La Real Sociedad y el Newcastle han acordado, a falta de confirmación oficial, el traspaso de Alexander Isak por 70 millones de euros, con lo que se convierte en la venta más cara de su historia y la tercera más alta del verano, solo superada por las de Darwin Núñez al Liverpool por 75 y Tchouaméni al Real Madrid por 80.
Isak llegó a la Real con 19 años en el verano de 2019 con un desembolso que, con lo que el verano pasado pagó al Borussia Dortmund para que renunciara a la cláusula de recompra, alcanzó los 15 millones para renovarlo hasta 2026 con una cláusula de rescisión de 90. Desde su llegada a Donostia el sueco ha jugado 132 partidos oficiales con la Real en los que ha marcado 44 goles, el último el pasado domingo ante el Barcelona. Su actuación más destacada fue en la eliminatoria de Copa que la Real ganó al Real Madrid en su camino al título de Sevilla por 3-4 con dos goles suyos.
La Real ha tenido la fortuna de que el sueco se ha convertido en el objetivo del club que tiene ahora más dinero después de ser comprado por Mohammed bin Saiman, príncipe heredero de Arabia Saudí. Se ha gastado 133 millones de euros este verano a pesar de que no juega competición europea al ser undécimo la pasada campaña en la Premier.
La cantidad fija es superior a la pagada por el Manchester City por Halland (60) y el Barcelona por Lewandowski 45 y se recogen otros cinco millones en variables y un 10% de la plusvalía en una futura venta.
Poco margen
El problema para la Real es que a una semana del cierre del mercado el club blanquiazul tiene que sustituirlo en un momento en el que Mikel Oyarzabal y Carlos Fernández están lesionados y las plantillas casi cerradas salvo transferibles que tampoco ofrecen una garantía para cubrir su baja. Los que cuentan para los entrenadores de sus equipos difícilmente van a dejarlos escapar sin margen para sustituirlos salvo que lleguen ofertas importantes.
La Real ya contemplaba la posibilidad de que Isak se marchara este verano al Newcastle tras recibir una oferta de entre 40 y 50 millones que se rechazó, lo que ha obligado a última hora al club inglés a subirla hasta una cifra irrechazable por la falta de alternativa.
No se sospechaba que Isak pudiera salir a última hora, pero la Real también contemplaba fichar otro delantero para cubrir la baja por lesión de Carlos Fernández. Tras conocer la cantidad del traspaso de Isak los clubes intentarán aprovechar el dinero recibido por el blanquiazul y su necesidad de fichar en poco tiempo.
Durante el día de ayer se comenzó a colocar en la órbita de la Real a delanteros como Mariano, que no cuenta para Ancelotti, e incluso Antoine Griezmann, que está inmerso en una situación extraña porque el Atlético de Madrid no quiere pagar 40 millones de euros al Barcelona a los que se comprometió si juega el 50% de los minutos y no es utilizado de titular. Pero la ficha de Griezmann es muy alta y la operación complicadísima por mucho dinero que deje Isak.
También se publicó ayer que el club blanquiazul ha ofrecido seis millones y cuatro en variables por Moussa Dembélé, que la pasada campaña metió 21 goles en 30 partidos de Liga con el Olympique de Lyon tras fracasar en el Atlético. No sería extraño que llegaran dos delanteros.
La noticia de la marcha del sueco sorprendió ayer a todos los compañeros, que no notaron nada especial en el que pudo ser el último entrenamiento de Isak en Zubieta. Los jugadores se enteraron por los medios de comunicación y se mostraron incrédulos con la noticia cuando pensaban que no iba a salir nadie.
El navarro del filial Jon Karrikaburu queda como único delantero centro para el partido que la Real jugará este sábado en Elche (18:30), aunque Imanol también tiene las opciones de Momo Cho y Take Kubo para jugar en las dos posiciones más avanzadas del 4-4-2 utilizado esta temporada.