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Putin preside la fase final de las maniobras militares con sus aliados, entre ellos China

El presidente ruso preside el final de las maniobras bélicas a gran escala en el Extremo Oriente, y en las que participan aliados como China y observadores de India y Azerbaiyán, entre otros. La guerra en Ucrania ha reducido hasta una sexta parte el número de efectivos.

El presidente ruso inspecciona las maniobras "Vostok-2022'.
El presidente ruso inspecciona las maniobras "Vostok-2022'. (Mijail KLIMENTYEV | AFP)

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha llegado hoy al campo de entrenamiento militar Sergeievski, en Vladivostok, en el Lejano Oriente ruso, para inspeccionar la fase final de las maniobras rusas Vostok-2022, en las que participan 50.000 militares y contingentes de otros países, entre ellos China y Nicaragua.

«El presidente ha llegado ya, está en el polígono Sergueievski, el de la etapa final del ejercicio Vostok-2022», ha anunciado el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

El máximo mandatario ruso ha mantenido una reunión a puerta cerrada con altos cargos militares, entre ellos el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, y el jefe del Estado Mayor General, Valeri Gerasimov, para luego  inspeccionar las maniobras, que se desarrollan en siete polígonos y en los mares de Japón y de Ojotsk. Comenzaron el pasado día 1 y terminarán este miércoles.

Una sexta parte de efectivos

En ellas participan unos 50.000 soldados, más de 5.000 unidades de armamento pesado, 140 aviones y 60 buques.

Entre el personal militar implicado en las maniobras hay más de 2.000 militares y observadores de Argelia, Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Birmania, China, India, Kazajistán, Kirguistán, Laos, Mongolia, Nicaragua, Siria y Tayikistán.

Coincidiendo con el séptimo mes de la intervención bélica rusa en Ucrania, este año los ejercicios Vostok en el Lejano Oriente ruso cuentan únicamente con una sexta parte de los militares que tomaron parte en los mismos hace cuatro años.

Y es que en Vostok-2018 llegaron a movilizarse más de 300.000 militares, lo que convirtió esos ejercicios en la mayor exhibición de fuerza por parte de Rusia desde los tiempos de la Guerra Fría.

Artillería norcoreana

‘The New York Times’ asegura en su edición de hoy que Rusia estaría comprando millones de proyectiles y cohetes a Corea del Norte, lo que vendría a confirmar que las sanciones globales impuestas a Moscú tras su invasión de Ucrania están obstaculizando sus habituales líneas de suministro de armamento y debe recurrir a mercados alternativos.

El diario cita como fuente documentos desclasificados recientemente por la inteligencia estadounidense que apuntan a que Moscú se ha visto obligado últimamente a «recurrir a estados parias en busca de suministros militares».

Esta información se produce días después de que Rusia recibiera envíos iniciales de drones de fabricación iraní, algunos de los cuales, siempre egún funcionarios estadounidenses, tenían problemas mecánicos.

La ambigüedad china

Las sanciones estadounidenses y europeas han bloqueado la capacidad de Rusia para comprar armamento o productos electrónicos con los que fabricar esas armas.

Moscú esperaba que China estuviera dispuesta a oponerse a esos controles de exportación y continuar abasteciendo al Ejército ruso.

Pero en los últimos días, funcionarios estadounidenses señalaron que, si bien China comprar petróleo ruso con descuento, Pekín, al menos hasta ahora, ha respetado los controles de exportación impuestos a las fuerzas armadas de Moscú y no ha intentado vender ni equipo ni componentes militares, señala el rotativo neoyorquino.