El Gobierno francés renovaba esta mañana su llamamiento a un «acuerdo global» por boca de su ministra de Transición Ecológica, Agnes Pannier-Runacher, a sabiendas de que, una vez logrado un principio de acuerdo en Esso, podía estar más cerca el compromiso en las refinerías de TotalEnergies, que puso anoche encima de la mesa una nueva oferta de aumento salarial.
Al mediodía se confirmaba que CFDT y CFE-CGC, que representan conjuntamente al 56% de la plantilla de TotalEnergies, han firmado la última propuesta de la dirección, que contempla un aumento para 2023 del 7% –según las fuentes– al que se añadirían de 3.000 a 6.000 euros en primas.
La CGT, segundo sindicato con mayor representación en el grupo Total y motor de la movilización, reclama, apoyado por FO, una subida del 10%, que desglosa en un 7% como compensación de la inflación (5,6% en setiembre) y un 3% como reparto de la riqueza de una multinacional que ha encajado este año beneficios multimillonarios.
Nada más saberse de la aceptación por dos sindicatos del acuerdo en TotalEnergies, la dirección de la multinacional aseveraba que «es un acuerdo mayoritario» y apelaba a «poner fin a la huelga en el conjunto de las plantas».
En una primera valoración de urgencia, la CGT mantenía pese a todo la huelga.
La Justicia avala la movilización forzosa de trabajadores
La central sindical más implicada en la huelga ha recibido este viernes una mala noticia: la Justicia ha avalado la orden de la primera ministra, Elisabeth Borne, de proceder a la leva forzosa de empleados para garantizar el funcionamiento de las refinerías.
Un contratiempo para la CGT, si bien el efecto de esa medida ha sido hasta ahora bastante limitado.
Apenas media docena de trabajadores ha podido reclutar la Administración francesa con un mecanismo discutible y cuya implementación exige unos recursos y sobretodo un tiempo que no compatible con la urgencia de cerrar la crisis para ir recuperando la normalidad en el acceso a los carburantes, y acabar de paso con el rompecabezas por el que pasan miles de ciudadanos.
Emmanuel Macron comprometió su palabra, el martes, ante las cámaras de France2, al hablar de «un retorno a la normalidad» la próxima semana, una previsión calculada, pensando en los desplazamientos del periodo de vacaciones de Todos los Santos, que arrancan el 21 de octubre.
Su negativa a tasar los beneficios millonarios, de una parte, y sus críticas dirigidas en exclusiva a la CGT, de otra, han hecho que arrecien las críticas de falta de neutralidad hacia el jefe del Estado.
La huelga se mantiene en casi todas las plantas
La huelga se ha ido levantando progresivamente entre ayer y hoy en las dos únicas refinerías de Esso-ExxonMobil. La de Fos-sur-Mer reabrió ayer y la de Gravenchon, en Normandía, en la que se han centrado la mayoría de las órdenes de movilización forzosa de empleados, lo ha hecho hoy.
A expensas de lo que depare el acuerdo entre dos sindicatos y empresa, el bloqueo se mantiene en las cinco plantas de Total, incluido el depósito de Flandres, único del grupo petrolero en el que se ha aplicado la leva de personal. También en bastantes depósitos.
Todo ello hace que siga acusándose la penuria de carburante en Haut-de-France (norte) y en la región parisina y su área de influencia.
Movilización intersectorial el 18 de octubre, cita en Baiona
Varios sindicatos han convocado para el próximo martes, 18 de octubre, «movilizaciones y paros» para reclamar aumentos salariales y en defensa del derecho de huelga.
De este modo, además de la CGT, otros sindicatos como Force Ouvrière (FO), Solidaires y FSU, además de organizaciones estudiantiles, han decidido convocar a la movilización «por el aumento de salarios, pensiones y mínimos sociales, y la mejora de las condiciones de vida» así como por las defensa del derecho de huelga.
En Baiona, el sindicato de enseñanza FSU-SNUipp 64 ha emitido un comunicado de apoyo a los huelguistas de las refinerías. Anuncia una movilización, el martes, a las 10.30 ante la Subprefectura.
También la sección de CFDT en el sector sociosanitario privado ha hecho público este viernes su apoyo a una jornada de huelga y movilización que promete tener incidencia en otros sectores como el transporte.
CFDT llama así a acudir a la concentración ante la Subprefectura, y reunirá a sus delegados y simpatizantes en torno a un pique-nique a las 12.00 ya delante de cada centro de trabajo. A las 15.30 llevará a cabo una concentración ante el Ayuntamiento de Kanbo.