Isidro Esnaola
Iritzi saileko erredaktorea, ekonomian espezializatua / Redactor de Opinión, especializado en economía

La producción europea de fertilizantes, al ralentí por el precio del gas

El gas natural es una de las principales materias primas de la industria química, especialmente importante en la producción de fertilizantes. Las sanciones de la Unión Europea a Rusia han reducido las importaciones y la escasez se refleja en una menor producción.

Una máquina del Grupo Fertiberia trabaja con fertilizantes.
Una máquina del Grupo Fertiberia trabaja con fertilizantes. (Europa Press)

«El gas natural representa el 44% del consumo de energía en la industria química. También desempeña un papel importante en la fabricación de productos: alrededor del 30% de todos los productos químicos requieren el uso de gas natural», explicó Anna Wolf, experta del instituto alemán Ifo. Por ello la caída de las importaciones de gas ruso está afectando considerablemente a la industria química europea. Especialmente significativa es la baja producción de fertilizantes.

Como se observa en el mapa adjunto, de Independent Commodity Intelligence Services (ICIS), las paradas y los menores ritmos de producción son la norma en la mayoría de fabricas europeas. Y unas pocas plantas han detenido completamente la actividad.

Esa escasez se ha trasladado ya a los precios, que según reconoce Wolf, hasta mayo habían aumentado un 65%, en el caso de los productos inorgánicos, y hasta un 170% en el caso de los fertilizantes y productos nitrogenados. Un alza que, sin embargo, no ha modificado la política europea de sanciones a Rusia.

En este sentido, el principal grupo ruso de fertilizantes EuroChem Group reconocía dificultades operativas debido al «cumplimiento excesivo» del régimen de sanciones. Es tal el temor que se evitan las compras a Rusia, incluso cuando los países no han incluido los fertilizantes entre los productos sancionados.

La menor producción de fertilizantes y unos precios más elevados probablemente provocarán una reducción de las cosechas en Europa, lo que sin duda contribuirá a agudizar la crisis alimentaria mundial. Y también será un importante catalizador de la ruina del actual modelo de agricultura industrial.

EEUU aprovecha el vacío Washington sí modificó el régimen de sanciones a Rusia que aprobó inicialmente para dejar fuera fertilizantes y productos agrícolas. Sus empresas están aprovechando las dificultades de abastecimiento que tiene Europa y, además, juega a su favor que cuentan con gas más barato que Europa. Así, el productor de fertilizantes estadounidense CF Industries ha señalado recientemente que se va a centrar en el amoníaco, por la gran demanda y los elevados precios europeos, dejando en un segundo término otro tipo de productos.

El CEO de CF Industries, Tony Will, admitió que se está dando una situación sin precendentes con márgenes muy elevados. Will reconoció que están desviando las exportaciones que en principio iban a terceros países hacia Europa.  Confesó, asimismo, que incluso la producción con destino al mercado interno estadounidense se estaba reorientando hacia Europa.

Alemania apuesta por los impuestos

En vez de revisar la política de sanciones hacia Rusia, Alemania trata de desincentivar el consumo de gas. Para ello el Gobierno ha decidido imponer un impuesto temporal al consumo de gas natural.

Este nuevo impuesto podría suponer varios cientos de euros anuales a un hogar medio. Las asociaciones de productores químicos ya han advertido que las cargas adicionales dañarán su «competitividad internacional».