El Movimiento 5 Estrellas (M5S), uno de los principales partidos de la coalición gubernamental en Italia, se ha abstenido de votar en el Senado una moción de confianza a Mario Draghi, lo que ha abierto una crisis de gobierno que ha derivado en el anuncio de dimisión por parte del primer ministro.
Así se lo ha comunicado a los componentes de su Ejecutivo en el Consejo de Ministros, antes de acudir al Palacio del Quirinale para presentar oficialmente su dimisión.
«Quiero anunciaros que esta tarde presentaré mi dimisión ante el presidente de la República. Las votaciones de hoy en el Parlamento son muy significativas desde el punto de vista político. La mayoría de la unidad nacional que ha apoyado a este Gobierno desde su creación se ha ido. El pacto de confianza que subyace a la acción del Gobierno ha fracasado», ha trasladado Draghi, según recoge el diario ‘Corriere della Sera’.
Pero el siempre inestable escenario político italiano ha vuelto a cambiar poco después, a última hora de la tarde, como ya apuntaban varios medios locales. «El presidente de la República no ha aceptado la dimisión y ha invitado al presidente del Gobierno a presentarse en el Parlamento para dar explicaciones y para que se haga en esa sede una valoración de la situación que se ha creado tras los debates de hoy en el Senado», se lee en el comunicado de la Jefatura del Estado, que ocupa Sergio Mattarella.
Una crisis desatada por una moción de confianza ganada
La decisión llega después de que el M5S decidiera esta mañana no votar una moción de confianza en el Senado, desmarcándose del resto de socios de la coalición de unidad nacional que Draghi preside desde febrero de 2021.
Los senadores del M5S han abandonaron la Cámara Alta para no votar la iniciativa relativa a un decreto con ayudas por valor de 26.000 millones de euros para paliar los efectos de la inflación, retirando su apoyo al jefe del Ejecutivo, que a pesar de todo ha superado la moción de confianza con 172 votos a favor y solo 39 en contra.
Y entonces han resurgido los habituales fantasmas de una crisis de gobernabilidad en una Italia acostumbrada a constantes alternancias en la cúpula de autoridades.
Draghi, apoyado por una coalición de unidad nacional, había avanzado que no contemplaba un Ejecutivo sin el M5S, a pesar de seguir contando con mayoría parlamentaria, ni el surgimiento de otro gabinete encabezado por él. Pero el resto de sus socios le han pedido que acuda al Parlamento para verificar los apoyos y seguir al frente del Gobierno.
No sin el M5S
Draghi había reiterado insistentemente que su Gobierno, surgido para afrontar la pandemia y la gestión de los millonarios fondos europeos, solo tenía sentido con el apoyo del M5S, ganador de las últimas elecciones generales del 2018 con el 32% de los votos.
Rechazó incluso los intentos in extremis del ministro de Relaciones con el Parlamento, Federico D'Inca, para que se votase el decreto artículo por artículo, evitando así la moción de confianza, una estratagema clásica en el Parlamento para aligerar la tramitación de leyes.
Actualmente, el M5S se encuentra en plena descomposición y muchos de sus parlamentarios (unos 50) han emigrado a otras formaciones. Incluso, su exlíder y actual ministro de Exteriores, Luigi Di Maio, ha fundado su propio partido, Juntos por el Futuro (IPF), e intenta ganar visibilidad de cara a las elecciones legislativas previstas para principios del próximo año.
Casi todos a favor de Draghi
Los próximos meses van a ser complicados debido al aumento de la inflación y a las reformas aún pendientes exigidas para el plan de recuperación financiado por la Unión Europea, que otorgó a Italia cerca de 200.000 millones de euros (casi la misma cifra en dólares).
Por eso, este jueves, el resto de los líderes de las formaciones de la coalición, como el conservador Silvio Berlusconi (Forza Italia), el ultraderechista Matteo Salvini (Lega), el centrista Matteo Renzi (Italia Viva) y el progresista Enrico Letta (Partido Demócrata) se han mostrado a favor de que Draghi siga al frente del Ejecutivo y han criticado con dureza al M5S.
Letta ha instado a Draghi a acudir al Parlamento en los próximos días para informar de «un posible camino para los nueve meses que tenemos por delante y que todos los partidos digan si es convincente o no».
«Lo que se diga allí la próxima semana será decisivo», ha añadido, mientras que Berlusconi ha dicho que el Gobierno «puede continuar su trabajo hasta el final de la legislatura incluso sin el M5S», pero le culpa si finalmente se deben convocar «elecciones anticipadas en un momento tan delicado para Italia».
La mayor defensora de adelantar los comicios es la líder de los ultraderechistas Fratelli d'Italia, Giorgia Meloni, la única oposición formal a Draghi en el Parlamento. Salvini y Letta también se decantan por esa medida si el primer ministro no continuara en el cargo.
El M5S: «No somos responsables»
Previamente, la portavoz del M5S en el Senado, Maria Domenica Castellone, había confirmado que no iban a votar el decreto porque el Gobierno no había acogido ninguna de las propuestas, esencialmente económicas, que el líder del M5S, Giusseppe Conte, había hecho a Draghi durante el encuentro que mantuvieron hace unos días para intentar acercar posiciones.
Conte, enfrentado a Draghi también por el envío de armas a Ucrania, ha asegurado que no haber votado hoy no quiere decir que abandonen la coalición, sino que su partido «está absolutamente disponible a ayudar al primer ministro», pero entrando en «una fase de gobierno completamente nueva», porque las medidas del decreto de ayudas «son insuficientes».
Castellone se ha defendido de las acusaciones de «irresponsabilidad» vertidas contra el M5S. «Nosotros no somos los responsables» de la eventual caída del Gobierno, sino «quienes no dan respuestas al país», ha resumido la portavoz, quien ha resaltado que «la estabilidad se construye sobre bases sólidas, sobre las acciones que tome el Gobierno».