La ministra de Estado francesa para la Transición Ecológica y la Ruralidad, Dominique Faure, se desplazó hasta Baiona para asistir, el miércoles 5 de octubre, a la sesión de clausura de la 27 Asamblea de la Misión Operacional Transfronteriza (MOT). La mayoría de los asistentes a ese encuentro de refirieron de una u otra forma a los obstáculos derivados del cierre de las fronteras.
Sin embargo, la secretaria de Estado, que, sin salir del departamento en el que se incluye a Euskal Herria acudirá este viernes, 7 de octubre, a Oloron Sainte-Marie para la firma del contrato del plan interregional Occitania-Nueva Aquitania, se declaró «no habilitada» para pronunciarse sobre la situación en la muga que, sin embargo, impactó y mucho a los asistentes al evento.
En cuanto la secretaria de Estado entró en la sala, un delegado de Pirineos Orientales, Nicolas Garcia, se dirigió personalmente a la representantes gubernamental para decirle: «He podido comprobar que no solo hay bloques de piedras que obstaculizan los pasos en Catalunya sino que también en Euskal Herria hay bloques en las fronteras y controles, tal como hemos visto ayer en Hendaia, a nuestra vuelta desde Donostia», refirió Garcia.
Faure pudo pero no aludió en su discurso de cierre a esas y otras declaraciones referidas a la muga, en este caso evocadas por el consejero vasco, Mathieu Bergé, responsable del área de relaciones transfronterizas en el Consejo Regional de Nueva Aquitania o por el propio presidente de la Mancomunidad Vasca, Jean-René Etchegaray, que calificó de «vergüenza» el cierre de la muga y reclamó que se abra un paso humanitario para acabar con el drama que implica, remarcó, la muerte de diez migrantes en lo que va de año en los pasos del Bidasoa.
La secretaria de Estado gala aseguró a los medios que tomó conciencia de que ese tema estaría presente, por la mañana, de camino a la cita en Baiona, a la que llegó con dos horas de retraso.
Cerrojo en los pasos al menos hasta abril de 2023
Una falta de información que resultaba cuanto menos sorprendente, al haber sido invitada a un foro transfronterizo, creado hace 25 años para ahondar en los intercambios en una Europa sin fronteras.
Un nuevo dato viene a hacer menos entendible si cabe su desconocimiento, ya que París ha notificado, de hecho, ya a Bruselas su intención de prorrogar, a partir del próximo 1 de noviembre, la reintroducción de controles y cierres de fronteras en vigor desde enero de 2021.
Aunque el Acuerdo de Schengen contempla a lo sumo una prórroga de la suspensión por seis meses del derecho a la libre circulación de personas, el Gobierno de Emmanuel Macron, maestro de ceremonias, ayer, de una cumbre de la Comunidad Política Europea, ha venido renovando cada medio año, por simple comunicación de correo, un cierre, que ya aplicó durante la pandemia pero que, finalizadas las restricciones en fronteras en la UE, París ha perpetuado.
Fue en enero de 2021 cuando la Prefectura de Pirineos Atlánticos anunció el cierre de ocho pasos en Ipar Euskal Herria. Las protestas vecinas y las denuncias de las instituciones de ambos lados de la muga llevaron a la reapertura de los pasois principales.
Sin embargo, a día de hoy, los controles siguen en esos pasos y además hay todavía cuatro mugas cerradas en Euskal Herria.
Se trata del puente de mercancias en Hendaia, rehabilitado como pasarela peatonal gracias a los fondos de la UE y nunca estrenado para esa función, y de los pasos de Izpegi, Larraine y Aldude.
Desprecio a las demandas de sociedad e instituciones vascas
La víspera de la asamblea de la MOT y de los Encuentros Transfronterizos, la Mancomunidad Vasca publicó su enésima declaración en demanda de la reapertura de esos pasos. La avalaban una decena de alcaldes de localidades directamente afectadas por el hermetismo en las fronteras.
Etchegaray aseguró, tras el mutis de la secretaria de Estado, que volvería a dirigir su exigencia a París. Nada apunta a que allí encuentre mayor eco para su nueva petición, no al menos hasta el 30 de abril de 2023 cuando se agotará la nueva prórroga de cierre comunicada por París.
Sin sorpresas, en su misiva a la Comisión Europea, la delegación francesa ante la UE, desglosa los argumentos habituales para justificar la clausura de los pasos.
A saber, la «amenaza terrorista», el crimen organizado, la actuación de redes decidadas al paso de personas y la migración ilegal, según se puede leer en el documento oficial del que se ha hecho eco en la red social Twitter Gerald Sadik, trabajador de la asociación La Cimade.
Las denuncias de distintas asociaciones ante el Consejo de Estado no ha tenido el efecto esperado, ya que esa alta instancia ha estimado que al aludir concretamente a la «nueva amenaza terrorista» derivada de la intervención militar francesa en el Sahel, el Gobierno galo ha cumplido con el requisito de que una nueva demanda debe sustentarse en razones diferentes.
Bruselas pidió a París que explorara alternativas al cierre
París hasta ha incorporado en esta última notificación de prórroga del cierre de fronteras internas un nuevo argumento, «la situación en Ucrania», quizás para asegurarse de no recibir una nueva amonestación desde las instancias europeas.
De hecho, a raíz de una de las muchas gestiones realizadas por un grupo de eurodiputados vascos y catalanes, entre los que se encontraban Carles Puugdemont y Pernando Barrena, la Comisión emitió una respuesta en la que instaba a París a explorar alternativas al cierre de fronteras.
Así, la Comisión explicó, por escrito, que, efectivamente, «los estados miembros pueden restablecer los controles en las fronteras interiores como medida de último recurso para hacer frente a amenazas graves para el orden público o la seguridad interior».
Recordó, no obstánte, que ello debe realizarse de conformidad con los procedimientos establecidos en el código de fronteras Schengen y que «los estados miembros están obligados a garantizar que los controles fronterizos solo se prolonguen mientras persistan las circunstancias extraordinarias y que se lleven a cabo de manera proporcionada».
La respuesta firmada por la comisaria de Interior, Alva Johanson, con fecha de 20 de enero de 2022, informaba de que, ante la persistencia de esos controles permanentes, «la Comisión ha iniciado un dialogo político y técnico con Francia y otros estados que realizan controles duraderos en las fronteras interiores a fin de comprender la situación y explorar el uso de medidas alternativas, como el refuerzo de la cooperación transfronteriza».