Ander Ganzabal (Orozko, 2000) hace un balance positivo del primer año en el que ha competido en el ciclismo procedente del triatlón. Se ha proclamado campeón de Bizkaia absoluto al ser quinto en Durango y es el cuarto del Lehendakari por detrás de tres futuros profesionales como Mulu Hailemichael, Xabier Berasategi y Abel Balderstone gracias a su regularidad. Ha sumado nueve puestos en el Top 10, con un segundo en Berriatua, un tercero en Irun, cuatro quintos, un octavo en el campeonato de Euskadi y dos décimos.
Da por buena su decisión de aparcar el triatlón por el que apostó desde joven: «De pequeño como cualquier chaval probé muchos deportes como pelota, atletismo, ciclismo y poco a poco me fui especializando en el fondo. Lo que menos bien se me daba era la técnica. Pasé a centrarme en el ciclismo y el atletismo y en cadetes de primer año di el salto al triatlón. Practicando dos de los tres deportes, se me hizo medianamente fácil adaptarme y empecé a nadar».
Ganzabal logró buenos resultados como triatleta: «Cada año subí el nivel de exigencia, implicación y disciplina hasta que hace tres o cuatro temporadas entré en el Arabatri de Gasteiz, que teníamos un grupo de entrenamiento interesante con campeones de España. Quedamos campeones de España de crono por equipos y pasé al Alusigma Peñota Dental con Ander Okamika como compañero de equipo. Participamos en lo que viene a ser la Liga de clubes y hace dos años fuimos terceros y el pasado cuartos».
Decidió cambiarse al ciclismo «viendo que era relativamente joven y vivir del triatlón es muy complicado, Hay que ser muy bueno y como mucho viven diez de eso y decidí probar en el ciclismo. Empecé a correr algunas pruebas el año pasado y conocí a Pablo Mas, de Amurrio, que era director del Eiser. Me comentó si quería probar con ellos en el ciclismo y me animé».
Okamika, un ejemplo
Quiere seguir los pasos de Ander Okamika: «Fue compañero de equipo y todavía mantengo relación con él. Le tengo como referente y ejemplo». Ha dejado el triatlón porque «correr es lo más contraproducente que hay para el ciclismo. Cargas la musculatura Nadar no es tan perjudicial para la bici y en pretemporada nadé algo, pero en temporada corriendo todos los fines de semana no tenemos tiempo para hacer otros deportes».
El corredor del Eiser dio el paso con dudas: «No sabía cómo iba a salir, si andaría mucho o poco. Okamika o Romo pasaron del triatlón al ciclismo y andan una barbaridad, pero Carlos Oliver y Nacho Gálvez lo han probado y no les ha salido bien. Era una incógnita total. Quería probar sin presión, dar el máximo y para ser el primer año estoy bastante contento».
Ha compaginado el triatlón y el ciclismo con sus estudios sin problemas porque con sus resultados como triatleta es considerado deportista de alto rendimiento y eso le ha ayudado a acabar en junio el Grado de Ciencias de Actividad Física, antiguo IVEF, y ahora ha empezado a estudiar el curso de piloto privado.
Reconoce que «la primera mitad del año me costó bastante adaptarme a los movimientos de carrera, a ir en el pelotón, a gestionar los esfuerzos. No solo es tener piernas, sino cuando usarlas. Quitando el de Durango, todos los resultados los he conseguido en la segunda mitad del año tras ese proceso de aprendizaje».
Segundo en Berriatua
Fue segundo en Berriatua, donde le ganó Gorka Sorarrain al sprint: «Ha sido el día que más cerca he visto la victoria junto a la carrera de Laudio, que se nos fue Jorge Gutiérrez en la última subida. Son los dos días que te queda la sensación de poder ganar porque en Irun fui tercero, pero Balderstone ganó con mucha superioridad».
De las tres vueltas que ha disputado –Bidasoa, Nafarroa y Tour de Beaujolais– se queda con la última: «Acabé decimocuarto en la general porque el último día, que iba sexto o séptimo, tuve un problema mecánico y perdí unos segundos que me dejaron fuera del Top’10. Es la vuelta que más a gusto me he sentido».
