La cita es este sábado en Bruselas, donde más de 150 organizaciones europeas que defienden los derechos de las personas migrantes y de organizaciones de sus países de origen han convocado una movilización ante el Parlamento Europeo para denunciar las politicas migratorias europeas y las muertes en las fronteras.  

Una de las columnas que se dirige hacia la capital de la UE partió de Bilbo y tuvo su primera parada el lunes en Irun. En el autobús viajan unas 60 personas. En esta localidad guipuzcoana se rindió homenaje a las personas fallecidas en las rutas migratorias, frente al monolito instalado por la Caravana Abriendo Fronteras-Mugak Zabalduz en el parque junto al puente de Santiago.  


De ahí la caravana partió hacia Poitiers. Hubo una concentración ante el ayuntamiento bajo el lema «Rights! No deaths!». El martes se llegó al distrito parisino de Evry, donde los marchistas se sumaron a la protesta de los trabajadores de Chronopost, que llevan 11 meses en huelga. Chronopost, filial del servicio público francés de correo, cuenta con un alto porcentaje de migrantes en su plantilla «y la empresa se aprovecha de ello para obligarles a trabajar en condiciones precarias».


La marcha hizo su última parada en Calais, donde se concentran los migrantes que quieren cruzar a las Islas Británicas.  Allí se reunieron con personas en tránsito en el centro de día de acogida. Después realizaron una marcha hasta el parque de Richelieu, donde se rindió un homenaje a las personas fallecidas, más de 300 desde 1999.

La caravana llega este jueves a Bruselas, y hoy mismo una delegación de marchistas se reunirá con un grupo de europarlamentarias y europarlamentarios para trasladar sus reivindicaciones. También mantendrán un encuentro con asociaciones y colectivos de personas sin papeles, antes de participar en la movilización del sábado.