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Antirracistas logran que el ‘Salvaje’ de Ath no luzca las cadenas y el anillo en la nariz

El personaje denominado el ‘Salvaje’ de una cabalgata tradicional belga es protagonizado por un hombre blanco pintado de negro y su misión es gritar y comportarse de manera agresiva para asustar a los niños.

El «Salvaje» de La Ducasse de Ath es un hombre blanco pintado de negro y, hasta ahora, lucía un anillo en la nariz y cadenas.
El «Salvaje» de La Ducasse de Ath es un hombre blanco pintado de negro y, hasta ahora, lucía un anillo en la nariz y cadenas. (Daniel Leclercq | WIKIMEDIA COMMONS)

La Ducasse de Ath, una procesión folclórica medieval de la región belga de Valonia, retirará este año las cadenas y el aro en la nariz al personaje negro del ‘Salvaje’ ante las denuncias por racismo contra esa tradición inscrita en la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco.

«El ‘Salvaje’ renunciará a algunos de sus atributos», arranca un comunicado de prensa difundido por la alcaldía de Ath en vísperas de la fiesta carnavalesca con seis siglos de tradición que el municipio celebrará este fin de semana.

El centro de atención de la fiesta son los gigantes de hasta 9 metros de alto que representan «a héroes o animales míticos, personalidades locales contemporáneas, personajes históricos, bíblicos o legendarios», a los que la procesión debe su inclusión en 2008 en las listas de la Unesco como parte de las festividades sobre ‘Gigantes y Dragones’ de varios municipios de los estados francés y belga.

Pero también es popular un personaje que participa en la procesión al menos desde 1873 como parte de la comparsa del barco de los pescadores napolitanos y al que se conoce como el ‘salvaje’, representado tradicionalmente por un hombre blanco con la cara pintada de negro, cadenas en el cuello y aros en la nariz y en las orejas.

Su misión es gritar y comportarse de manera agresiva para asustar a los niños en la cabalgata, en una tradición similar a los gigantes y cabezudos de otros pueblos europeos, pero con una raíz racista.

«Debería ser ilegal»

La asociación Panteras Bruselas, que se inspira en el movimiento antirracista de las Panteras Negras de Estados Unidos, había criticado en varias ocasiones esa caracterización, que considera «una práctica deshumanizante» que «debería ser ilegal», y en 2019 trasladó su queja a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Ese mismo año, la Unesco retiró de sus listas de patrimonio el carnaval de la localidad belga de Alost, en Flandes, ante la reiteración de las parodias racistas en la fiesta, en particular contra los judíos.

La agencia de la ONU respondió con un acuse de recibo en el que, sin amenazar con retirar su etiqueta a la fiesta, sí subrayaba que solo se pueden considerar patrimonio de la humanidad las prácticas que conformes a los «instrumentos internacionales» sobre «los derechos humanos, así como la exigencia del respeto mutuo entre comunidades, grupos e individuos».

La Unesco envió copia a las autoridades belgas y francesas, estados que comparten la protección a esas cabalgatas folclóricas. La siguiente edición, la de 2020, fue cancelada por la pandemia. Y la de 2021 se celebró en formato muy reducido.

La asociación, satisfecha en un principio con la respuesta, volvió a cargar contra el festival al ver que de cara a 2022 no se había tomado ninguna medida.

En una nueva carta enviada a la Unesco a inicios de este mes de agosto, las Panteras de Bruselas volvían a pedir a la organización que actuase contra ese «vestigio de una tradición cultural racista que se perpetúa en un silencio ensordecedor».

Las cadenas y el anillo, nada más

El Ayuntamiento de Ath ha reaccionado, finalmente, en medio de una polémica que divide a quienes consideran que el personaje refuerza clichés racistas y quienes creen que se trata solo de folclore y que debe de respetarse la tradición.

«La salida de este personaje folclórico no expresa ninguna intención racista por parte de los organizadores y más ampliamente de la población de Ath», que «percibe al ‘Salvaje’ como un personaje por el que tienen un profundo apego», escribe el consistorio.

La alcaldía, no obstante, dice que los vecinos de ese pueblo de 30.000 habitantes «son muy conscientes de que algunos de sus atributos pueden conmocionar y ofender a algunas personas» y que en los últimos años la comunidad ha desarrollado una reflexión sobre cómo proceder.

«Durante esta edición de 2022, el ‘Salvaje’ cederá algunos de sus atributos (cadenas y anillo), y este proceso evolutivo continuará a partir de setiembre», concluye del consistorio.

Algo que no contenta a los antirracistas. Los críticos piden que se elimine el personaje del ‘Salvaje’ como el ‘Diablo de Magnon’, ambos representados por hombres blancos disfrazados, en lo que constituye una práctica considerada racista y denominada blackface.