Roberto Torres es el último futbolista rojillo que le marcó un gol al Getafe. Y de ello hace ya más de ocho años. El 9 de febrero de 2014, Osasuna ganó al conjunto azulón por 2-0 en el estadio iruindarra, gracias a la mencionada diana del de Arre y también a una anterior de Oriol Riera casi al comienzo del partido.
Desde entonces, total sequía navarra cuando se ha acercado a la portería getafense. Hasta cinco oportunidades ha tenido después de esa victoria el bloque rojillo para volver a anotar, pero las ha desaprovechado todas ellas. De hecho, los duelos entre Osasuna y Getafe se vienen caracterizando a partir de dicha fecha por el cerocerismo.
Hasta en tres ocasiones se ha dado ese raquítico resultado, todos ellos estando ambos equipos en Primera. Dos en la misma 2019-20, tanto en el encuentro de la primera vuelta como en el de la segunda, y el tercero en El Sadar en el curso pasado.
Los otros dos marcadores finalizaron con victoria por la mínima para el cuadro madrileño. La campaña pasada gracias a un tanto de Mata y en el actual ejercicio –a mediados de diciembre pasado–, con un doloroso gol de Poveda en el descuento, último precedente de duelos entre ambos conjuntos.
Habrá que confiar en que el envite de este miércoles no vaya por los mismos derroteros y que la afición disfrute de un bonito espectáculo, más allá de que el objetivo de Osasuna es mantener la actual novena plaza, que sería el mejor puesto de la era Arrasate en la máxima categoría.
Tampoco puede especular demasiado el Getafe, teniendo en cuenta que todavía no está salvado de manera matemática, ya que se encuentra a cinco puntos del descenso con nueve en disputa todavía. Los azulones han virado su errático rumbo –llegó a perder los siete primeros encuentros ligueros– con la llegada de Quique Sánchez Flores, pero les resta certificarlo para no meterse en problemas de última hora.
Lo más probable es que haya variaciones en el once de Osasuna, ya que Jagoba Arrasate dejó en el banquillo a muchos teóricos titulares frente al Espanyol, con la idea de economizar esfuerzos en una semana con tres compromisos por disputarse.
Una de ellas podría ser la presencia de Oier, una vez anunciado oficialmente que no continuará en el equipo la próxima campaña, o también la del citado último goleador frente al Getafe, un Roberto Torres que, desde que expresó públicamente sus quejas por su poca participación en el equipo, todavía ha dispuesto de menos minutos.
Junto a ellos, Nacho Vidal, Lucas Torró, Rubén García o Chimy Ávila podrían recuperar su condición de titulares, si bien la escuadra navarra no les echó mucho en falta en el buen primer tiempo que firmó en el RCDE Stadium, aunque no pudiera llevarse definitivamente el triunfo.
Arrasate: «Le estaré eternamente agradecido»
Como no podía ser de otra manera, Arrasate ha comentado la noticia del momento, la no continuidad de Oier como rojillo. «Ha sido una bendición poder estar con él en cuatro años fantásticos en los que ha isdo una pieza muy importante. Le estaré eternamente agradecido», ha señalado el técnico rojillo.
«Es un placer que haya sido capitán. Nos ha facilitado mucho las cosas, más allá de su rendimiento, que ha sido buenísimo, fuera del campo es un futbolista con carisma, que tira del carro y que es un ejemplo para los demás», ha resaltado.
Por ello, «tenemos que ser sinceros con él, entender que hay gente que está pisando fuerte, el Promesas está haciendo las cosas bien y que hay jugadores para ayudarnos en determinadas posiciones desde ya», ha ahondado en la cuestión.
Tomar este tipo de decisiones no ha sido sencillo. «No son días fáciles ni para él ni para mí. Si estás dos años en el club, igual no te pasan estas cosas; si estás cuatro años, te pueden pasar. Si estás más, es inevitable que esto suceda», se ha sincerado Arrasate.
En esta misma línea, ha insistido en que « ha sido un año complicado donde teníamos que dar muchas vueltas. Si queremos alargar esto, tenemos que hacer este tipo de cosas. Ha sido Oier y pasará con otros también, porque queremos seguir mejorando por mucho que nos duela».
En todo caso, Osasuna cuenta con días por delante para «poner todo en valor y mostrarle ese cariño que tenemos todo el mundo hacia él. Me gustaría que se despidiera como se merece, por todo lo alto».«El legado de Oier va a seguir. Todos tienen cosas de Oier porque todos se fijan en él», ha añadido.
Ya centrado en el duelo contra el Getafe, Arrasate ha recordado que es un equipo «que encaja muy poco y sabemos de la dificultad, pero, si estamos bien, somos difíciles de batir». Los azulones son un conjunto al que es «tremendamente difícil meterle mano. Espero un partido cerrado, a ver si somos capaces para adelantarnos, algo que cambiaría el escenario».
Ha avanzado que habrá «muchos cambios» respecto al once que se midió al Espanyol, con el fin de ser competitivos con gente «que tiene ganas de entrar». Así, ha concluido que al equipo le restan «doce días para echar el resto».