Ainara Lertxundi
GARAren edizio taldeko kidea / Miembro del equipo de edición de GARA
Elkarrizketa
Laura Restrepo
Escritora colombiana

«Veo una juventud muy politizada, entusiasmada y decidida a ganar»

Escritora colombiana reconocida a nivel internacional, poseedora de varios premios literarios y de amplia trayectoria militante, Laura Restrepo vivió en primera persona el proceso de negociación que el presidente Belisario Betancur abrió con las guerrillas en 1984.

La escritora Laura Restrepo visitó Donostia en 2018 para presentar su novela «Los divinos».
La escritora Laura Restrepo visitó Donostia en 2018 para presentar su novela «Los divinos». (Andoni Canellada | Foku)

Escritora, periodista, militante política en diversas organizaciones de izquierda, comisionada de paz durante las negociaciones con la guerrilla del M-19 en los 80, exiliada. La colombiana Laura Restrepo, en cuyo primer libro “Historia de un entusiasmo” relata los pormenores del proceso de diálogo del gobierno de Belisario Betancur y su propia experiencia, observa con «entusiasmo» la posibilidad de que el candidato del Pacto Histórico, Gustavo Petro, gane en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de este domingo. En frente tendrá al «ingeniero», Rodolfo Hernández, apodado el «Trump colombiano».

«Viniendo de la generación que vengo, para mí hay un sentimiento de triunfo enorme. Las elecciones pueden ser un revés, pero hay una satisfacción de que durante los años transcurridos y pese a la violencia contra las fuerzas de izquierda y progresistas, el movimiento democrático sigue en pie. Lo que más maravilla es la profunda politización de la juventud», subraya en entrevista telefónica a NAIZ.

Exalcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández le debe  básicamente su éxito a Tik-Tok y a sus mensajes contra la corrupción y la clase política. Apodado el «Trump colombiano», analistas lo comparan con Jair Bolsonaro o con Nayib Bukele. ¿De cuál de todos ellos está más cerca?

La verdad es que no se tiene ni idea de quién es más allá de unos mensajes casi jingles publicitarios muy elementales anti clase política y corrupción y de una gestión en Bucaramanga que algunos califican de muy buena y otros de muy mala. Se sabe de su temperamento por los videos que él mismo ha difundido y que tiene un equipo de publicistas que se mueve al son de lo que se necesita; que se necesita un programa, construyen uno; que se necesita más autoritarismo, endurecen el discurso; que hay que rebajar el tono, lo hacen…

Es un tipo muy violento con un discurso xenófobo espantoso y machista. Un matón. Cuando pasa a segunda vuelta y se ve con opciones de ganar la Presidencia, se lanza a hacer decretos y a armar un programa de gobierno que no tenía. Lo primero que dice es que va a decretar un estado de conmoción interior, que va a cerrar una serie de ministerios y embajadas... Una estrategia populista de recortar gastos del Estado, el poder de partidos y, según dice, pagar la deuda de los estudiantes. Eso a mucha gente le habrá gustado, pero para otro sector que votó por él en primera son medidas claramente autoritarias e ilegales porque no puede gobernar vía decreto. 

¿Qué más se sabe? Que tiene al uribismo y a toda la vieja clase política detrás. ¿Pero quién infló de esa manera a esta persona? ¿Cómo se ha dado este fenómeno? No sabemos si eso lo pensaron desde el principio para el caso de que «Fico» se hundiera y tener así un reemplazo o si es un fenómeno del algoritmo. Creo que no se parece a ninguno de ellos porque Trump, Bolsonaro y Bukele han sido o son gobernantes, pero Hernández es un recién llegado a la política.

Aunque en las últimas semanas de la campaña para la primera vuelta situaban al «ingeniero» Hernández en la segunda vuelta con Petro, ¿le sorprende que finalamente haya sido así?

No, porque desde dos semanas antes ya se sabía lo que iba a pasar. Es la constatación del desplome de la derecha uribista y, al mismo tiempo, del auge de un voto no convencional, anticorrupción y antipolítica. Ahí le saca una tajada a Petro, que en comparación con Hernández tiene una larga trayectoria política.

