Durante nueve días, miles de personas inundan las calles de Iruñea para disfrutar los sanfermines y se agolpan en las barras de los bares. Hay que hacer cola para pedir. Pero no son los únicos establecimientos que vemos con filas: las farmacias de Alde Zaharra también han vivido sus propias fiestas.

Una rápida vuelta por ellas y poca sorpresa. Hemos tenido producto estrella y este año no era un atuendo típico sanferminero (las gafas de sol que no son para el sol siguen en el top ventas) o algún tipo de gorro que de madrugada crees que sirve de capa invisible para esconder tus vergüenzas, ni una bebida-jarabe como el Plata o Plomo que irrumpió en las últimas fiestas. Algo ha cambiado en estos tres años y el producto más adquirido, por supuesto, tenía que estar relacionado con la pandemia: el test covid se llevó la palma.

Cumplía con los requisitos para ser el gran protagonista de la fiesta: es molesto como una vuvuzela y va acompañado del ibuprofeno, que lleva años siendo una compañía imprescindible para soportar nueve días de fiesta. Esa pastilla antes de meterse a dormir ha salvado muchas jornadas de juerga.

Y es cuando no la tomas o cuando sus efectos no son suficientes para contrarrestar los excesos de toda una jornada sanferminera cuando acudes a la farmacia. La pregunta que te surge al despertar (en casa propia o ajena) es: «¿resaca o covid?». Y en busca de esa respuesta, las farmacias se convierten en el pasillo de casa.

La venta de test de antígenos aumentó en Nafarroa un 80% entre el 27 de junio y el 3 de julio, respecto a mediados de junio, según el informe de ventas en farmacias realizado por la consultora especializada en gestión sanitaria, IQVIA. Y esa cifra ha ido en aumento desde que arrancaron las fiestas.

En 2022 o en 2010, todo el mundo termina los sanfermines con resfriado. Así que la cuestión ahora va a ser: «¿resaca, covid o catarro de toda la vida?»

Farmacias y laboratorios privados. Y no de forma inocente. Una búsqueda en Google ("test covid san fermin") nos da como resultado una serie de laboratorios de la capital navarra que ofrecen pruebas para detectar el coronavirus en una «promoción especial San Fermín».

Lo cierto es que nueve días de fiesta, nueve días de desayunar marianito y frito no son la dieta más saludable y tampoco ayudan demasiado a sentirse en plenas condiciones. Las temperaturas altas mezcladas con los aires acondicionados, el viento de madrugada que sube por la calle del Carmen y los hielos, esos hielos que tantos cuerpos joteros han tumbado, no son algo post-covid. Y, antes o después, en 2022 o en 2010, todo el mundo termina los sanfermines con resfriado. Así que la cuestión en las próximas horas va a ser: «¿resaca, covid o catarro de toda la vida?».

La consejera de Salud del Gobierno de Nafarroa, Santos Induráin, informó el miércoles de que esta semana se han duplicado los ingresos por covid, si bien «ahora parece que hay una estabilización», y destacó que la «parte positiva» es que no han aumentado ni las atenciones en UCI ni la mortalidad. Los casos de resaca siguen sin contabilizarse.