M.A.
Elkarrizketa
Iratxe Acha
Coordinadora del Proyecto ORHI

«El valor ambiental tiene que ir de la mano de un valor económico»

En el proyecto ORHI, apoyado por el programa europeo Interreg-POCTEFA, participan un total de nueve entidades de toda Euskal Herria, La Rioja, Pirineos Atlánticos y Occitania. Está liderado por Saiolan, entidad en la que Iratxe Acha es responsable de proyectos.

Iratxe Acha.
Iratxe Acha. (NAIZ)

¿Qué aporta cada entidad al proyecto?

Su principal fortaleza es la diversidad. Dentro del sector las regiones tenemos un peso diferente en la cadena de valor, que son complementarios. Por ejemplo, Pirineos Atlánticos y Occitana son más fuertes en el sector primario, La Rioja y Nafarroa son muy fuertes en la industria de transformación alimentaria, y en Euskadi tenemos bastante actividad en la industria auxiliar o de oferta de soluciones. Vimos que había una complementariedad interesante en un sector que está presente en todo el planeta. Todo lo que pudiéramos aprender y mejorar en este proyecto podía ser transferible a otras regiones.

De hecho, han creado dos catálogos que están disponibles en la web de ORHI.

Para nosotros era muy importante identificar en nuestras respectivas casas qué hay que se pueda compartir y qué hay en el extranjero que pueda ser interesante que demos a conocer; pero también que no se quede solo aquí. Lo hemos recogido de manera más sencilla en la web y ya hay una ficha resumen con la persona de referencia de cada iniciativa, para que se puedan poner en contacto si quieren profundizar.

¿Cuáles son los principales obstáculos a la hora de implantar este tipo de iniciativas?

Las soluciones son atractivas, pero en el día a día y en el análisis a detalle, si no sale más rentable, no sirve. Si cuesta más es un freno. Puede cambiar el contexto en la medida en que se pongan más exigencias a verter residuos o a adquirir materias primas vírgenes; si incide en que me va a costar más, puedes darle un sentido económico a lo que antes no tenía. Va cambiando mucho y rápido por la creciente conciencia que hay, pero es un hecho que el valor ambiental tiene que ir de la mano de un valor económico. Tiene que tener sentido.

¿Tienen intención de seguir colaborando en el campo de la economía circular?

Este proyecto nos ha ayudado a conocernos como organización y creo que es un factor a aprovechar para poder seguir sumando fuerzas en el futuro. Desde que acabamos el proyecto nos reunimos cada cuatro meses, y en octubre hablaremos sobre las problemáticas y los retos en el ámbito de la economía circular que estamos detectando en los territorios para configurar una nueva propuesta de colaboración conjunta. Estamos en ello.