Tras considerar logrado su objetivo de descabezar a la Yihad Islámica sin implicar a Hamas en Gaza, Israel ha aceptado la propuesta egipcia de tregua. El grupo armado palestino, vinculado con Irán, la estudia, tras perder a dos comandantes y varios milicianos. Decenas de menores han resultado muertos o heridos en las razzias israelíes.

Israel ha aceptado en principio la propuesta de tregua de Egipto, tradicional «mediador» entre las partes, para poner fin a su ofensiva en Gaza.

La Yihad Islámica reconoció que se están desarrollando intentos «en el más alto nivel» por alcanzar un alto el fuego esta misma noche. Y finalmente esta tarde ha anunciado un acuerdo de alto el fuego.

La mediación egipcia y la  tregua llegan después de que el jefe de los servicios de Inteligencia y Seguridad General interior de Israel (Shin Bet), Ronen Bar, planteara al gabinete de seguridad del Gobierno israelí la posibilidad de dar por terminada la operación militar en Gaza.

Bar habría señalado que la Yihad Islámica ya habría recibido un duro golpe en esta operación, y había llegado el momento de «evitar posibles errores que podrían conducir a un conflicto más amplio que Israel no quiere».

De hecho, el jefe del Shin Bet indicó que la operación 'Amanecer' había conseguido más ventajas de las esperadas, sobre todo el "objetivo estratégico" de abrir una brecha entre Yihad Islámica y Hamás

Descabezar a la Yihad cueste lo que cueste

La ofensiva de Israel para descabezar a la Yihad Islámica se salda, de momento, con 31 palestinos muertos, entre ellos seis menores y cuatro mujeres, y 265 heridos –más de un centenar de niños– en los bombardeos contra 140 objetivos en la Franja de Gaza.

La Yihad  ha identificado a al menos nueve de los fallecidos como milicianos del grupo, incluyendo a sus dos principales comandantes en la Franja: Taysir al Yabari y Jaled Mansur. Al Yabari, responsable de la organización en el norte de Gaza, murió en el ataque a su vivienda el viernes. Mansur comandante del frente sur de la Franja, murió en otro ataque en la noche del sábado.

Su milicia, Al Quds, ha lanzado hoy por primera vez cohetes hacia Jerusalén pero, como el 97% de los más de 600 lanzados desde Gaza, fueron interceptados por el escudo antimisiles israelí.

Israel no registra por ahora víctimas mortales y ha contabilizado unos 20 heridos leves, en su mayoría por heridas sufridas cuando corrían a los refugios antiaéreos.

El actual repunte de tensión comenzó el viernes con una fuerte ofensiva «preventiva» israelí sobre objetivos de la Yihad en Gaza ante lo que el Ejército describió como una "amenaza inminente" de ataque por parte del grupo como represalia tras la detención el lunes de uno de sus líderes durante una redada en la Cisjordania ocupada.

Se trata de la crisis más grave desde que en mayo de 2021 una ofensiva israelí contra Hamas dejó un saldo de 260 palestinos muertos, a los que se sumaron aquella vez 14 israelíes fallecidos, entre ellos un soldado.

De momento Hamas, organización de la resistencia islamista que gobierna en Gaza, no se ha implicado en el asimétrico cruce de ataques.

Israel considera que los vínculos de la Yihad con Irán convierten al grupo en un satélite de Teherán, que es visto por el Estado sionista como una «amenaza existencial».

Crisis humanitaria

El Ministerio de Sanidad de la Franja de Gaza informó hoy de que los servicios de salud en el enclave palestino se interrumpirán en 48 horas debido a la falta de electricidad.

Los cruces fronterizos con Israel, incluyendo el de Kerem Shalom por el cual entra el combustible, permanecen cerrados desde el pasado día martes, antes incluso del inicio de las hostilidades.

Tras la interrupción ayer del funcionamiento de la central eléctrica, los más de dos millones de personas que viven hacinadas en Gaza cuentan con tan solo cuatro horas de electricidad al día.