El Ministerio de Exteriores de Turquía ha convocado al embajador de EEUU en Ankara, Jeff Flake, por anticipar, en un aviso previo a los ciudadanos norteamericanos, un comportamiento violento de las fuerzas policiales turcas con vistas a la multitudinaria manifestación del pasado sábado en Estambul, en la que cientos de miles de personas protestaron contra el encarcelamiento de la presidenta del principal partido de oposición en la ciudad.

En su aviso, la Embajada de EEUU alertaba que «la Policía Nacional de Turquía ha usado en el pasado medidas como cañones de agua, gases lacrimógenos y proyectiles no letales y existe una gran posibilidad de que se empleen medidas similares en esta demostración».

Por ello, la Embajada auguró que «podrían ocurrir eventos impredecibles y violentos» e indicó que los ciudadanos estadounidenses «deben evitar las protestas».

«Resulta inaceptable dar la impresión de que la violencia policial en nuestro país representa un grave problema»

Como respuesta, el Ministerio de Exteriores turco ha denunciado lo que ha interpretado como «acusaciones infundadas sobre las medidas tomadas por las unidades de seguridad en tales manifestaciones» y expresó ante el embajador la «incomodidad» de Turquía respecto a sus declaraciones.

«Resulta inaceptable que dé la impresión de que la violencia policial en nuestro país representa un grave problema, al contrario de lo que ocurre en Estados Unidos», ha criticado el Ministerio de Exteriores turco.

«Las marchas políticas son una tradición en nuestra democracia y la del día de ayer ocurrió sin problemas ni incidentes», apunta la nota.

«Al embajador Flake también se le transmitió que esperamos que las autoridades estadounidenses emitan advertencias de viaje a sus ciudadanos en el futuro teniendo en cuenta los hechos», añade la nota del Ministerio recogida por el portal de noticias ‘Eha Medya’.

Prisión por insultar a Erdogan

La protesta de Estambul, en la que participaron cientos de miles de personas, exigía la suspensión inmediata de la pena de cárcel a la máxima responsable en la ciudad de la principal formación opositora del país, el Partido Popular Republicano (CHP), Canan Kaftancioglu.

En 2019, Kaftancioglu fue condenada a 9 años y 8 meses de cárcel por, según los tribunales, insultar al presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, así como al Estado turco en algunas publicaciones en su cuenta de Twitter entre 2012 y 2017. La opositora apeló el veredicto y, recientemente, el Tribunal Supremo de Apelaciones turco ha ratificado el veredicto, pero ha rebajado la condena de 9 años a 4 años, 11 meses y 20 días.

En la jurisdicción turca, las condenas de prisión menores de 5 años normalmente suelen ser suspendidas, por lo que se prevé que Kaftancioglu tan solo pase unos días en la cárcel. Sin embargo, los tribunales le han prohibido participar en política durante los próximos 5 años.

Kaftancioglu es considerada como una de las grandes artífices de la victoria del CHP en las elecciones locales de 2019, que pusieron fin a 25 años de gobierno del partido de Erdogan y sus predecesores, Justicia y Desarrollo, en uno de los grandes reveses políticos sufridos por el mandatario en los últimos años.