Queda en la intimidad del Departamento de Salud si la consejera, Gotzone Sagardui, no era consciente de la repercusión de sus palabras sobre el «cambio de cultura de usos y costumbres en nuestra relación con los servicios sanitarios» o estaba lanzando un globo sonda.
En el acto organizado el miércoles por Executive Forum España, la consejera afirmó textualmente que «habrá que desplazarse con más frecuencia para determinados procesos, habrá consultorios que estén atendidos por servicios de enfermería, incluso que permanezcan cerrados en épocas como las que se avecinan, las vacacionales».
El torrente de críticas profesionales, políticas y sindicales había comenzado cuando a las 9.30 horas la consejera fue entrevistada en Radio Euskadi, donde arrancó afirmando que «yo lo cierto es que no entiendo qué ha ocurrido de ayer a hoy. Yo no he dicho nada que no venga diciendo desde hace año y medio que llevo en este cargo».
Pero lejos de calmarse, las aguas fueron agitándose y enturbiándose. Para las 13.20, Sagardui tenía fijada su participacion en el XXVIII Congreso Nacional de Medicina General y de Familia –también es casualidad– y a la entrada le esperaban algunos medios para recoger más declaraciones. Y allí fue donde aseguró que «no me estaba refiriendo a la atención primaria. Me refería a los retos de futuro».
Mensaje de tranquilidad
Gotzone Sagardui trató de tranquilizar a la ciudadanía, apuntando que «ayer no establecí ningún nuevo plan, ningún nuevo modelo. No hay cambio en el modelo de la atención primaria de Euskadi».
Afirmó que «no me estaba refiriendo a la atención primaria, yo estaba hablando de los retos a futuro que tienen las nuevas soluciones médicas, (...) especialmente de la gran especialización y el gran despliegue tecnológico que determinados procesos van a sufrir en los próximos años».
Gotzone Sagardui llegó a decir que «yo no hablé de la atención primaria, sí puse el ejemplo de la protonterapia». Y negó que se vayan a cerrar consultorios o que estos vayan a quedar exclusivamente atendidos por enfermeras en verano. Insistió en que «yo no hablé nada de eso. Este verano en Euskadi vamos a seguir con el plan de ordenar los centros de atención primaria. Ajustamos los horarios habitualmente cuando llegan las vacaciones».
Pero sí que lo dijo
El problema para Gotzone Sagardui es que, aunque su discurso del miércoles no esté recogido en la web Irekia del Gobierno, su Departamento sí que distribuyó el vídeo del acto organizado por Executive Forum, con su enlace para la red que está a disposición de quien quiera consultarlo.
En el minuto 26.31, tras hablar de los hospitales, señala que «todo esto es importante pero lo más urgente, aquello por lo que más nos interpela la ciudadanía de Euskadi en estos momentos, es la atención primaria».
En el minuto 31.31 afirma que en adelante «la enfermería va a tener un papel fundamental» y que gracias a su preparación hay «actuaciones que tradicionalmene se derivaban al facultativo y que ahora entran dentro del ámbito de sus competencias».
Y es en el minuto 32.52 cuando abiertamente deja claro que «no podemos obviartanto la especialización de recursos derivada de la innovación en técnicas y tecnología como la escasez de profesionales de familia». Sin dejar nunca de hablar de la atención primara, manifiesta que «nos enfrentamos al reto de trasladar a la ciudadanía que estamos ante un cambio cultural de usos y costumbres en nuestra relación con los servicios sanitarios. Habrá que desplazarse con más frecuencia para determinados procesos, habrá consultorios que estén atendidos por servicios de enfermería, incluso que permanezcan cerrados en épocas como las que se avecinan, las vacacionales».
Es decir, la consejera falta a la verdad cuando ahora dice que no habló de movilidad, de consultorios atendidos por enfermeras y centros cerrados en verano.
Críticas generalizadas e iniciativas
Desde la noche del miércoles, asociaciones profesionales, sindicatos y partidos políticos mostraron su total desacuerdo con las palabras de la consejera, a la que además acusaron de estar desmantelando la sanidad pública y carecer de previsión.
El Sindicato Médico de Euskadi, por ejemplo, denunció «unas pésimas condiciones» en la Atención Primaria, con más carga de trabajo, «mucha presión» y con la conciliación convertida en una «utopía». Y el Sindicato de Enfermería (Satse) recordó, por su parte, que lleva años alertando de la «falta de profesionales en los ambulatorios».
Los partidos de la oposición, además de hacer duras críticas, anunciaron iniciativas parlamentarias para exigir aclaraciones y responsabilidades a la consejera.
Entre los sindicatos, ELA convocó para hoy una reunión con agentes sindicales y otras organizaciones sociales.