Se acabaron los ensayos de pretemporada para Osasuna y puestos a jugar, qué mejor que terminar esos partidos con sendas victorias. Primero, por 1-0 frente al Burgos el mediodía del viernes en Tajonar y después, a última hora de la tarde, 1-2 en el césped del Mirandés, volteando en la segunda mitad un autogol encajado en la primera.

Pero más allá de los resultados, Jagoba Arrasate ha podido ver a dos onces muy distintos en un lapso muy breve de tiempo, pudiendo así exprimir de minutos a los elegidos para cada partido, lo que servirá al de Berriatua para sacar sus conclusiones ante el inminente estreno liguero.

Unas conclusiones que empiezan con la buena disposición del plantel rojillo para jugar dos partidos en el mismo día. «Es algo que teníamos en mente. Creo que es lo mejor. Jugar dos partidos y hacer la recuperación con todos mañana –por el sábado– y librar el domingo. A partir del lunes pensaremos en la Liga», ha indicado el entrenador vizcaino tras acabar el choque frente al Burgos, un duelo resuelto por un golazo desde el centro del campo de Pablo Ibáñez, una de las revelaciones osasunistas en estas fechas preparatorias.

Así en el duelo de Tajonar como en el de Anduva, Osasuna ha hecho notar la diferencia de categoría conforme han ido cayendo los minutos. La presión de los de Jagoba Arrasate ha ido ganando metros y con esa manera de acogotar al rival, las ocasiones han ido llegando, y hasta los goles, al menos en el choque vespertino.

Pero primero ha llegado el 1-0 del mediodía, obra de Pablo Ibáñez, exjugador del Mutilvera, que tras recuperar la posesión en el centro del campo, ha levantado la cabeza y ha visto al meta rival a Caro adelantado. Sin pensárselo dos veces, su chut ha servido para introducir el balón en la red sin botar, logrando su segundo tanto en esta pretemporada.

El Burgos ha tenido el empate en el minuto 68. Robo de Berjón para avanzar y cruzar la pelota sobre el recién ingresado López-Pinto, que ha disparado sobre la puerta sin lograr superar a Pérez, tercer portero de Osasuna.¡

Después del susto, Kike García ha tenido una doble ocasión en un par de minutos que el de Motilla del Palancar no ha sabido aprovechar. El delantero ha dispuesto de 90 minutos, pero en esta ocasión no ha logrado hacerlos valer con goles.

Quinta victoria de pretemporada

El duelo de Anduva ha supuesto el telón a los ensayos de pretemporada para Osasuna, que se ha saldado con la quinta victoria rojilla, luego de que Darko y Rober Ibáñez en la segunda parte hayan conseguido enmendar el error tremebundo de Aridane –y Sergio Herrera– en la primera, ya que una falta de entendimiento de los dos mentados ha supuesto el golazo desde el centro del campo obra de Aridane... pero en propia puerta, hacia el minuto 26 del partido, dándole algo de picante a un partido que en ese primer cuarto se ha mostrado algo soso, con el Mirandés agazapado y buscando la contra o el error rival, aunque se ha topado con la calamidad, cosa que a veces pasa hasta en las mejores familias.

Un disparo peligroso de Javi Martínez ha sido la mejor réplica de Osasuna en toda la primera mitad, aunque su disparo se ha ido alto por poco. Un centro por la derecha del bando rojillo se ha transformado, de hecho, en rápido contragolpe burgalés ya en las postrimerías de la primera mitad, y menos mal que ante el disparo de Raúl Sergio Herrera ha vuelto a demostrar sus rápidos reflejos, porque se cantaba ya el 2-0 por obra de un Mirandés.

En vista del escaso éxito del primer tiempo, han intentado los de Jagoba Arrasate presionar más arriba en la reanudación, aunque una nueva llegada de los castellanos ha estado cerca de suponer el 2-0, aunque por fortuna el remate de Meseguer no ha sido del todo acertado.

De a poco, los rojillos han conseguido empezar a tener más el balón y hacer notar su velocidad ante un rival de Segunda. Un zurdazo de «Chimy» Ávila se ha ido alto, pero al menos ha servido como aviso de lo que ha llegado solo dos minutos después, con 61 minutos del choque ya transcurridos: robo en el vértice izquierdo del ataque osasunista en tres cuartos de cancha, llegada en tromba y tras una serie de rebotes, Darko Brasanac, sin necesidad de irse al centro del campo para rematar, ha establecido el empate a uno.

Una vez abierto el melón, Osasuna ha intentado ir a por la voltereta, atacando principalmente por la izquierda. Los navarros han tenido el 1-2 en su manos, con una contra que no ha sabido culminar Rubén Peña, ya que su vaselina la ha parado con facilidad el guardameta local Herrero.

Los cambios osasunistas han llegado a falta de 20 minutos para el final, con la entrada de Rober Ibáñez y Sánchez. Ha sido el preludio del segundo gol iruindarra, cinco minutos más tarde de los cambios, gracias a que el mentado Rober Ibáñez ha sabido aprovechar un rechace de Herrero para fusilar al portero del Mirandés y confirmar la remontada.

No por haber remontado se ha replegado el bando de Jagoba Arrasate. Con una superioridad física cada vez más manifiesta, los rojillos se han sentido mucho más cómodos. Así las cosas, una contra ha estado cerca de traer consigo el tercer gol osasunista, aunque el remate final del «Chimy» Ávila –quien sigue mostrando mejores artes jugando que dando declaraciones– lo ha sacado Herrero a córner.

No ha habido tiempo para más. Como es lógico, a Osasuna le queda mucho trabajo por delante, pero al menos ha enseñado algunas claves de su juego de cara a la inminente campaña y por si eso fuera poco, ha conseguido despedirse de la pretemporada sin lesiones y con doble victoria.