No las tenía todas consigo, pero finalmente Javier Maroto seguirá amortizando su empadronamiento en Sotosalbos, provincia de Segovia, a donde se marchó después de quedarse sin escaño en Araba.
El exalcalde de Gasteiz tenía que revalidar en las Cortes de Castilla y León su cargo de senador autonómico, que le permite ser portavoz del Partido Popular en la Cámara Alta sin ganárselo en las urnas.
El nuevo socio del PP en la Junta, Vox, había amagado con no respaldar la terna formada por el propio Maroto, su compañero Vidal Galicia y el representante del PSOE Fran Díaz, un reparto marcado por los resultados de las últimas elecciones autonómicas y que se vota en bloque.
Sendas delegaciones de PP y Vox han estado reunidas hasta minutos antes de la votación, y finalmente ha habido fumata blanca para alivio de Maroto. Los candidatos han cosechado 44 votos a favor (31+13), por 36 en contra (PSOE, UPL, Soria Ya, Unidas Podemos y Por Ávila) y uno en blanco (Ciudadanos).
Se da la paradoja de que el PSOE ha vuelto a votar en contra de su propio candidato, como ocurrió también hace casi tres años, por «coherencia», ya que siguen sin estar conformes con que el PP designe a Maroto como representante de esta comunidad autónoma.