Derrota tras derrota… hasta la derrota final. Desde que perdió en 2017 las primarias del Partido Socialista francés, el exprimer ministro Manuel Valls no levanta cabeza, independientemente del terreno de juego que elija.
Este domingo se ha quedado fuera de la carrera en las elecciones legislativas galas, tras no superar la criba de la primera vuelta. El sistema electoral contempla once circunscripciones que agrupan a los ciudadanos que residen fuera del Estado francés, de un total de 577 escaños. Valls se presentó como candidato del partido del presidente Emmanuel Macron para la circunscripción que agrupa el Estado español, Portugal, Andorra y Mónaco.
Los comicios se celebran los dos próximos domingos, el 12 y el 19 de junio, pero la votación de la primera vuelta para estas circunscripciones en el extranjero se adelantó. Los aspirantes macronistas se situaron en cabeza en ocho de esas circunscripciones.
No fue el caso de Valls, que quedó tercero con 4.024 votos, por detrás del diputado macronista disidente Stéphane Vojetta (6.123) y de Renaud Le Berre (6.942), de la coalición unitaria de la izquierda, según los resultados oficiales.
«No puedo ignorar mi resultado»
«Asumo los resultados (...). Aunque la disidencia y la división sembraron confusión, no puedo ignorar mi resultado y el hecho de que mi candidatura no convenció», apuntó Valls en Twitter.
«Lúcidamente, debo sacar consecuencias. La vida es suficientemente bella para saber pasar página tranquilamente», añadió.
El exprimer ministro, que militó durante casi 40 años en el Partido Socialista, pidió el voto en la segunda vuelta para Vojetta en aras de evitar la victoria del aspirante de la Nueva Unión Popular Ecologista y Social, la alianza formada por Francia Insumisa, el PS, los verdes y los comunistas, que ganó en dos de las once circunscripciones y consiguió pasar a segunda ronda en todas excepto una.
Vojetta, diputado en la última legislatura por La República en Marcha –partido de Macron, ahora rebautizado como Rennaissance–, desafió la voluntad de los dirigentes de su formación y se presentó ante el «dedazo» de la candidatura de Valls, al entender que esta apuesta había sido «una decisión equivocada» debido al «rechazo en particular que sufre en España».
Valls se presentó en 2019 a la Alcaldía de Barcelona al frente de una lista apoyada por Ciudadanos, pero solo obtuvo el 13% de los votos. Dos años más tarde abandonó el Ayuntamiento de la capital catalana para relanzar su carrera política en el Estado francés, además de hacer de tertuliano en emisoras de radio.