Estados Unidos está a punto de eliminar a cinco grupos que ya no existen de su «lista negra de organizaciones terroristas extranjeras». Entre ellas se encuentra ETA, cuatro años después del anuncio del final de su ciclo.
La lista la completan la secta japonesa Aum Shinrikyo, el grupo judío Kahane Kach y dos grupos islámicos que han estado activos en Israel, Palestina y Egipto.
El Departamento de Estado de EEUU notificó el viernes al Congreso las medidas y señaló que «las designaciones de terrorismo para los cinco grupos se eliminarán formalmente cuando las determinaciones se publiquen en el Registro Federal, lo que se espera para la próxima semana».
La agencia Associated Press ha obtenido copias de las notificaciones, todas firmadas el miércoles por el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken.
La noticia suena a obvia en Euskal Herria, pero llega apenas cuatro días después del último intento de la derecha española de seguir falseando la realidad de los hechos. Fue la presidente de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien, dirigiéndose al portavoz del PSOE en la Asamblea madrileña, afirmó que «que ETA exista no depende de mí, depende de su Gobierno y de su jefe».
Víctimas como María Jauregi volvieron a reprocharle el uso de ETA que hace la líder del PP en Madrid.
Ez dakit zer den okerragoa: ETAren etengabeko erabilera, duela urte batzuk desegin zela jakinda, edo esandakoari emandako txalo zaparrada. Errespetu falta itzela iruditzen zait, hori da dakidan gauza bakarra. https://t.co/BWQp2c9CMx
— Maria Jauregi (@MJauregiLasa) May 12, 2022
En la red no son pocos los comentarios en castellano que critican la decisión de EEUU, incluso quienes aprovechan para reclamar «que vuelva Trump» o quien ve «la conjunción Sánchez-Biden» en este movimiento. También quien se esperaba esta reacción y han avanzado titulares como «Biden es ETA».
Biden es ETA lo veo venir 藍 https://t.co/Xw8V34njQo
— Bulldog Punk (@vigobulldog) May 16, 2022
Lo cierto es que la eliminación de ETA de esta lista responde a los criterios marcados en la creación de la propia ley que la creó, que estipula una revisión cada cinco años. Las reevaluaciones tienen en cuenta si los grupos designados todavía están activos, si han cometido «actos terroristas» en los cinco años anteriores y si la eliminación o retención de la lista sería «de interés para la seguridad nacional» de los EEUU.
Según la ley que creó la lista, el secretario de Estado puede eliminar grupos que considere que ya no cumplen con los criterios. Este es el caso evidente.
La eliminación de los grupos de la lista deja sin efecto una serie de sanciones, como la prohibición de viajar a EEUU que ha afectado durante décadas a expresos políticos vascos.