Mariona Borrull
Venecia

Los espejismos obscenos de Marilyn Monroe

La voraz ‘Blonde’ divide a la crítica, Paolo Virzì estrena tarde su película pandémica y ‘Trenque Lauquen’ pone la nota juguetona en el penúltimo día de Competición

Andrew Dominik y Ana de Armas posan juntos en el Festival de Venecia.
Andrew Dominik y Ana de Armas posan juntos en el Festival de Venecia. (Tiziana Fabi | AFP)

Anteayer anticipábamos que el estreno de ‘Blonde’, el desastre de gran envergadura que podía ser el esperado biopic de Marilyn Monroe. La película llevaba tres años en la sala de montaje, paralizada por las reticencias de Netflix a sus ‘excesos’. Recién acabada, en Venecia, el resultado parece haber convencido solo a medio patio de butacas y la película promete un estreno más que divisivo, el 28 de septiembre. Esperamos que el reconocimiento al tremendo esfuerzo de Ana de Armas, entregada como una Marilyn mártir, sí sea unánime.

La Marilyn Monroe que nunca existió

Andrew Dominik (‘Mátalos suavemente’) continúa la línea de la novela homónima de Joyce Carol Oates, que reinventaba la historia de la actriz cruzando sucesos que marcaron la vida real de la artista y episodios puramente ficcionales, historias que endurecían el camino de Norma Jean/Marilyn Monroe, desde la infancia y durante su década de máxima popularidad (1952-1962). El tiempo o la veracidad secundarios para un Dominik más preocupado por qué puede enseñarnos la Marilyn icono acerca de la cara oscura de la fama, y la Marilyn como madre que no llegó a ser, sobre el linaje como peso que cargamos toda la vida.

El cineasta admite que Marilyn que nunca existió más allá de nuestra imagen de ella. Por ello, cose su película a partir de distintos retazos de estética y formatos, variando del color al blanco y negro entre planos y saltando sin más entre anchos de pantalla. A Marilyn la veremos desde el cine negro, la publicidad y una falseada imagen de archivo. La gran constante de la película pasa por la violencia ejercida por los hombres (todos, excepto el Arthur Miller de Adrien Brody) sobre el cuerpo de la actriz: el dolor se nos muestra con una violencia voraz, en una primera persona ineludible. ‘Blonde’ da un toque de atención de un sensacionalismo no siempre justificable, pero nos asegura nunca volver a ver una de sus películas con la conciencia tranquila. Que sirva de algo.
Un nuevo rompecabezas con Laura Paredes y Mariano Llinás

Va contra el ritmo desaforado de un festival tomar asiento en una película de más de cuatro horas, pero la nueva propuesta del colectivo El Pampero Cine, ‘Trenque Lauquen’ de Laura Citarella (productora de ‘La flor’), justificó la apuesta. Por otra parte, con Mariano Llinás tras el guion y Laura Paredes por protagonista, el éxito estaba asegurado… ‘Trenque Lauquen’ es una perla de muy bajo presupuesto (rodada casi toda en la localidad rural que le da este extraño nombre), pero de recursos visuales y narrativos crepitantes. Un rompecabezas cinéfilo a descubrir en salas.
La encabezan dos hombres (Ezequiel Pierri y Rafael Spregelburd), quienes parten en busca de una mujer a la que ambos aman, desaparecida sin dejar rastro. Durante su viaje por carretera, van a revivir una serie de recuerdos, tejidos en la película como un entramado de historias diversas y brillantes: desde el rastro epistolar de un romance fallido, hasta un misterio en clave de ciencia-ficción.

Paolo Virzì deja seca a Roma

Fuera de Concurso, el director de El capital humano ha vuelto con una comedia coral de premisa inquietante: después de tres años sin llover, la capital italiana ha tenido que adaptarse a una nueva normalidad de normas y restricciones. Virzì y sus cinco guionistas siguen a varios personajes que recorren la ciudad mientras esperan que llueva sobre su futuro, sediento y ruinoso. El estrés de un taxista que padece la enfermedad del sueño, pero que no puede permitirse descansar, la ansiedad de un actor obsesionado con su reputación en redes y el deambular de un expresidiario bueno, pero expulsado de todas partes; todos sus casos van a sonar familiares en los tiempos que corren. Sin embargo, Virzì los monta en una comedia tosca, insuficiente y de un humanismo manido. De la pandemia tampoco salieron mejores películas.