La huelga indefinida de las trabajadoras se cerró el curso pasado logrando la primera mejora salarial en más de diez años, así como una rebaja de las ratios de educador/alumno que sigue estando muy lejos de los estándares europeos (prácticamente a la mitad) o con los que en la práctica se dan en Araba, Gipuzkoa y Bizkaia.
Gimeno ha asegurado que la sociedad «no entendería» que las trabajadoras siguieran con sus protestas, a lo que ha añadido que se sentarán a negociar de nuevo con ellas a partir de setiembre. El consejero ni siquiera descarta que el curso continúe con una huelga general.
La Plataforma 0-3 que lideró estas reivindicaciones tiene previsto celebrar este fin de semana un «topagune» en Arbizu donde decidirán la estrategia a seguir. «La subida es insuficiente. No tenemos complementos, ni por antigüedad ni pedagógicos, y el refuerzo se ha quedado muy corto», ha asegurado a NAIZ Eider Garde, miembro de dicha plataforma.
Garde, tras escuchar al consejero, matiza algunas de sus afirmaciones. Así, mientras que el consejero se felicitaba por incorporar como refuerzo a 55 nuevas personas, desde la plataforma se aclara que se trata de 55 medias jornadas.
Gimeno, asimismo, ha asegurado que en este curso se avanza el tratamiento de las ratios como en el resto de niveles, con una mejora «vinculada al número máximo de alumnos y alumnas por unidad, a criterios de equidad, a criterios de inclusión, a criterios de calidad de programas», a criterios «plenamente pedagógicos».
Diferencias con la CAV
No obstante, desde la plataforma indican que, aunque el decreto resulte bastante parecido al de la CAV, el resultado práctico es bien distinto. «En la CAV hay un acuerdo entre sindicatos y el ente que gestiona las escuelas infantiles que establece una serie de refuerzos que acaban duplicando el personal. Allí si tienen ratios europeas, aquí hablamos del doble de alumnado por educador», aclara Garde.
El problema del consejero con el 0-3 no se acaba aquí. Este ciclo educativo se financia a través de las cuotas de las familias, los fondos de Educación y una tercera parte que asumen los ayuntamientos que cuentan con alguno de estos centros educativos.
La FNMC, después de que Educación aceptara la subida salarial mediante la cual se equipara a las educadoras con a nivel C , a las directoras a nivel B y a personal de limpieza con nivel D (siempre sin complememtos), aceptó asumir la parte que le tocaba de este incremento de gasto. Ahora bien, lo hizo a condición de que Educación presentara un plan para asumir en cuestión de un año la parte que hasta ahora abonan los ayuntamientos, y normalizar así la Educación Infantil con el resto de ciclos educativos.