Las protestas contra el encarcelamiento de Pablo Hasél, en febrero de 2021, ya se han cobrado la primera condena. Se trata de William Aitken, un joven escocés de 22 años y vecino de la capital catalana a quien la Audiencia Provincial de Barcelona ha condenado a cinco años y un mes de prisión por su participación en los altercados, acusado de un delito de desórdenes públicos y atentado contra la autoridad.

Según la sentencia, habría quedado probado que Aitken movió contenedores, les prendió fuego y lanzó piedras contra los Mossos d’Esquadra durante la tercera jornada de manifestaciones para exigir la libertad de Pablo Hasél que se celebraron en Bacelona. De hecho, según apuntan medios catalanes, el veredicto está basado en el testimonio «absolutamente concluyente» de dos agentes de la Policía autonómica.

Por su parte, Aitken niega su participación en los incidentes y alude que llevaba un monopatín (considerado «un instrumento peligroso» en la sentencia) porque volvía de patinar con unos amigos. Su presencia en el lugar, entre Rambla Catalunya y la Gran Via de les Corts Catalanes, se trataría de un «error», tal com alegó el joven escocés durante su declaración en el juicio.

Debido a estos hechos, Aitken permaneció durante 36 días en prisión preventiva por «riesgo de fuga». La Fiscalía había pedido la sustitución de parte de la pena de prisión por la expulsión del condenado del Estado español, aunque el tribunal ha rechazado la petición. Su defensa, ejercida por el colectivo antirrepresivo Alerta Solidària, ha anunciado que recurrirá la sentencia.