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La ONG Salvamento Marítimo Humanitario, galardonada con el Premio Navarra a la Solidaridad

La ONG guipuzcoana Salvamento Marítimo Humanitario, a la que pertenece el buque Aita Mari, ha recibido el XIX Premio Internacional Navarra a la Solidaridad, dotado con 25.000 euros, en reconocimiento a su labor humanitaria en aguas del Mediterráneo.

Imagen de archivo de un rescate realizado por el Aita Mari en aguas del Mediterráneo central.
Imagen de archivo de un rescate realizado por el Aita Mari en aguas del Mediterráneo central. (Alfonso NOVO)

A propuesta de la Peña Armonía Txantreana y tras contar con 42 cartas de apoyo, la ONG guipuzcoana Salvamento Marítimo Humanitario, a la que pertenece el buque Aita Mari, ha sido galardonada con el Premio Internacional Navarra a la Solidaridad 2022.

Han sido diez las candidaturas seleccionadas como finalistas por el jurado, que ha elegido entre ellas a SMH por unanimidad por su contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de «salvar vidas y promover la paz y la justicia» mediante «una valiente labor humanitaria» dedicada a la asistencia de personas que huyen de la guerra y del hambre, dándoles una oportunidad de «llevar una vida digna».

El jurado ha destacado también su coordinación con otras organizaciones no gubernamentales para el acompañamiento de personas desplazadas, en especial mujeres y niños víctimas de violencia sexual.

Cuatro años salvando vidas

A través de este premio se reconoce el trabajo que viene realizando la ONG Salvamento Marítimo Humanitario en aguas del Mediterráneo central con su buque Aita Mari desde hace casi cuatro años.

A finales de septiembre de 2018 era presentado en Getaria el remozado atunero que estaba condenado al desguace, el Stella Mari Berria, convertido en el Aita Mari. Ese cambio había sido posible gracias al empeño de SMH y a la colaboración de varias instituciones, incluyendo al Gobierno de Lakua.

Pocas semanas después de esa presentación oficial, partía del puerto de Pasaia rumbo al Mediterráneo el Aita Mari, con capacidad para atender a 150 personas y para tener 18 tripulantes.

Desde entonces, han sido miles las personas que ha rescatado este buque en aguas del Mediterráneo, haciendo frente a las trabas burocráticas y siempre con la cuestión de conseguir un puerto en el que desembarcar a quienes salva de las aguas de un mar que se ha convertido en un inmenso cementerio de migrantes que tratan de recorrer el trayecto entre África y Europa.