Enrique Maya, alcalde de Iruñea por Navarra Suma, ha aprovechado una entrevista a ‘Diario de Navarra’ para arremeter contra las peñas, Herri Sanferminak, la elección popular del lanzador del txupinazo y también EH Bildu por los incidentes de la procesión, obviando todos los datos objetivos que contradicen sus tesis.
En su ofensiva destaca el ataque frontal a las peñas de Iruñea, a quienes pese a su amplitud y pluralidad sitúa bajo el mando de EH Bildu: «Quien lidera esto es Bildu, siempre es Bildu. Pero si lo sabe todo el mundo que esta federación está muy vinculada a la izquierda abertzale. ¿Por qué gritan ‘UPN kanpora’ o cantan Euskalherria?» [parece referirse con ello a ‘Ikusi mendizaleak’, uno de los cánticos habituales en la Plaza de Toros]. Eso está orquestado», concluye.
«Detrás de las peñas hay una grandísima parte de gente que va a disfrutar pero hay otras que, a través de la Federación, van en contra de nosotros», añade el dirigente de UPN.
Herri Sanferminak sucio, Plaza del Castillo limpio
La iniciativa popular Herri Sanferminak está también en la diana de Maya, tras su intento de mandar su recinto festivo a un punto lejano, que fue rechazado por estos colectivos y dio pie a otro tipo de programa, descentralizado en Alde Zaharra.
Al preguntársele si el plan para llevarlos al Parque de la Runa desde el espacio céntrico de Recoletas no era un «destierro» con carácter punitivo, Maya responde que «no fue un castigo. Lo que se organizaba en la plaza era intolerable. Ruidos, suciedad, molestias, favoritismo hacia Gora Iruñea ahora Herri Sanferminak...»
Por contra, señala que su iniciativa de poner barras de bar y DJs en el centro de la Plaza del Castillo ha sido «un exitazo». No acusa recibo de quejas vecinales –«queda pendiente reunirse con vecinos de un inmueble concreto para valorar su percepción»– y añade que «la oposición ha hablado de la basura, pero nada más».
La realidad de los datos de la Mancomunidad de Iruñerria es que este año se han recogido un 7,18% más residuos que en 2019, cuando no había barras en la Plaza del Castillo pero sí recinto popular en Recoletas y la vecina Plaza de la O, en las que los colectivos se implicaban directamente en la limpieza de la zona.
El caso es que las basuras han aumentado pese a la gran extensión de la loable iniciativa del vaso reutilizable y a que otros indicadores del volumen de fiesta han descendido, como es el caso de las intoxicaciones etílicas. Y es evidente que la Plaza del Castillo ha sido foco principal de suciedad.
Como vecino del Casco Viejo cruzo a diario la plaza del Castillo y —muy a mi pesar— tengo que decir que durante estas fiestas de San Fermín 2022 se ha convertido en un lugar literalmente vomitivo. A según qué horas es recomendable bordearla a través de los porches. Una lástima. pic.twitter.com/9Ub0NcuZMW
— Daniel Burgui (@caravinagre) July 14, 2022
Txupinazo a elección, «un paripé»
Otro de los aspectos en que Maya se muestra muy claro es el rechazo a la opción de que sea la ciudadanía quien lance el txupinazo, introducida por el Gobierno de Joseba Asiron en la legislatura 2015-2019. Este año, tras el parón de la pandemia, se ha evitado ese sistema, aunque el asunto no ha sido especialmente conflictivo por el alto consenso existente en torno a la figura de Juan Carlos Unzué. Pero de cara al futuro Maya deja claro que, si él siguiera como alcalde tras las próximas municipales, la ciudadanía no elegirá al protagonista de prender la fiesta.
«Yo para este tipo de cosas no creo en las votaciones populares. Políticamente hemos sido elegidos por los ciudadanos para tomar decisiones y ¿por qué no podemos tomar la decisión del chupinazo? ¿Y por qué el chupinazo a votación y en otras cosas más importantes para los ciudadanos no se hacen estas votaciones?», expone el alcalde en la entrevista.
Añade un razonamiento un tanto absurdo: «Fíjate para el ciudadano elegir entre Osasuna y la Pamplonesa, ¿y por qué no pueden ser los dos a la vez?». Y lo culmina con esto: «Además, se hacen paripés de participación, porque cuando lees cuántos han votado, cuando un alcalde o un concejal tiene un refrendo en nuestro caso de más de 43.000 apoyos y resulta que en la votación popular participan 7.000... Y también está el hecho de que a través de las redes se hace un llamamiento para que se elija a uno. No me gusta», zanja.
En los cuatro años en que el sistema de votación popular estuvo vigente fueron elegidos sucesivamente el popular sanferminero Jesús Ilundain ‘El Tuli’, la DYA (con una labor de asistencia muy destacada en las fiestas), la banda La Pamplonesa y el grupo inclusivo de música Motxila 21.
Falsedades también sobre la procesión
Menos novedades hay en la cuestión de la trifulca de la procesión, que en la valoración del día 15 Enrique Maya ya despachó afirmando que no habrá ninguna investigación interna sobre el puñetazo del agente de la Policía Municipal que desencadenó otros incidentes, por los que hay una persona encarcelada.
Pese a los datos que están trascendiendo al respecto, en ‘Diario de Navarra’ Maya sigue señalando a EH Bildu, o en su léxico preferido, «a la izquierda abertzale». «Debería haber una sensibilidad ciudadana muy potente para condenar todo esto. Entonces la reflexión es esa, ¿qué partidos condenaron lo que pasó? Bildu, no. ¿Qué partido no condena la violencia de ETA? Bildu. ¿Quién se pone al margen de lo que la mayoría de la sociedad quiere? La izquierda abertzale».
La realidad es que en la reunión municipal posterior fue Geroa Bai quien dijo no a la condena propuesta, mientras que EH Bildu se abstuvo. En este punto, resulta significativo que el entrevistador de ‘Diario de Navarra’ haga ver a Maya que hubo un mensaje de rechazo de EH Bildu y le pregunte si acaso «no le pareció contundente», a lo que el regidor replica: «No quiso poner ni izquierda abertzale ni condena».
Añade que no ha hablado de lo ocurrido con Joseba Asiron ni nadie de EH Bildu: «No. Hay un ambiente muy tenso porque cuando ves imágenes de uno que ríe y otro que sufre, que luego te vengan a dorar la píldora se hace duro».
Mirando ya al futuro, Enrique Maya anticipa que se va a analizar el paso del desfile del día 7 por puntos como este de Curia, la calle que sube a la catedral. «Es evidente que hay que pensar, posiblemente, en reforzar el cordón de seguridad y desfilar más tranquilos», dice. Esta crónica de Aritz Intxusta el mismo día ya incidía en esa extraña insuficiencia, a la que se sumó la insólita actitud del municipal que lanzó el puñetazo.