Los colegios electorales cerraron en Italia a las 23.00, apenas 25 minutos después de que votase la favorita y candidata de la formación ultraderechista Fratelli d’ Italia, Giorgia Meloni.

A falta de conocer los resultados definitivos, los sondeos confirman la clara victoria de la suma de las fuerzas de derecha y extrema derecha representadas por Meloni, Matteo Salvini y Silvio Berlusconi.

La única opción de que ello no ocurriera pasaba por una alta participación, que no se ha producido. La afluencia a las elecciones ha bajado al 63,91%, diez puntos menos que en los últimos comicios generales, en 2018.

La formación de Meloni ha acaparado en torno al 25% del voto (la RAI le estima opción de llegar al 26%), en un contexto de clara fragmentación pero de ascenso general del bloque de derechas frente a las formaciones de centro e izquierda. La reducción del número de representantes en las dos cámaras, impulsada paradójicamente por la izquierda, ha favorecido este triunfo que genera preocupación en la UE.

La victoria de la derecha parece indiscutible, aunque más complejo será que se mantenga su unidad de acción y se cierre una fórmula de gobierno, como explica este análisis previo de Daniel Galvalizi.

Meloni pide paso

La propia Meloni ha pedido, tras conocerse los resultados preliminares, la dirección del próximo Gobierno italiano.

«Ha llegado una indicación clara de los italianos de un gobierno de centro-derecha dirigido por los Hermanos de Italia», ha afirmado en declaraciones a sus seguidores en el Hotel Parco dei Principe, en Roma, donde ha advertido de que «no estamos en un punto de llegada sino de partida: desde mañana tenemos que demostrar nuestra valía».

«El desafío ahora es hacer que la gente crea en las instituciones, demasiados italianos todavía eligen no confiar. Necesitamos reconstruir la relación entre el Estado y los ciudadanos», ha añadido.

El presidente de Forza Italia, Silvio Berlusconi, ha llamado a Meloni para felicitarle por el resultado obtenido en las elecciones, al igual que otros líderes de la extrema derecha europea, entre los que figuran el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, Santiago Abascal (Vox), Jordan Bardella (Ressemblement National) y Beatrix von Storch (AfD).

El PD reconoce la derrota

El PD de Letta se confirma como el segundo partido, con entre 17% y 21%, por delante del M5S, que arrebata la tercera plaza a la Liga de Salvini, será el «tercer polo», que agrupa a los centristas Carlo Calenda y Matteo Renzi, consigue entre el 6,5% y el 8,5%.

La portavoz del PD en la Cámara de los diputados, Deborah Serracchiani, ha señalado que «somos la primera fuerza de oposición y la segunda fuerza política y tenemos que hacer una oposición importante ante Europa y ante nuestro país en este momento delicado».

Y el presidente del Movimiento 5 Estrellas, Giuseppe Conte, ha cargado precisamente contra el PD, al que ha culpado de la falta de unidad entre los partidos de centro-izquierda.

Conte ha destacado que «somos la primera fuerza política en el sur y este es un hecho muy importante. Defenderemos todas nuestras batallas y nuestras conquistas. No permitiremos que nadie las desmantele».

El sondeo de los analistas de YouTrend para el canal privado SkyTG24 confirma estos pronósticos, con un triunfo del centroderecha en el Senado con el 42,6%, que se repartiría entre FdI un 23,7%, la Liga 9,8% y FI, 7,9%

El centroizquierda sumaría un 27,8%, con el PD en el 20,1%, mientras que el M5S lograría el 16,1%, mientras que Calenda y Renzi sumarían un 7,4%.