La Unión Africana ha pedido una investigación «inmediata» por los al menos 23 migrantes muertos en la valla de Melilla y ha recordado «a todos los países su obligación bajo el derecho internacional de tratar a los migrantes con dignidad y priorizar su seguridad y los derechos humanos, así como abstenerse del uso excesivo de la fuerza».
«Expreso mi profunda conmoción y preocupación por el tratamiento violento y degradante a migrantes africanos que intentaron cruzar una frontera internacional desde Marruecos hacia España, con una violencia que causó la muerte de al menos 23 personas y heridas a muchas más», ha añadido el presidente de la Comisión de la UA, Moussa Faki Mahamat.
Sobre esta cuestión, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha insistido en culpabilizar a «las mafias internacionales que organizan los ataques violentos» del salto en la valla de Melilla.
«Lamentamos la pérdida de vidas humanas, en este caso de personas desesperadas que buscaban una vida mejor y que son víctimas e instrumentos de mafias y delincuentes que organizan acciones violentas contra nuestra frontera», ha afirmado en una entrevista en ‘La Vanguardia’ y ha agradecido a la Guardia Civil, la Policía española y la Gendarmería marroquí «su labor».
Ha defendido que el Estado español tenga buenas relaciones con Marruecos y Argelia al mismo tiempo: ha asegurado que Marruecos «es un socio estratégico» en lo que se refiere «al control de la inmigración y la lucha contra el terrorismo» y ha apostado por «ampliar el radio de colaboración con Argelia, en materia de emigración, seguridad y cooperación económica».
La Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) en la ciudad de Nador advirtió el domingo de que la cifra de cadáveres acumulados en el depósito de cadáveres de la ciudad sea «muy superior» a los 27 que ha podido confirmar la propia organización, una cifra superior a los 23 fallecidos confirmados oficialmente por Marruecos. La ONG Caminando Fronteras eleva la cifra de muertos a 37.