«El estigma de ‘fue guerrillero’ ha ido perdiendo garra»

¿Quién ganará? Lo único seguro hasta ahora es que esto es un fenómeno de los algoritmos, de una multiplicación asombrosa de mensajes en Tik-Tok y de un buen equipo publicitario que sabe manejar perfectamente las consignas que calan en cierto grupo de la población al que le aburre la política, que no entiende mucho de programas y que tampoco quiere pensar mucho en eso.

¿Influyen más las redes sociales que un programa político bien estructurado?

No sé si más, porque la votación por Gustavo Petro en primera vuelta fue altísima, pero sí diría que la influencia de las redes es mucho más rápida. De todas formas, el episodio electoral es la punta del iceberg de un largo proceso de construcción democrática pese a toda la arremetida asesina del uribismo.

El M-19 al cual perteneció Petro impulsó una de las constituciones del mundo más avanzadas. Petro ha estado metido y en muchos casos liderando esas demandas. Por no decir que fue el primero en denunciar desde el Senado a riesgo de su vida los vínculos del Gobierno con los paramilitares. Viene construyendo su momento desde hace décadas, mientras que el otro es un fenómeno de un mes.

La velocidad está a favor de estas maniobras del algoritmo, pero según un refrán colombiano lo que sube como una palma cae como coco. La apuesta es que ese número importante de personas que votó por Hernández empiece a pensar que en realidad no se sabe a quién votó.

¿Cómo queda el uribismo tras la derrota de su candidato Federico «Fico» Gutiérrez?

Se ve una tendencia hacia abajo muy acelerada. El propio surgimiento de la nada de Hernández muestra el hastío de una parte de la población con la clase política tradicional. Pero también creo que el uribismo puede sobrevivir si se agarra a Hernández. No están enterrados ni tampoco faltos de recursos.

En campaña han proliferado mensajes misóginos, racistas... sobre todo hacia Francia Márquez, candidata a la Vicepresidencia. ¿Cómo han influido décadas de machismo, militarización, guerra…?

Los elementos machistas, represivos, etc. han estado ahí siempre. Para mí, el fenómeno interesante es el proceso democrático que se ha ido consolidando pese a que toda la maquinaria uribista se lanzó contra ascenso democrático. Líderes como Francia Márquez surgen precisamente de este auge popular. La votación por Petro es un paso más en este proceso de conquistas democráticas. Pese a la violencia ya la represión es un país muy vivo. Eso es lo novedoso.

«Si Petro no gana, habrá una oposición muy fuerte, eso ya es un hecho»

¿Qué hubiera sido de Colombia sin una generación de líderes de izquierda diezmada? 

Creo que ese proceso democrático se hubiera dado más rápido. Pero en Colombia la derecha siempre ha visto la muerte y el asesinato selectivo como una herramienta para frenarlo, aunque no ha contado con que cada líder muerto deja sucesores. Petro no era un hombre de primera línea en el M-19, pero a medida en que fueron matando a los viejos comandantes empezó a surgir gente nueva como Petro, que retoma viejas banderas y sigue con el proceso democrático.

Justo al día siguiente de que Petro ganara en primera vuelta, la Audiencia Nacional española dio a conocer que ha admitido a trámite una denuncia contra él por el secuestro de un periodista colombiano por parte del M-19. ¿Sigue teniendo peso su pasado guerrillero?

La derecha está aterrorizada porque el de Petro es un programa democrático, ni siquiera es socialista o revolucionario. Lo que pasa es que la no tolera ninguna medida de democratización, de mayor justicia y menor inequidad.

Y la derecha internacional está ardida, se vuelca hacia lo peor con tal de que no salgan fuerzas más democráticas. Ya salió Vargas Llosa diciendo que cualquier cosa menos Petro, que Bolsonaro es preferible a Lula.

