La comunión con la grada popular de San Mamés ha sido uno de los aspectos a resaltar en el buen inicio de temporada del Athletic. Los propios futbolistas han agradecido el apoyo que reciben por parte de los aficionados al acabar los partidos y en distintas ruedas de prensa.

El presidente Jon Uriarte también lo destaca en la memoria enviada a los socios con las cuentas que van a presentar el próximo 26 de octubre en la Asamblea de compromisarios. Entre los distintos asuntos a tratar durante su legislatura, se marca como «meta» un San Mamés sin asientos vacíos con la Herri Harmaila y asegura que se trata de una «extraordinaria herencia, rugiendo en cada partido, y cuyo esfuerzo económico, sin duda, ha merecido la pena».

El proyecto de grada popular que se ha puesto en marcha en el arranque de esta temporada se aprobó la pasada primavera. La dinámica San Mamesen Orroa, promovida por más de una veintena de peñas rojiblancas, recogió unas 2.500 firmas de socios para convocar una Asamblea. Entre ellos, se encontraban los actuales directivos Xabier Álvarez e Igor San Román.

Los compromisarios terminaron apoyando la propuesta de la directiva de Aitor Elizegi. El anterior presidente planteó que los socios del fondo norte que fueran reubicados obtendrían bonificaciones como un descuento de un 20% en las cuotas para los próximos veinte años.

La directiva de Uriarte ha cifrado en más de cinco millones ese «coste» y se han imputado como pérdidas del ejercicio que acaba de finalizar, en vez de ir contabilizando la disminución de ingresos cada año. Según ese mismo cálculo, serían unos 250.000 euros por temporada.

No obstante, el tesorero Guillermo Ruiz-Logarte comentó en sus explicaciones que gracias al incremento de ingresos generados por la propia grada popular en siete años se equilibrarían esas cifras.

Con esta decisión el déficit presupuestado para la pasada temporada ha ascendido de algo más de 4 millones a 10,6 millones. La nueva junta también ha añadido a esas pérdidas las rescisiones de contratos realizadas desde su llegada a Ibaigane a finales de junio. Lo abonado ascendería a algo más de millón y medio. Córdoba, Ezkieta e Iñigo Vicente son algunos de los jugadores que se desvincularon del club en el inicio de la pretemporada.

El reto económico marcado para la presente temporada es reducir ese déficit a la mitad al cierre del ejercicio. El próximo presupuesto asciende a 141 millones de gastos y contempla unas pérdidas de algo más de 5 millones de euros.