La secretaria de Finanzas del Gobierno escocés, Kate Forbes, presentó este martes ante el Parlamento de Holyrood una revisión del gasto de recursos de varios años en Holyrood. En el documento adjunto de 79 páginas, destaca la financiación de una votación sobre la independencia de Escocia, con un coste de 20 millones de libras bajo el resumen de Constitución, Asuntos Exteriores y Cultura.
Hace meses que la premier escocesa, Nicola Sturgeon, anunciase que esta primavera se darían «nuevos pasos» de cara a la celebración de un nuevo referéndum. Y los presupuestos dados a conocer ayer por Forbes pueden ir en ese sentido.
Sin embargo, la noticia no ha tenido el impacto que el Gobierno escocés podía buscar. Y es que llega en un momento complicado para el Ejecutivo de Sturgeon. A pesar de que hace apenas cuatro semanas que el SNP logró sus mejores resultados históricos en unas elecciones locales, el independentismo se muestra cada vez más dividio ante la falta de concreción sobre la consulta soberanista. De hecho, en la última encuesta, publicada la semana pasada, el apoyo a la independencia había caído hasta el 45%.
Después de que se revelara la promesa de financiación, el jefe de política del SNP, Toni Giugliano, ha defendido en ‘The National’ que «el pueblo de Escocia votó a favor de que se llevara a cabo un referéndum de independencia en este parlamento, y es trabajo del Gobierno cumplir esa promesa».
Preguntado por el gasto de 20 millones en un momento de crisis como el actual, Giugliano se ha mostrado tajante: «El Gobierno escocés gasta 600 millones de libras esterlinas cada año para mitigar lo peor de las políticas conservadoras. Solo piense en lo que Escocia podría hacer si no estuviéramos atados al control de Westminster».
El referéndum de independencia de 2014 costó 15,8 millones de libras esterlinas, un aumento de 2,1 millones de libras esterlinas más de lo que se había estimado en un principio, debido a la alta participación.
Mientras que laboristas y conservadores se han apresurado a criticar esta asignación, los Verdes escoceses, aliados del SNP en el Gobierno de Edimburgo, han enfatizado que tanto su partido como el de Sturgeon se habían comprometido a celebrar el segundo referéndum como parte de sus manifiestos en las elecciones de 2021. «El gobierno escocés tiene un mandato claro para financiar ese referéndum y, a través de él, el pueblo de Escocia determinará nuestro futuro. Es realmente bastante simple».
La consulta sigue sin una fecha oficial, ni acuerdo o fórmula alternativa al acuerdo con el Gobierno británico para realizar el referéndum. En el caso del referéndum del 18 de setiembre de 2014, el acuerdo se firmó casi dos años antes, en octubre de 2012, lo que dio el pistoletazo de salida a una campaña larga y profunda.