Hasta final de temporada solo va a disputar las dos pruebas que restan de Lehendakari este jueves en Altsasu y este sábado en Oñati. «Me salen 45-46 carreras, que para ser el primer año como ciclista son más que suficientes. He corrido todos los fines de semana desde febrero y el máximo de días sin carrera han sido siete seguidos».
Es amigo del ciclista profesional de Orozko, Gotzon Martín y «suelo quedar con él para entrenarme, pero ellos tienen un calendario diferente al nuestro. Me parece más cómodo porque hacen bloques de competiciones y nosotros competimos todo el año. Siendo el primer año no sabía el momento para hacer un pico de forma y cuando podía estar más relajado. Tienes que estar en forma desde febrero hasta septiembre y se hace largo. Mantener la forma todo el año es imposible, hay altibajos, pero intentas minimizar los picos bajos».
Un preparador de confianza
Le ha llevado la preparación Joannes Goitisolo: «Lo conozco del triatlón, era compañero en el Alusigma, de piso y es tan entrenador como amigo. Es conocido de Beñat Intxausti y, siendo mi primer año en el ciclismo, no quería un entrenador ciclista. No porque no confíe en ellos, sino porque él me iba a ayudar mejor a adaptarme del triatlón, de hacer 6.000 kilómetros en bici a 16.000. Necesitaba a alguien que entendiese de donde venía».
También ha agradecido tener de director en el Eiser a Beñat Intxausti: «Alguien con su experiencia en el World Tour, que ha competido con los mejores, siempre ayuda» y está contento con su decisión de correr en su primer año en el equipo vizcaíno.
«Lo complicado es subir de un equipo que no es filial, pero siendo el primer año estar en el Eiser me daba la opción de tener una libertad absoluta que en un filial con más gallos y gente buena por delante no tendría. Haber estado en Eiser ha sido una experiencia muy positiva», destaca Ganzabal.
«Todavía no tengo nada cerrado»
En el entorno ciclista ya se le sitúa en el Laboral Kutxa, pero el de Orozko transmite que «todavía no tengo nada cerrado. De cara al año que viene, me ha tocado algún equipo, pero no he decidido qué hacer. Me voy a centrar en el ciclismo totalmente, me lo voy a tomar igual de serio, pero con el aprendizaje de este año espero tener el mejor nivel par dar el salto a profesionales».
Será su primera temporada como élite y le tranquiliza que ahora pueden correr casi todas las carreras como los sub’23: «Quitando Bidasoa y Madrid, el resto de vueltas, el Lehendakari y el Euskaldun están abiertos a los menores de 27 años y eso está muy bien porque antes mucha gente lo dejaba con 22».
Si no lo consigue en las dos carreras de este año, espera dar en 2023 ese salto que le permita ganar: «Estando tan cerca debes tener el día y la confianza. Un ciclista que viene de ganar en juveniles o que ya ha ganado en sub’23 tiene la confianza de que ya ha ganado y sabe lo que es ganar. Yo los dos días que he sentido tener las piernas para ganar no sabía si esperar o atacar y eso hace que se te adelante otro con más experiencia».
Lehendakari Txapelketa
1 Mulu K. Hailemichael (C. Rural)142
3 Xabier Berasategi (Laboral) 118
3 Abel Balderstone (Caja Rural) 107
4 Ander Ganzabal (Eiser) 105
5 Dylan Jiménez (Lizarte) 92
6 Ailetz Lasa (Laboral Kutxa) 85
7 Unai Esparza (Eulen) 84
8 Dylan Westley (Lizarte) 81
9 Javier Ibáñez (Caja Rural) 78
10 Haimar Etxeberria (C. Rural)70
11 Samuel Fernández (C. Rural) 68
12 Sinuhé Fernández (Lizarte) 68
13 Mikel Retegi (Lizarte) 67
14 Pablo Carrascosa (Lizarte) 67
15 Joseba López (C. Rural) 67
16 Pablo Castrillo (Lizarte) 65
17 Iker Mintegi (Laboral Kutxa)63
18 Haritz Sein (Eibar) 54
19 Julen Arriola-Bengoa (C.R.)53
20 Álex Díaz (Baqué) 53