Natxo Matxin
Redactor, con experiencia en información deportiva

Osasuna recupera una solidez casera que no se veía desde la temporada de Champions

Después de lo ocurrido el curso pasado –Osasuna obtuvo más puntos fuera que en casa–, una de las prioridades del presente ejercicio era recuperar la fiabilidad en El Sadar. De momento, el equipo lo está consiguiendo, firmando números de temporadas históricas.

La grada de El Sadar sí que está disfrutando en este inicio de temporada con los buenos resultados caseros de su equipo.
La grada de El Sadar sí que está disfrutando en este inicio de temporada con los buenos resultados caseros de su equipo. (Jagoba MANTEROLA | FOKU)

Volver a hacer de El Sadar un fortín era uno de los retos que se marcó el cuerpo técnico rojillo a la finalización de la campaña pasada, en la que la escuadra rojilla basó su salvación en los buenos resultados lejos de Iruñea, mientras que en propio estadio protagonizó una trayectoria bastante irregular.

La afición no quedó descontenta con la 2021-22, pues Osasuna volvió a salvarse con muchas jornadas de antelación, pero Arrasate y compañía no terminaron satisfechos del todo, sabedores de que el equipo no respondió con resultados positivos al incansable apoyo desde el graderío.

El reto era recuperar esa solidez anfitriona que desde hace varios años se ha convertido en un topicazo para aquellos que desconocen la trayectoria deportiva rojilla reciente y que en pasadas décadas sí fue una seña de identidad real de la escuadra navarra.

La solución pasaba, a juicio del staff técnico, por generar más fútbol sobre el verde y las primeras alineaciones, con futbolistas creativos como Aimar Oroz y Moi Gómez en el once, han demostrado que la fórmula era la adecuada, acompañada de marcadores favorables.

Tantas victorias como encuentros disputados en casa –tres de tres– nos retrotraen a temporadas pasadas de complicada repetición. De hecho, la última vez en que se dio esta circunstancia en Primera –encadenar un trío de triunfos consecutivos en El Sadar– se remonta a la exitosa 2005-06, en la que Osasuna acabó consiguiendo el pase a la previa de la Champions gracias a un meritorio cuarto puesto.

Pese al gran inicio competitivo, igualar aquellos digitos se antoja misión imposible. En la última campaña de Javier Aguirre al frente del banquillo rojillo encadenaron nada menos que nueve victorias ligueras consecutivas frente a su público.

No obstante, sí que parecen estar más a tiro los guarismos logrados en las primeras campañas de la década de los noventa del siglo pasado. Tanto en la 1989-90 como en la 1991-92 se enlazaron triunfos en las cuatro primeras jornadas ligueras caseras y en la 1990-91 se hizo en tres, como ahora. Todo ello coincidió con la época dorada de Pedro Mari Zabalza y la segunda participación europea del club.

Un cuarto de objetivo ya cumplido

Aparte de estadísticas caseras favorables, lo más importante no deja de ser que Osasuna, con apenas cuatro jornadas disputadas, ya ha logrado prácticamente una cuarta parte del objetivo con el que parte estos últimos cursos: lograr la permanencia.

Los nueve puntos cosechados en las tres victorias frente a Sevilla, Cádiz y Rayo Vallecano no solo sirven para ocupar una cómoda quinta plaza, sino también para generar una importante brecha respecto de los que serán rivales directos en la lucha por la salvación.

Todo colchón de inicio va a resultar de primordial importancia en una temporada muy atípica por el prolongado parón que se va a producir en la época invernal como consecuencia del Mundial de Catar. Lo puso de manifiesto Arrasate en su primera comparecencia para analizar la presente campaña y parece ser que sus pupilos le han hecho caso.

Algunos de ellos son ahora mismo duda para el siguiente compromiso de la escuadra navarra en el Estadio de los Juegos del Mediterráneo. Tanto Lucas Torró, que tuvo que retirarse en el minuto 51, como Rubén Peña, que no fue ni convocado ante el Rayo, se ha ejercitado esta mañana de manera individual en las instalaciones rojillas.

A su favor, que el duelo contra el Almería no se celebrará hasta el próximo lunes, día 12, a las 21.00 horas, lo que deja un margen mayor para que ambos jugadores, que han partido este curso como titulares, puedan restablecerse.

En todo caso, el hecho de que Arrasate pueda contar este ejercicio con una mayor profundidad de banquillo le permite subsanar esas posibles ausencias con futbolistas contrastados que ya han dejado buena muestra de su rendimiento, caso de Nacho Vidal y Darko, como sustitutos naturales.