Desde luego que le echan en cara su pasado guerrillero, pero parte de la población ha visto la importancia que tiene el desarme y el descenso de la violencia en muchas zonas.

Que Petro haya pertenecido a una guerrilla, que haya tomado la decisión política de dejar las armas y que haya cumplido con ese compromiso es más bien una garantía. En el interior del país, para muchos el pasado guerrillero de Petro, lejos de ser un karma es una garantía de un tipo comprometido con la paz.

En otros, en cambio, el hecho de que fuer guerrillero suscita una reacción visceral, para ellos no hay acuerdo de paz que valga. El hecho de ganar perfil político gracias a se viene evidenciando desde el proceso de la Constituyente que, básicamente fue impulsado por el M-19. Tanto es así que sacó mayoría en la Asamblea y uno de sus presidentes fue el comandante Antorio Navarro. El estigma de ‘fue guerrillero’ ha ido perdiendo garra.

¿Qué supondría para Colombia tener una vicepresidenta del perfil de Francia Márquez?

Muchísimo. Petro siempre ha sido un hombre demasiado desparpajado a la hora de buscar alianzas por la izquierda y por la derecha. Afortunadamente, creo que hubo presiones de las bases para que escogiera una vicepresidenta de otra índole.

Es cierto que en un país racista y machista como Colombia se pensó que el que la candidata fuera una mujer negra, de la costa y trabajadora iba a representar un problema, pero ha ocurrido todo lo contrario. La popularidad de Francia fue inmediata, todo un país opuesto a la violencia del uribismo y a la clase política tradicional vio en ella la encarnación de toda la movilización popular.

«No se tiene ni idea de quién es Hernández más allá de unos mensajes casi jingles publicitarios»

Y para los más progresistas, ella representa una garantía de que Petro se mantenga en una línea de alianzas más coherentes y más por la izquierda y populares .

El prólogo de su libro «Historia de un entusiasmo» finaliza con la siguiente afirmación: «Salud al entusiasmo de entonces para que cuando regrese nos encuentre jóvenes, alerta y dispuestos». ¿Ve el regreso de ese entusiasmo?

Viniendo de la generación que vengo, hay un sentimiento de triunfo enorme. Las elecciones pueden ser un revés, pero hay una satisfacción de que durante los años transcurridos y pese a la violencia contra las fuerzas de izquierda y progresistas, el movimiento democrático colombiano sigue en pie. Es de alguna manera ese viejo entusiasmo que viene desde los 80, que a veces hunde la cabeza y desaparece pero que vuelve a surgir. Veo una juventud muy politizada, motivada, entusiasmada y decidida a ganar.

«La derecha no tolera ninguna medida de democratización»

Si no gana, habrá una oposición muy fuerte, eso ya es un hecho, aunque se perdería la posibilidad, entre otras cosas, de construir un bloque latinoamericano progresista y de defensa de la dignidad y la autonomía del continente. Donde Petro se vaya, Colombia vuelve a ser la piedra en el zapato de una América Latina que trata de avanzar por caminos más progresistas.

Hernández votó «no» en el plebiscito por la paz. Sin embargo, ha dicho que si gana, una de las primeras cosas que haría sería reanudar los diálogos con el ELN. Parece que la paz vende discursivamente.

Creo que no dice nada de la verdadera voluntad de Hernández, se ha sacado de la manga una consigna popular. Pero si un tipo como él sabe que hablando de la paz gana votos, quiere decir que los procesos de paz y la urgencia del desarme son algo sentido y popular.

En el camino ha perdido a amigos, compañeros de militancia… ¿Qué supone en lo personal que Petro llegue de nuevo a la segunda vuelta?

Es muy emotivo. Has citado mi primer libro, “Historia de un entusiasmo“. Casi todas las personas que figuran en él han sido asesinadas. La mía fue una generación que se jugó a fondo, es una felicidad que a día de hoy haya un reconocimiento tan amplio a ese proceso democrático que se abrió en los 80, que tantos jóvenes lo estén asumiendo.