No han podido ser tres puntos, pero Osasuna sigue sumando y ya son 17, muy cerca del objetivo de alcanzar la cifra de los 20 antes del parón mundialista. La escuadra navarra se ha adelantado en el tramo final de la primera parte, pero ha encajado poco después, en el descuento previo al descanso, en una jugada a balón parado.

El conjunto rojillo ha tenido fases de buen fútbol y llegada, aunque también le ha tocado ponerse el buzo defensivo durante ciertos momentos en los que el Girona ha apretado.

Así, quitando un par de incursiones de Yangel Herrera, que le ha generado en los primeros compases ciertos problemas a Manu Sánchez, Osasuna se ha ido adueñando de la pelota conforme ha avanzado el encuentro.

Un factor que ha descolocado al Girona, acostumbrado a disponer de la pelota y que se ha visto corriendo detrás de ella. Con buena salida del cuero, los rojillos han ido amasando las ocasiones en los dominios de un Gazzaniga que se estrenaba en la portería.

Primero lo ha probado Chimy Ávila al cuarto de hora de encuentro, chutando con zurda duro, pero también centrado, lo que no le ha creado mayores problemas a su compatriota.

Más cerca ha estado del gol Rubén Peña en el 20, que ha vuelto al once tras sus dos partidos de sanción, con un disparo roscado que ha pasado rozando el poste y que ha confirmado que Osasuna iba in crescendo.

No sin sufrir algún que otro susto, como la salida que ha tenido que realizar Sergio Herrera –también ha regresado a la titularidad– jugándose el físico en el 27 ante la llegada de Castellanos.

Las ocasiones navarros han elevado su peligrosidad. Increíblemente, un cabezazo de Nacho Vidal llegando desde atrás y solo se ha marchado por encima del larguero en el 31, tras envío medido de Moi Gómez.

Rozando el 0-1, este ha acabado de llegar siete minutos más tarde. Otro centro del de Rojales lo ha peleado Chimy Ávila dentro del área, ha tratado de combinar con Kike Barja –reemplazo de un Abde lesionado en el 7– sin mucha precisión, pero el de Noain ha cuerpeado con su par, le ha ganado el sitio y se ha sacado un remate a toda la escuadra.

Ha sido el premio al mejor hacer de un Osasuna que parecía iba a irse con ventaja a vestuarios. Pero una falta lateral cometida por Torró –le ha costado la amarilla– no ha sido bien defendida y la ha acabado rematando con la rodilla el central David López tras tocar con la testa un compañero.

Más problemas en el segundo tiempo

Mucho más enchufado ha salido el Girona en el inicio de la segunda mitad, lo que ha provocado que Osasuna haya perdido la posesión y verse obligado a defender varios metros más atrás.

Unai García y Juan Cruz han achicado varios balones peligrosos y los de Jagoba Arrasate han vuelto a sufrir de estrategia, con una peinada de Bueno que no ha encontrado los tres palos.

Solo Moncayola ha puesto la réplica con un zambombazo en el 51 al que ha respondido una gran estirada de Gazzaniga cuando el cuero ya encontraba el camino de las redes.

Visto el cambio de panorama, el técnico de Berriatua ha agitado el banquillo buscando mayor control y reservando al amonestado Torró. La fórmula ha mejorado al equipo, que se ha sacudido el dominio y ha vuelto a llegar con criterio al área rival.

Así, el recién entrado Aimar se ha encontrado con un error del bloque catalán y un balón propicio, pero no le ha dado tiempo a chutar al ser taponado por los defensas. A ello le ha sucedido un disparo sobre la marcha de Manu Sánchez, que se le ha marchado elevado en el 72.

La mejoría rojilla ha estado a punto de transformarse en el 1-2, pues el cabezazo picado de Unai García a la salida de un corner ha salido besando la madera en el minuto 80.

Todavía ha quedado alguna que otra llegada por parte de ambos contendientes para los diez últimos minutos, pero el marcador ya no se ha movido y Osasuna vuelve a sumar un valioso punto lejos de casa.