Se avecina culebrón para los próximos meses. El Sevilla vuelve a querer hacerse con los servicios de Chimy Ávila, al que incorporaría a su plantilla durante el próximo mercado invernal.

En esta ocasión, se trata de una petición expresa de Jorge Sampaoli, recién aterrizado en el banquillo hispalense, quien habría solicitado la incorporación de tres fichajes para su nuevo proyecto a los rectores del club andaluz.

En concreto, el técnico argentino quiere reforzar las posiciones de central, pivote y delantero, encajando en esta última su compatriota, al que el Sevilla ya quiso contratar hace casi tres años.

Fue en el momento álgido de Chimy Ávila, cuando el ariete rosarino llevaba anotados nueves goles en una veintena de partidos, hasta lesionarse gravemente la rodilla izquierda frente al Levante tras un mal gesto fortuito.

Por aquel entonces, su facilidad anotadora incluso encandiló a equipos tan poderosos como el Barcelona, de quien se llegó a hablar de que iba a pagar la cláusula de rescisión –25 millones– en el mercado invernal de la 2019-20, coincidiendo con los primeros episodios de la pandemia.

En ese mismo periodo, el Sevilla buscaba reforzar su ataque y se fijó en el Chimy. Finalmente, la operación no cuajó porque el Leganés dio más facilidades en el pago por la adquisición de En-Nesiry.

Precisamente la salida ahora del delantero marroquí es una de las condiciones para facilitar la posibilidad de que Ávila vista de sevillista. La entidad de Nervión tiene previsto poner en el mercado al africano para recaudar cash con el que hacer frente al fichaje del rojillo.

30 millones

La cláusula actual del ariete rosarino está cifrada en 30 millones, después de que Osasuna y el futbolista llegasen a un acuerdo a mediados de marzo pasado para renovar su compromiso hasta 2026.

En primera instancia, el Sevilla no estaría dispuesto a llegar a esos números y desde el club rojillo ya se ha avanzado que, a día de hoy, no ha existido ni interés ni ningún contacto oficial al respecto por parte del equipo hispalense.

También está por ver si los rectores de Osasuna se mantienen firmes en su política de exigir el pago de la cláusula íntegra, tal y como han venido manteniendo de manera reciente en otros casos similares, como el de Moncayola y David García, este último también objeto de deseo del Sevilla.

Desde el club rojillo se entiende que la salida de Chimy Ávila supondría una considerable pérdida deportiva, de ahí que la oferta tendría que ser muy atractiva para aceptarla.

Especialmente por el hecho de que el Sevilla ha ingresado en este mercado veraniego más de 90 millones con la venta de sus dos centrales titulares de las últimas campañas, Koundé y Diego Carlos.

Otro factor a tener en cuenta es la posible presión que pueda realizar el futbolista para cambiar de aires, dado que parece más que probable que en el barrio de Nervión le ofrezcan un considerable incremento de sus emolumentos anuales.

Ocurra lo que ocurra, lo que sí parece claro es que se va a tratar de una operación a fuego lento, con más de tres meses por delante, y que, como suele ocurrir en estos episodios, llevará al despiste y la desconcentración del futbolista.