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Ginebra

La OMM prevé que olas de calor como la actual sean habituales en Europa al menos hasta 2060

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) cree que las fuertes olas de calor, como la que afecta actualmente a Europa, donde los termómetros han superado los 40 grados centígrados, serán habituales en este continente durante los meses de verano.

Incendios forestales como los que afectan a Portugal o a los Estados español y francés aumentan también con las olas de calor.
Incendios forestales como los que afectan a Portugal o a los Estados español y francés aumentan también con las olas de calor. (Loic VENANCE | AFP)

Olas de calor como la que actualmente está sufriendo Europa, con temperaturas récord en Gran Bretaña y cercanas a marcas históricas en el sur del continente, serán cada vez más frecuentes e incluso más intensas al menos hasta 2060, según ha advertido la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

«Este tipo de olas de calor serán normales o incluso habrá más fuertes», ha señalado el secretario general de esa agencia de la ONU, el finlandés Petteri Taalas, en rueda de prensa para analizar la actual situación en Europa.

«La mayor frecuencia de estas negativas tendencias continuará al menos hasta 2060, independientemente del éxito o no a la hora de mitigar el cambio climático», ha subrayado el experto, quien debido al calor que también se sufre en Ginebra, con temperaturas en torno a los 37 grados, ha prescindido de la chaqueta propia de estos eventos y ha dado la rueda de prensa en camisa de manga corta.

Colectivos vulnerables

Por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la directora de salud y medioambiente del organismo, María Neira, ha añadido en la rueda de prensa que la actual ola de calor puede tener graves consecuencias en colectivos vulnerables tales como ancianos, niños o mujeres embarazadas.

«Queda comprometida la capacidad de nuestro organismo para regular la temperatura interna, y esto puede resultar en una cascada de enfermedades», ha alertado Neira, quien ha subrayado que los sistemas sanitarios sufren especialmente en este tipo de olas de calor por el aumento de pacientes que acuden a ellos.

Taalas y Neira han coincidido en señalar que los países están mejor preparados para las olas de calor que, por ejemplo, hace 20 años, cuando la que se sufrió en el centro de Europa causó la muerte de más de 70.000 personas, aunque insistieron en los efectos negativos que pueden tener para la salud.

Neira ha destacado también entre los más vulnerables a aquellas personas que padecen enfermedades crónicas y los trabajadores en el exterior, «obligados a veces a trabajar a altas temperaturas sin el equipamiento adecuado».

Guarecerse e hidratarse

La experta ha insistido en las recomendaciones que estos días muchos expertos han lanzado para llevar mejor las jornadas de altas temperaturas: permanecer en entornos frescos en la medida de lo posible, reducir la actividad física intensa, hidratarse, vestir ropas adecuadas o no consumir alcohol.

Aunque a largo plazo, según Neira, la mejor solución para «sobrevivir» a estos fenómenos climáticos extremos es «ser ambiciosos a la hora de atacar las causas del calentamiento global, del que hemos sido alertados hace largo tiempo».

El máximo responsable de la OMM ha expresado al respecto su deseo de que la actual ola de calor sirva de «llamada de atención» a un mundo no siempre concienciado del todo ante la lucha contra el cambio climático, aunque reconoció que la preocupación social es mayor que hace décadas.

«En los años 80, cuando se empezó a hablar del cambio climático, se veía como algo teórico, mucha gente no creía en los escenarios que planteábamos, pero hemos sido capaces de demostrar que están produciéndose, y los estudios sobre el impacto están siendo otra llamada de atención», ha añadido el finlandés.

Guerra en Ucrania, ¿factor de cambio?

Preguntado sobre un posible regreso al mayor uso de los combustibles fósiles en Europa, debido al impacto que la guerra en Ucrania y las sanciones a Rusia tienen en el mercado del gas natural, Taalas ha previsto que en los próximos dos años podría haber mayor recurso al carbón, pero que a largo plazo pueden llegar cambios positivos.

«En los próximos cinco o diez años puede haber un escenario con menor dependencia en los combustibles fósiles (...) y un mayor recurso a las energías renovables y la nuclear», ha destacado.

Pese a ese optimismo respecto a Europa, Taalas ha advertido de que será difícil conseguir incluso que el pico de olas de calor y otros fenómenos adversos se alcance hacia el 2060 «si los grandes emisores asiáticos no reducen sus emisiones», en alusión a potencias emergentes como China o India.

La actual ola de calor en Europa ha llevado a temperaturas cercanas a los 40 grados en Gran Bretaña, nunca alcanzadas desde que se tienen datos sistemáticos, mientras que en Portugal se llegó a los 47 grados, y este y otros países como los Estados español y francés se han visto arrasados por los incendios forestales.