El incendio desatado hace más de un mes en la localidad girondina de La-Teste-de-Buch, próxima a la bahía de Arcachon, ha sido al fin dado por extinguido, según ha informado la Prefectura de Gironda.

El fuego, que se desató el 12 de julio, ha devastado 7.000 hectareas de bosque, y su extinción ha sido posible gracias a una intervención constante de centenares de bomberos que han contado, en momentos puntuales, con el apoyo de equipos llegados de otros estados europeos.

Salvo en el sector de Hostens, las limitaciones de acceso han sido levantadas en La-Teste-de-Buch.

Ese incendio, que arrancó en las cercanías de la conocida Duna de Pilat, obligó a evacuar a millares de personas. El fuego se dio por fijado el 23 de julio y el incendio se declaró controlado el 29 de julio. Con fecha de 25 de agosto se ha dado por extinguido, señala el comunicado de la Prefectura de Gironda.

La situación mejora también en el incendio desatado en Landiras, y tras la extinción de los focos principales del fuego la vigilancia del sector siniestrado ha sido confiada a los ayuntamientos. 300 bomberos han intervenido en los trabajos de control de este segundo incendio.

Más de 20.000 hectareas perdidas en Landiras

El incendio en Landiras arrancó en las mismas fechas que el de La-Teste-de-Buch.

En su primera etapa arrasó 13.000 hectáreas y tras volver a resactivarse este mes de agosto ha devorado otras 7.400 hectareas más.

El departamento de Gironda mantendrá de momento el estado de alerta naranja por riesgo de incendio, en razón de las condiciones metereológica y de la situación de sequía.

Por ello se mantiene la prohibición de circulación y estacionamiento de vehículos de motor no autorizados en las vías de acceso a los bosques y las actividades forestales y también las actividades recreativas están prohibidas entre las 14.00 y las 22.00 horas.