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París

Macron se ve implicado en las cuestionables tácticas de Uber para expandirse en Europa

Emmanuel Macron, ministro francés de Economía entre 2014 y 2016, fue uno de los políticos que colaboró con Uber a la hora de hacer lobby para que esa compañía pudiera extenderse por Europa saltándose las normas de la competencia. Así lo pone de manifiesto una investigación periodística.

Una protesta de taxistas en París contra lo que consideraban competencia desleal de Uber, el 26 de junio de 2015.
Una protesta de taxistas en París contra lo que consideraban competencia desleal de Uber, el 26 de junio de 2015. (Kenzo TRIBOUILLARD | AFP)

Una filtración que recopila archivos confidenciales de la aplicación de transporte Uber evidencia tácticas éticamente cuestionables y potencialmente ilegales que la compañía usó para propulsar su frenética expansión global hace casi una década.

Bautizada como ‘Los archivos de Uber’ (‘Uber Files’ en inglés), esta investigación periodística conjunta, realizada entre docenas de medios, revela también que, conforme buscaba conquistar nuevos mercados, representantes de la compañía estadounidense sacaron provecho de la reacción a veces violenta del gremio de los taxis contra sus conductores para obtener respaldo y evadir a las autoridades regulatorias.

En total, se trata de 124.000 documentos redactados entre 2013 y 2017, inicialmente obtenidos por el diario británico ‘The Guardian’, que luego los ha compartido con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ).

Estas revelaciones son otro duro golpe para una compañía que siempre estuvo acompañada por la controversia en su objetivo de convertirse en una fuerza disruptiva del transporte local a escala mundial.

«La violencia garantiza el éxito»

Los documentos incluyen intercambios de mensajes de texto y correos electrónico entre ejecutivos, uno de ellos su cofundador y antiguo presidente Travis Kalanick, quien tuvo que renunciar en 2017 por acusaciones de prácticas brutales de gerencia y múltiples episodios de acoso sexual y sicológico dentro de la compañía.

«La violencia garantiza el éxito», le escribió Kalanick a otro de los líderes de la empresa a medida que impulsaba una contraprotesta en medio de las manifestaciones de París en 2016 contra la llegada de Uber al mercado francés.

La veloz expansión de la compañía se soportó en los subsidios a conductores y en descuentos en tarifas que hicieron mella en el gremio de los taxis, y «a menudo sin procurar licencias para operar como un taxi o servicio de limusina», como ha informado ‘The Washington Post’, uno de los medios que ha participado en la investigación.

Conductores de Uber de toda Europa enfrentaron violentas represalias de los taxistas que los veían como una amenaza a su medio de vida. La investigación halló que «en algunas instancias, cuando los conductores eran atacados, los ejecutivos de Uber reaccionaban rápido para capitalizar» la búsqueda de respaldo regulatorio y de la opinión pública, ha señalado ‘el Post’.

Según ‘The Guardian’, Uber ha adoptado tácticas similares en Bélgica, Países Bajos, Estado español o Italia, movilizando a conductores y alentándolos a denunciar ante la policía cuando fueran víctimas de violencia, con el objetivo de usar el cubrimiento mediático para obtener prerrogativas de las autoridades.

La dirección actual carga sobre la anterior

Una portavoz de Kalanick negó tajantemente estas revelaciones argumentando que «nunca sugirió que Uber se aprovechara de la violencia a expensas de la seguridad de sus conductores».

Sin embargo, este domingo la dirección de la empresa trasladó la culpa al liderazgo de Kalanick, cuyos «errores» ya fueron hechos públicos.

«Nos hemos movido de una era de confrontación a una de colaboración, demostrando una voluntad de sentarnos a la mesa y encontrar puntos de acuerdo con antiguos opositores, incluyendo los sindicatos y las compañías de taxis», indicó Uber, que destacó que, al relevar a Kalanick, a Dara Khosrowshahi «se le encomendó la tarea de transformar cada aspecto de cómo opera Uber».

«Interruptor de emergencia»

La investigación periodística también acusa a Uber de haber trabajado para evadir investigaciones regulatorias sacando provecho de una ventaja tecnológica.

‘El Post’ describió el momento en que Kalanick implementó un «interruptor de emergencia» para eliminar de manera remota el acceso a sistemas internos de Uber en dispositivos de una de sus oficinas en Ámsterdam durante una inspección de las autoridades neerlandesas.

«Por favor, presiona el interruptor de emergencia inmediatamente», escribió el ejecutivo a un empleado vía correo electrónico. «El acceso debe apagarse en AMS (Ámsterdam)».

La portavoz de Kalanick, Devon Spurgeon, dijo que el ejecutivo «nunca autorizó ninguna acción o programa que obstruyera la justicia en ningún país». Kalanick «nunca ha sido acusado en ninguna jurisdicción por obstrucción a la justicia u otro delito relacionado», abundó.

No obstante, la investigación señala que las acciones de Uber son ilegales y que sus ejecutivos lo sabían, citando a uno de ellos bromeando con el hecho de que se habían convertido en «piratas».

Un ministro de Economía llamado Macron

Los reportajes indican que los archivos revelan, además, que Uber hacía lobby con gobiernos para ayudar a su expansión, encontrando en Emmanuel Macron, ministro de Economía entre 2014 y 2016 bajo la presidencia de François Hollande, a un relevante aliado en el Estado francés.

La compañía creía que Macron alentaría a los reguladores «a ser ‘menos conservadores’ en su interpretación de las normas que limitan la operación de la compañía», afirma ‘el Post’.

Macron fue abiertamente partidario de Uber y de la idea de convertir el Estado francés en una «nación de emprendimientos» en general, pero los documentos filtrados sugieren que el respaldo del entonces ministro controvertía con las supuestas políticas de izquierda del Gobierno.

Las revelaciones han desatado una cadena de indignación entre políticos de izquierda franceses, que denuncian los vínculos entre Uber y Macron como una acción contra «todas nuestras normas» y como un «saqueo al país», como ha recogido AFP.