenta de la nueva avería, GuraSOS denuncia que todas las averías y accidentes son reiteradamente ocultados y tampoco se da cuenta de ellos a la Asamblea de GHK ni a las Juntas Generales de Gipuzkoa, que deberían controlar la instalación y «se tienen que enterar de todo por la prensa».

Aseguran a este medio que «sobran accidentes y faltan respuestas. Desconocemos cómo se está abasteciendo energéticamente la planta, si está en funcionamiento, qué se está haciendo con los residuos, si se está incinerando, en ese caso al no bajar la temperatura de los gases combustión con el vapor qué efectos sobre la salud y el medio ambiente está teniendo la salida de gases a alta temperatura, cómo está afectando esta situación a los sistemas correctores (filtros…) y de seguridad diseñados para un funcionamiento normal».

Añade la asociación que «desconocemos si el departamento de Industria del Gobierno Vasco ha adoptado alguna medida ante este ‘accidente industrial grave’, si ha ordenado paralizar la actividad, si Medio Ambiente es conocedora de la situación, si se le ha comunicado, qué medidas ha adoptado….»

GuraSOS propone a los responsables políticos «abrir un debate sobre el futuro de esta instalación y el control democrático de su funcionamiento que incluya garantizar la participación ciudadana y de expertos independientes».

CRONOLOGÍA DE ACCIDENTES DENUNCIADOS POR GURASOS

22 de marzo de 2018
SOS Deiak recibió un aviso de un vertido en Arkaitzaerreka, que procedía de las obras de la Incineradora. Las autoridades responsables no habían dado cuenta del vertido y trataron de ocultarlo.

11 de junio de 2019
Se produjo una explosión y pequeño incendio en las protecciones del transformador principal, cuando intentaban energizarlo por vez primera para suministro de la planta. Causó daños de consideración en tres transformadores. También ocultaron este primer accidente industrial. De hecho el Departamento de Industria les sancionó por ello y por haber construido y puesto en marcha el transformador sin haber obtenido la autorización previa.

28 de julio de 2019
Un nuevo vertido en Arkaitzaerreka. Esta vez ya estaba en funcionamiento la TMB. Tampoco se informó a la opinión pública.

18 de marzo de 2020
Un grave accidente químico con vertido de amoniaco a la regata. Está siendo investigado por el Juzgado de Instrucción N.º 5 y fue descubierto por la UCOMA de la Guardia Civil en el seno de la investigación del vertido de 9 de mayo de 2020.

9 de mayo de 2020
Un vecino da el aviso a SOS Deiak. Cientos de peces y anguilas aparecen muertas flotando en Arkaitzaerreka. Vuelven a ocultar el accidente, esta vez químico. Llevaban vertiendo desde el 7 de mayo millones de litros de agua amoniacada. Un auténtico delito ecológico que destruyó el ecosistema de la regata. Se investiga en el Juzgado de Instrucción Nº5 en las DDPP 991/2020

Septiembre de 2020
Nuevo incendio en el transformador principal cuando trataban de energizarlo por vez primera para generar electricidad. Cuarto accidente industrial grave, que se vuelve a ocultar.

Noviembre de 2020
Se produce un incendio grave en el foso de residuos de la incineradora. Fue un incendio muy importante, mucho mayor que el resto. No se avisa siquiera a los bomberos y se controla el fuego por los trabajadores.

Diciembre de 2020
Nuevo incendio en el foso de la incineradora, controlado por los trabajadores y ocultado también a la ciudadanía.

12 de enero de 2021
Tercer incendio en dos meses. Esta vez las autoridades llaman a los bomberos y SOS Deiak anuncia en Twitter el suceso. El incendio se había iniciado el día anterior.

3 de enero de 2022
Nuevo incendio, esta vez en el área de biometanización de residuos orgánicos de la incineradora de Zubieta, bautizada por sus promotores con el nombre de “Complejo Medioambiental de Gipuzkoa”