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Elisabeth Borne da el paso de imponer el Presupuesto por decreto al activar el 49.3

La movilización impulsada ayer por los sindicatos no ha hecho recular al Gobierno de Elisabeth Borne respecto a una política que se centra en reclamar a la CGT que renuncie a la huelga en TotalEnergies y en exigir a la oposición que acepte sus Presupuestos. Esta tarde ha pulsado el botón del 49.3.

Elisabeth Borne ha acudido a la Asamblea Nacional para activar el 49.3.
Elisabeth Borne ha acudido a la Asamblea Nacional para activar el 49.3. (Emmanuel DUNAND | AFP)

Elisabeth Borne no está dispuesta a modular ni ante el pulso social ni ante la oposición parlamentaria. Así las cosas, en el día después de una nueva movilización social contra el Gobierno de Emmanuel Macron, la primera ministra ha activado el artículo 49.3 de la Constitución para despejar, sin recurrir al voto parlamentario, el proyecto de Presupuestos.

A partir de ahí se ha abierto un periodo de abierta confrontación. La Nueva Unidad Popular y Ecológica (Nupes), primero, y la ultraderecha de Rassemblement National (RN,) con unos minutos de retraso, han anunciado ya la presentación de sendas mociones de censura que, si nada falla en el guión, se bloquearán entre ellas.

Es decir, que ninguno de los textos sumarán los votos necesarios para que la censura salga adelante, lo que lleva aparejada la caída del Gobierno.

Así las cosas, Borne se asegurará, de momento, la continuidad y el Gobierno en base a un Presupuesto «porque es el derecho de este país», en palabras de la jefa de gabinete.

Ya al mediodía el portavoz del ejecutivo, Olivier Véran, había hecho saber, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, que el Gobierno autorizaba a la primera ministra a hacer uso «si fuera necesario» del artículo 49.3 para sacar adelante el capítulo del proyecto de presupuestos referido a la Seguridad Social.

Según explicaba Véran, aunque la decisión se adoptaba ante el inicio del debate, previsto para el jueves 20 de octubre, sobre las cuentas de la Seguridad Social, a Borne se le otorgaba la potestad de servirse del 49.3 para la aprobación del «conjunto de los textos presupuestarios».

Solo quedaba por saber el momento en que se materializaría esa «agresión brutal a la democracia» que ha denunciado por la tarde la oposición parlamentaria, una vez disuelta la sesión parlamentaria, que se ha cerrado entre abucheos y protestas hacia la inquilina de Matignon.

Un arma de doble filo

Cortando por lo sano ocho días de intensos debates, pasadas las 17.30 Borne acudía a la Asamblea Nacional para activar el decreto y disolver sin voto la sesión.

En las próximas horas, el depósito de las mociones de censura marcará el ritmo, con el debate de esos textos en el horizonte previsible del fin de semana,

Al pulsar el botón del 49.3, Elisabeth Borne se sirve de un arma de doble filo, como comprobó en el pasado un antecesor suyo, un ex primer ministro llamado Manuel Valls.

Borne se impone por la fuerza, a pocas horas de que miles de franceses salieran a la calle a pedir salarios dignos, a rebufo de un conflicto en las refinerías que mantiene en jaque a su Gobierno, por más que remita poco a poco la penuria en las estaciones de servicio.