Hace exactamente dos años, la confrontación entre el Gobierno del Estado y el de la Comunidad de Madrid alcanzaba picos de tensión históricos por la gestión de la pandemia, algo que acabaría con un decreto de estado de alarma único y exclusivo para la región gobernada por Isabel Díaz Ayuso (que luego el TC declaró inconstitucional, cabe recordar).

Tras la consolidación del poder ayusista con la caída de Pablo Casado, la presidenta madrileña vuelve a acelerar en el enfrentamiento con Moncloa, haciendo base ahora en la gestión del plan de ahorro pedido por la Comisión Europea y en el que el Estado español tendrá que hacer un esfuerzo del 7%. Una estrategia muy común en política: confrontar con la oposición que le da rédito y no con la real (que son los partidos en la Asamblea de Madrid), para hablar de los asuntos que ella elije y no los baches de su gestión que se exponen en cada sesión de control.

Ese camino la catapultó en las encuestas, le hizo sombra a Casado (de hecho hubo encuestas que la pusieron por encima de él en unas generales) y ahora la repite, a contramano del liderazgo de tono moderado de Alberto Núñez Feijóo, quien hasta ahora le sigue el ritmo pero a su forma. Por ejemplo, critica el plan de ahorro pero no pide a todos los barones que hagan un recurso.

Así las cosas, este martes proseguía a paso redoblado la estrategia de crispar los ánimos y llevar a la calle la disputa: el secretario general del PP de Madrid, Alfonso Serrano, ha realizado al mediodía una caminata por la calle Montera, una de las arterias principales de la zona de Sol en el centro de la capital, y ha convocado a los medios para que lo vean dialogar con los comerciantes. En la rueda de prensa ha ratificado que el gobierno regional «está estudiando el texto» y que «una vez analizados los puntos en los que podría haber invasión de competencias, se anunciará cuándo» se presenta el recurso.

Las razones y el argot

El eje de la actividad de Serrano ha sido la afectación negativa del plan de ahorro para los comercios y la hostelería. Serrano no es cualquier dirigente, es el ex líder del grupo parlamentario Popular en la Asamblea y de la máxima confianza de Ayuso y del estratega en jefe de la presidenta, el aznarista Miguel Angel Rodríguez (quien, dicho sea de paso, ha sido en las últimas horas tendencia en Twitter al descubrirse que gastó 9.000 euros en gastos de «comida de trabajo» en lo que va del año).

El secretario general del PP madrileño ha conversado con los encargados de tres tiendas de la populosa calle Montera. Uno de ellos es un bar cuyo dueño es el presidente de la Asociación de Comerciantes de Montera y Aledaños, quien también ha hecho declaraciones. Básicamente, las quejas son por el mínimo y máximo de la temperatura, la exigencia de tener puertas corredizas a más tardar para fines de septiembre y, sobre todo, por el apagón de luz a las 22. Serrano ha dicho que la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, miente al decir que los consejeros autonómicos en la reunión del lunes no plantearon dudas ni alternativas.

«La Comisión Europea llegó a acuerdos con los países y esa forma de cogobernar es lo que el Gobierno de Sánchez no está haciendo. Es el gobierno más autoritario de la historia de la democracia, no dialoga con las coarmunidades autónomas ni con la oposición. Es un decreto hecho corriendo, de manera improvisada, y sacan pecho de que no van a cambiar ni una coma», ha afirmado Serrano.

Serrano recurre al manual irresistible cuando NAIZ le pregunta por la «insumisión». «La insumisión en España está en los socios golpistas y separatistas de Sánchez»

Preguntado por NAIZ sobre las declaraciones de la ministra portavoz María Jesús Montero, que dijo que no se toleraría ninguna «insumisión», el dirigente ayusista ha respondido con el argot que la derecha española ve irresistible de abandonar: «Me alegra saber que tenemos un gobierno que no va a tolerar ninguna insumisión. Puede empezar por hacer cumplir el 25% del castellano en Catalunya. La insumisión en España está en los socios de Sánchez, que gobierna con los golpistas y separatistas. Madrid no es una comunidad insumisa, siempre ha cumplido la ley, pero lo que hará es defender el interés de los madrileños».

Tras marcharse Serrano, NAIZ ha dialogado con algunos comerciantes de la calle: algunos se han mostrado vehementemente enfadados con el decreto y otros más resignados. Algunos han señalado que el coste de las nuevas puertas que exige la normativa alcanza a los 10.000 euros y explicado las razones por las que les perjudica el cambio de luz o la temperatura. La reflexión de Lucas, de 40 años y encargado de la tienda de CBD (venta de productos cannábicos) da para pensar: «No nos trae problema invertir en la puerta. La temperatura por ahora la tendremos a 24 hasta el límite legal que podamos. Lo que sí me parece mal es que no se diferencie la ley según tipo de tienda».

Serrano quizás da en el clavo cuando cuestiona que haya mismas restricciones de refrigeración y calefacción a restaurantes, con gente sentada dos horas, que a zapaterías, «o comercios en zonas turísticas que tiendas de barrio, no son lo mismo”. Pero el ayusismo verbal lo lleva a los argumentos insólitos cuando dice que el mismo Gobierno que pide el ahorro «es el que usa el helicóptero Puma por 20 kms. o tiene el récord de viajes con el Falcon». Es lo que tiene cuando prima la táctica sobre el contenido. Aunque tengas algo de razón, la echas a perder por el camino.