Sudáfrica ya tiene su corona

Las Banyana Banyana conquistan la Copa África por primera vez tras imponerse a la anfitriona Marruecos en la final (1-2). Zambia y Nigeria les acompañarán en el Mundial el próximo año.

La selección sudafricana celebra su victoria en la Copa África
La selección sudafricana celebra su victoria en la Copa África (Fadel Senna | AFP)

Sudáfrica conquista por primera vez la Copa África. Ha tenido que esperar cuatro años en lugar de dos pero ha podido arrancarse la espina que le quedó profundamente clavada con la derrota a penaltis ante Nigeria en la final del torneo de 2018. En esta 14ª edición que ha acogido Marruecos, las Banyana Banyana volvieron a derrotar al campeonísimo en la fase de grupos y esta vez no se lo han vuelto a encontrar porque las anfitrionas superaron a Nigeria en la semifinal para jugarse por primera vez el título. Éste fue a parar finalmente a manos de las sudafricanas (1-2) que, tras sus seis platas anteriores, se colgaban por fin el oro.

El equipo de Desirée Ellis ha sido, evidentemente, el gran vencedor del torneo, que salda con pleno de victorias y habiendo encajado sólo tres goles en sus seis encuentros. También con alguna polémica de por medio porque el penalti en el descuento que le permitió derrotar a Zambia en semifinales provocó un terremoto y, sobre todo, la airada reacción de su rival, que llegó a solicitar la repetición del partido y poco menos que la inhabilitación del colegiado.

Zambia se lleva un premio de consolación que tampoco está mal. Acaba en el podio tras derrotar nada menos que a Nigeria en la final de consolación y, tras estrenarse en los Juegos de Tokio, el año que viene disputará por primera vez el Mundial junto a la propia Nigeria, Sudáfrica y, también por primera vez en su historia, Marruecos. Y eso que ha participado sin su capitana y estrella Barbra Banda y sus otros dos grandes referentes ofensivos, Racheal Nachula y la armera Racheal Kundananji. Las tres han protagonizado a su pesar un extraño affaire ya que, según diferentes medios, habrían quedado fuera del torneo por un exceso de testosterona aunque la FIFA habría resuelto ya a su favor.

La otra gran vencedora ha sido, sin duda, Marruecos. Por la exitosa organización del torneo y por el rendimiento de la selección. A las órdenes de Reynald Pedros desde 2020, la inversión de la Federación y su buena preparación han dado sus frutos: por primera vez ha disputado la final de la Copa África y, aunque cayó derrotada, eso le ha valido su billete al Mundial, en el que debutará el próximo año.

De las cuatro debutantes en este torneo, el mejor papel ha sido el de Botsuana, que llegó a cuartos de final, en los que cayó precisamente ante Marruecos. Burundi ha tenido el papel más discreto y saldó sus tres partidos con derrota. Burkina Fasso también cayó en la fase de grupos pero sumó un punto, al igual que Togo, que además lo logró ante Camerún.

Las Leonas Indomables se han contado entre las derrotadas de esta edición. Segundas de su grupo tras Zambia se clasificaron para cuartos pero no pudieron pasar de ahí tras caer con Nigeria. Así que tras disputar los dos últimos Mundiales, Camerún se tendrá que jugar el billete para el de Australia y Nueva Zelanda en la repesca intercotinental, al igual que Senegal.

Tampoco le ha ido todo lo bien que esperaba a Uganda. Su trayectoria es muy corta pero llegaba a Marruecos con la recientísima victoria en el Campeonato CECAFA, en el que se había mostrado intratable. Sin embargo, acabó última de su grupo en una primera fase en la que ni siquiera pudo derrotar a la debutante Burkina Fasso.

El golpe más doloroso, con todo, ha sido el de Nigeria. Ganadora de once de las trece ediciones anteriores, volvió a caer en la fase de grupos ante Sudáfrica. En cuartos de final sólo pudo ganar por la mínima a Camerún, en semifinales cayó en la tanda de penaltis frente a Marruecos tras empatar a uno y en la final de consolación sucumbió ante Zambia por la mínima. Al menos estará en el Mundial. La jugadora del Alavés Osinachi Ohale ha sido titular en todos los encuentros.

También lo ha sido con Sudáfrica la jugadora del Eibar Noko Matlou, que se reincorporará al equipo azulgrana en las próximas semanas con la medalla de oro colgada al cuello tras ganar anoche la final disputada con Marruecos en el estadio Prince Moulay Abdallah (1-2). Hildah Magaia marcó los dos goles de su equipo (63’ y 71’) y Rosella Ayane anotó el de la honrilla para las anfitrionas (80’). Su compatriota Ghizlane Chebbak ha sido la máxima realizadora del torneo junto a la propia Magaia y la jugadora nigeriana del Atlético de Madrid Rasheedat Ajibade, con tres goles cada una.