Vincular empresas vascas a través de una moneda común

El Instituto de la Transición Ecológica, Económica y Social Bihar trabaja en el proyecto Eusko Barter, que busca establecer un sistema de crédito mutuo entre empresas de los distintos territorios de Euskal Herria.

La primera edición de los Cursos de Verano Transfronterizos (UNUM) arrancó el pasado 20 de julio en la Ciudad de las Artes de Baiona.
La primera edición de los Cursos de Verano Transfronterizos (UNUM) arrancó el pasado 20 de julio en la Ciudad de las Artes de Baiona. (Guillaume FAUVEAU)

Un sistema barter transfronterizo en el País Vasco: ¿cuál sería su potencial de relocalización y densificación de las relaciones interempresariales?». Esta fue la cuestión que centró una mesa redonda organizada en el marco de la primera edición de los Cursos de Verano Transfronterizos (UNUM) en la Cité des Arts de Baiona. Mediabask ha publicado un artículo sobre el evento del que este es un extracto.

Desde hace dos años, el Instituto Bihar, con sede en la capital labortana, lleva a cabo un proyecto de investigación denominado Eusko Barter. ¿Qué es eso del barter (trueque o permuta en inglés)? «Es un sistema de contabilidad crediticia recíproca, que sirve como moneda en una comunidad económica específica», según definición de Fabienne Pinos, docente-investigadora en la Universidad de Pau y los Países del Adour (UPPA). Dicho de otro modo, se trata de un sistema de crédito mutuo, de compensación de crédito o, incluso, de trueque multilateral.

«A diferencia del crédito bancario, en el que solo el banquero tiene derecho a emitir créditos y donde solo el banquero asume la totalidad de los riesgos, con un barter nos encontramos en una situación en la que es la comunidad económica, es decir, todos los miembros del barter, quienes van a mutualizar los riesgos de no reembolso», puntualiza.

De esa forma, los miembros de la red pueden ser a la vez acreedores y deudores. «Cada participante obtendrá, desde el primer momento, una especie de derecho de giro, un potencial de crédito sin intereses –continúa Pinos–. El sistema siempre está en equilibrio, ya que el débito de uno corresponde al crédito del otro, con un intermediario que es una estructura jurídica específica que servirá como cámara de compensación. Así es como funcionan la mayoría de los barters, estas son las reglas generales que lo definen».

«Es una forma de moneda local si se quiere decir así, salvo que aquí hay crédito, es decir que se crean unidades ex nihilo, sin que exista en la base el equivalente de estas unidades en euros», añade Xabi Larralde, catedrático de Economía y miembro del Instituto Bihar.

«Esto permite aliviar el flujo de tesorería en euros de las empresas, ya que se les da un anticipo gracias al cual pueden comprar cosas en esta red sin utilizar euros. El hecho de estar en una mejor situación en cuanto a su flujo de caja les da un perfil más favorable a la hora de acercarse a los bancos y buscar préstamos. También es rentable para empresas muy pequeñas que no tienen la capacidad de desarrollar un enfoque comercial».

Más fuertes juntos

El proyecto Eusko Barter nació durante la crisis del covid en el seno de Euskal Moneta, la asociación que gestiona el eusko, la moneda local de Ipar Euskal Herria. «La idea surge de una inquietud sobre el contexto del covid y sus efectos a nivel económico, en particular para las pequeñas y medianas empresas», relata Larralde. «Los casos de barters más conocidos, wir en Suiza y sardex en Cerdeña, corresponden a herramientas puestas en marcha precisamente para hacer frente a situaciones de crisis y necesidades de crédito y financiación. Así fue como se impulsó la reflexión sobre la viabilidad de un sistema barter en Euskal Herria». Además, la contribución del proyecto Eusko Barter podría promover la relocalización de los intercambios económicos y fortalecer la resiliencia de las pequeñas empresas. Constituiría una herramienta para la economía circular al tiempo que permitiría fortalecer las relaciones transfronterizas.

La Cámara de Comercio e Industria (CCI) de Baiona-País Vasco, que acompaña esta reflexión, ya ha identificado a escala de todo el territorio nueve familias de productos «que se benefician de oportunidades de conexión importantes» y, por lo tanto, capaces de constituir «actividades con alto potencial de sinergias».

Alto potencial de relocalización

La CCI ha realizado una cartografía de los circuitos económicos transfronterizos entre Ipar Euskal Herria y CAV-Nafarroa. Y ha concluido que los territorios del sur aportan al norte 431 millones de euros en bienes y servicios de mercado y de no mercado, es decir el 0,3% de sus 147.000 millones de producción local. Esto representa el 3,1% de los 13.700 millones de demanda local de Ipar Euskal Herria. Por su parte, los territorios del norte producen 273 millones de euros en bienes y servicios para el sur, lo que supone el 2% de los 14.000 millones de producción local. Esto representa el 0,2% de los 163.000 millones de demanda local en CAV-Nafarroa.

Según las proyecciones de la CCI, existe «un fuerte potencial teórico de crecimiento de los intercambios transfronterizos», en particular «explotando los grandes yacimientos de importaciones y exportaciones fuera de Iparralde-Euskadi-Navarra, cuyo peso se acerca al 50%».

«El barter puede ser un trampolín para buscar empresas que hoy no necesariamente se encuentran de forma nativa en los flujos económicos que podrían bascular hacia el trueque, pero para las que el barter podría ser un pretexto para generar nuevas relaciones cliente-proveedor», explica Jon Arizmendi, director de desarrollo económico de la CCI.

Eusko Barter se enmarca en un contexto presupuestario europeo, con la nueva financiación Poctefa (programa de cooperación transfronteriza entre los Estados francés y español y Andorra) para 2023. La Región de Nueva Aquitania apoya el proyecto con 100.000 euros y cabría esperar que lleguen «entre uno y dos millones de euros» de la UE, según estima Mathieu Bergé, consejero regional de Cooperación Transfronteriza y de la Eurorregión. Además, la Mancomunidad Vasca y la Diputación de Gipuzkoa destinarán 30.000 euros cada una.