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El CES Vasco reclama dar relevancia al reto demográfico y garantizar la atención sanitaria

El Consejo Económico Social Vasco ha reclamado colocar el reto demográfico en el centro de la agenda política de la CAV, ya que la baja natalidad y el envejecimiento de la población se han convertido «en elementos cruciales». Ante la alta demanda de recursos, exige una buena atención sanitaria.

Ante el envejecimiento de la población, el CES Vasco pide que se garantice una buena atención sanitaria. (Andoni LUBAKI I FOKU)
Ante el envejecimiento de la población, el CES Vasco pide que se garantice una buena atención sanitaria. (Andoni LUBAKI I FOKU)

Colocar el reto demorgráfico en el centro de la agenda y garantizar una buena atención sanitaria son algunas de las reclamaciones que hace el Consejo Económico Social Vasco ante el envejecimiento de la población de la CAV.

«No tenemos capacidad para mantener el volumen de población y existe una alta demanda de recursos sociosanitarios; es un desafío global que interrelaciona con todos los ámbitos y con todos los actores de la sociedad», ha enfatizado el presidente de la Comisión de la Memoria Socioeconómica del CES, Jon Barrutia.

Barrutia ha presentado este lunes la Memoria correspondiente al 2021 junto a la presidenta del CES, Emilia Málaga, en un acto en el que este organismo consultivo del Gobierno de Lakua ha puesto de manifiesto la «necesidad de reflexionar sobre el enfoque» de las políticas sociosanitarias, así como de «disponer de estructuras y personal suficientes» para garantizar una buena atención sanitaria.

Según ha expuesto, el perfil-tipo del demandante de salud en la CAV es una persona mayor de 65 años y con pluripatologías, y la esperanza de vida se sitúa en 84,4 años, y ha opinado que en este contexto resulta «importante» trabajar en la prevención y la digitalización.

En el ámbito económico, 2021 ha sido un año «razonablemente positivo, pero con una mirada preocupada» ante las incertidumbres que se abren como consecuencia de la tendencia inflacionista.

Aún así, en dicho ejercicio se recuperó el 64 % de las empresas que se perdieron entre marzo y abril de 2020, pero se detectaron «dificultades» para que las empresas pequeñas apuesten por la innovación.

Respecto al empleo y el trabajo, en 2021, se dio un crecimiento que llegó a niveles prepandemia, principalmente en el sector servicios, mientras que el sector industrial aún no se ha recuperado.

Los «desajustes» fueron la alta temporalidad y parcialidad, a la espera de los efectos de la Reforma Laboral aprobada a finales del año pasado, y una tasa de actividad (56 %) muy por debajo de la media europea (73 %).

En la memoria se destaca también el «binomio claro» entre formación y empleo: siete de cada diez parados presentan muy baja formación.

En medioambiente y energía, resaltó la «alta dependencia» de la CAV en este ámbito, que se cifra en un 90%, frente al 72,8 % del Estado español, y el 54,9 % de la Unión Europea.

Por ello se remarca la «necesidad» de avanzar en movilidad y consumo sostenible y en renovables para intentar reducir dicha dependencia.

Evolución negativa de la pobreza

Sobre las condiciones de vida, el CES Vasco no aprecia una «caída relevante» del nivel de vida de la población de la CAV, pero advierte sobre la evolución negativa de los indicadores de pobreza energética e incapacidad para alimentarse correctamente.

Según destaca, el 40 % de las situaciones de pobreza afecta a los inmigrantes extracomunitarios y un 15 % a familias monoparentales encabezadas por mujeres sin ocupación estable.

La protección social mantuvo una cobertura «al mismo nivel que los principales países europeos», y supuso el 22,8 % del Estado.

El número total de perceptores de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) ha bajado, pero en un 16 % se pide como complemento salarial y en un 24,5 % como complemento de las pensiones.

La vivienda se considera «un reto permanente» y se apuesta por el alquiler asequible y la movilización de la vivienda deshabitada, y sobre el sistema educativo se ven áreas de mejora en la excelencia y en la desigualdad de género en la elección de estudios, que afectan después a la inserción laboral.

En la memoria se cita también al sector público de la CAV y se apela a que «centre la política fiscal y presupuestaria», y que los fondos europeos Next Generation sirvan para mejorar los servicios públicos esenciales, como son la sanidad, los servicios sociales, la educación y la investigación.